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¿Estudiar para qué…?



Solo 6 de cada 10 colombianos consideran que la educación es útil para la vida diaria, de acuerdo a los resultados de la más grande encuesta que se ha hecho en Colombia sobre “Opinión en Educación” realizada por “Empresarios por la Educación”, en alianza con la firma” Cifras y Conceptos”, y que fue presentada recientemente en Barranquilla.


Más aun, en el caso de la región Caribe la encuesta arroja que solo el 15% de los padres de familia envían a sus hijos a estudiar para conseguir un empleo.



No es de extrañar en un país con el 60% de informalidad, con un desempleo juvenil que se mantiene por encima del 20%, en el que la tercera parte de sus jóvenes ni estudia ni trabaja (Ninis), en donde una de cada 5 niñas y adolescentes entre los 13 y los 19 años está o ha estado embarazada y en el cual los empresarios se han dedicado a importar productos antes que a elaborarlos aquí.


Pero paradójicamente encontramos, por ejemplo, que en Colombia – para no hablar de otros países – existe hoy una demanda de 150 mil operadores tecnológicos con talento digital (programadores, desarrolladores de software, community manager, expertos en marketing digital, creadores de contenidos digitales, diseñadores gráficos, etc.) y que sumadas todas las instituciones del país que enseñan estas materias solo gradúan 8 mil egresados por año.


Para hablar de un solo ejemplo internacional, tomemos a Canadá – que sabe que para el año 2030 se jubilarán 5 millones de sus ciudadanos – en el que el gobierno tiene la meta de admitir a casi 500 mil inmigrantes cada año, preferiblemente jóvenes profesionales de hasta 32 años, solteros o casados, con o sin hijos y que tengan un buen nivel de inglés. 


Lamentablemente, en nuestro país el 83% de los estudiantes se encuentran en niveles de desempeño bajo en inglés, según las pruebas Saber 11 del 2021. Además, estamos en el puesto número 77 del mundo en nivel de inglés (Education First)


La pregunta obligada: ¿Estamos enseñando en Colombia lo que está demandando el país y el mundo…? Y, sobre todo, ¿en esta ola mundial de inteligencia artificial y robótica …?


Salta a la vista la palabra Pertinencia: coherencia, conveniencia y relación lógica que debe haber entre lo que se enseña en las aulas y las necesidades de la sociedad y del mundo.


Es más, seguimos empeñados en construir costosas sedes físicas para instituciones educativas públicas y privadas, sobre todo del nivel universitario, técnico o tecnológico, cuando una de las cosas positivas que nos enseñó la pandemia es que es posible y aprovechable la educación virtual con muchísima más cobertura y menos costos.



Finalmente, en el caso de nuestra región, debe alarmarnos lo que acaban de concluir en su estudio “Radiografía de la Formación de Capital Humano en el Caribe colombiano” los economistas Adolfo Meisel, actual rector de la Uninorte, y Angela Granger: “… El Caribe colombiano tiene niveles de capital humano muy por debajo de lo que tiene el resto del país…En el ámbito internacional, en las medidas de la calidad de la educación, una de las principales es la prueba PISA, Colombia muestra muy mal desempeño en los promedios. Por tanto, si al Caribe colombiano le va mal en el contexto del país, somos la parte final de la cola del grupo…”


Este tema debería ser objeto del principal debate en nuestra región. Pues con estas marcadas deficiencias educativas no tendremos buenos profesionales, buenos empresarios, buenos dirigentes, buenos funcionarios, buenos ciudadanos y, por ende, no tendremos una mejor sociedad.


@vherreram

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