Gaza, el genocidio silenciado por las potencias mundiales
- Acta Diurna
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Por: Nerio Luis Mejia

El mundo es testigo del genocidio que está cometiendo Israel en contra del pueblo palestino. Desde el inicio de la ofensiva criminal el pasado 7 de octubre de 2023, por parte de las fuerzas de defensa israelÃ, se calcula que han muerto 60 mil palestinos, cifra que va en aumento, debido a los ataques aéreos, disparos de infanterÃa, y el hambre como arma de guerra, que está utilizando el gobierno de BenjamÃn Netanyahu, para exterminar a los palestinos, vÃctimas que en su mayorÃa son mujeres y niños, es por ello que hablar de Gaza es sinónimo de impotencia e hipocresÃa.
Las naciones poderosas no hacen nada para poner fin a la matanza de inocentes, se arrodillan ante las amenazas y el chantaje de los Estados Unidos, que presionan con sanciones y aranceles a todo aquel que se atreva a denunciar los crÃmenes que comete el perro rabioso de Netanyahu. Las imágenes que muestran la tragedia palestina, son una vergüenza para los paÃses que tienen la fuerza de frenar la carnicerÃa, pero a la vez trasmiten un mensaje de impotencia a los que nada en absoluto podemos hacer, para que se ponga fin, a la matanza que se está cometiendo en contra de esta población.
Hablar de palestina es asumir el fracaso de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), su consejo de seguridad ha demostrado que no sirve de nada, que lo único que interesa es la opinión de Donald Trump, quien en últimas es quien determina, si sus billetes verdes continuarán financiando los sueldos de los funcionarios que integran el fracasado organismo internacional. Es hipócrita cuestionar a jefes de Estados como Gustavo Petro, quien rompió relaciones diplomáticas con la nación hebrea, decretó el fin de las exportaciones de carbón hacia Israel, y públicamente se ha solidarizado con la tragedia que vive el pueblo palestino, que, a pesar de nuestros limitados recursos, ha ofrecido trasladar a los niños palestinos heridos, para que sean tratados en hospitales colombianos, lo que le ha valido crÃticas por sectores polÃticos al interior del paÃs.
Se levantan ampollas por la firma del memorando de entendimiento entre Colombia y Venezuela que busca crear un acuerdo binacional en materia económica con la dictadura de Nicolás Maduro, pero a la vez se arrodillan, y tiemblan de miedo, cuando Petro le pide respeto ante las intromisiones de furibundos polÃticos gringos, en las decisiones internas de nuestro paÃs. Ser amigo del dictador Maduro, es una afrenta. Pero ser aliados de asesinos de mujeres y niños, es el mayor honor que cargamos a costas de la peor humillación al ser tratados como ciudadanos de quinta. La amenaza arancelaria, sobre nuestras flores y bananos no puede ser la carga que nos limite levantar la frente a la hora de exigir dignidad.
La peor matanza de periodistas en la historia de la humanidad la está cometiendo Israel en Gaza, 232 comunicadores asesinados. Como queriendo arrancar los ojos y la lengua, de quien se atreva a mostrar, y hablar al mundo de lo que allà está pasando. Palestina es la tragedia que quieren ocultar los paÃses poderosos, especialmente los Estados Unidos, la historia prohibida que han querido sepultar a peso de bombas, y el miedo que produce observar a cadáveres andantes. Cuerpos vivientes, solo forrados por sus propias pieles, hospitales destruidos, médicos sobrevivientes de los disparos, pero alcanzados por el hambre que les niega permanecer en pie, periodistas valientes que esquivan balas, pero que están perdiendo la batalla frente al peor genocidio mejor documentado en nuestra historia.
A Israel nada le importa el reclamo mundial. El respaldo de Trump es total, el envÃo de contenedores repletos de armas son suficientes para terminar lo que empezó ese fatÃdico siete de octubre de 2023, una Europa arrodillada a los Estados Unidos que lucha por subsistir, una China enfocada en el dominio del comercio mundial, una Rusia sin salida por la guerra que libra en Ucrania, y con una población superior al 15% de origen ruso-israelÃ, son la muestra de un conflicto que se mantiene por intereses de unos pocos, lo que significa que hablar de Gaza es sinónimo de impotencia e hipocresÃa.