Una respiro más de vida tuvo este martes la reforma a la salud, la cual se batió nuevamente en fuertes discusiones entre quienes pretenden su hundimiento y los que la defienden, teniendo además una motivación nueva para la controversia, la intervención de parte de la Superintendencia de Salud a la EPS Sanitas.
La de este martes fue una discusión que se esperaba darse en la Comisión VII del Senado, en donde en medio de la presión de los sectores de oposición, la presidente de la misma, Marta Peralta, del Pacto Histórico, anunció la apertura del debate para el miércoles desde las 8:30 de la mañana.
Sin embargo de ahí surgió otra duda en la oposición. El senador liberal Miguel Ángel Pinto, le solicitó a Peralta que el proyecto estuviera en el primer punto del orden día para dar su discusión de lleno. Peralta previamente había advertido que todos los miembros de la comisión están recusados, con lo cual anticipó que ese tema será el primero que se deberá superar al momento de discutir.
Sumado a lo que ya estaba pasando, en la Comisión empezó a correr el rumor, que horas después de confirmaría, que la Superintendencia de Salud intervendría a la EPS Sanitas, una de las que ha tenido mayores cuestionamientos de parte del gobierno por su funcionamiento y el manejo de los multimillonarios recursos que le llegan de parte del Estado.
Eso llevó a que las posturas de amigos de la reforma y los opositores se volvieran más contundentes. Tras un levantamiento temporal de la sesión, los nueve senadores que ya anunciaron que votarán por el hundimiento de la misma, ratificaron que no van a retirar la ponencia como ha sido solicitado por el gobierno.
Y de parte del gobierno, el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sostuvo que por ningún motivo se va a retirar el proyecto que es bandera de la administración de Gustavo Petro. “Nosotros no vamos retirar la reforma a la salud”, dijo Jaramillo, quien abrió, otra vez, una ventana para realizar cambios al proyecto.
En ese mismo sentido habló el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien expresó que el gobierno está dispuesto a buscar nuevos acuerdos al proyecto. Ambas posturas de los ministros se entendieron como el último aire político que el gobierno le da al moribundo proyecto de la reforma a la salud. COLPRENSA