Trump regresa a la Casa Blanca enraizado en votantes frustrados

Por: Zeke Miller, Michelle L. Prince, Will Weissert y Jill Colvin / AP

Donald Trump fue elegido el miércoles el 47o presidente de Estados Unidos, un regreso extraordinario para un expresidente que se negó a aceptar la derrota hace cuatro años, desató una violenta insurrección en Estados Unidos. Capitolio, fue condenado por cargos de delito grave y sobrevivió a dos intentos de asesinato.

Con una victoria en Wisconsin, Trump despejaba los 270 votos electorales necesarios para aferrar a la presidencia.

La victoria valida su enfoque desnudo de la política. Atacó a su rival demócrata, Kamala Harris, en términos profundamente personales, a menudo misóginas y racistas, mientras empujaba una imagen apocalíptica de un país invadido por migrantes violentos. La retórica grosera, emparejada con una imagen de hipermasculinidad, resonó con votantes enojados - particularmente hombres - en una nación profundamente polarizada.

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"Quiero agradecer al pueblo estadounidense por el extraordinario honor de ser elegido su 47o presidente y su 45o presidente", dijo Trump a la multitud de simpatizantes en Florida incluso antes de que su victoria fuera confirmada.

En estado tras estado, Trump superó lo que hizo en las elecciones de 2020, mientras que Harris no lo hizo tan bien como Joe Biden lo hizo al ganar la presidencia hace cuatro años. Al tomar posesión de nuevo, Trump trabajará con un Senado que ahora estará en manos republicanas, mientras que el control de la Cámara de Representantes no ha sido determinado.

Hemos pasado por mucho juntos, y hoy aparecéis en números récord para entregar una victoria. "Esto era algo especial y te vamos a devolver", dijo.

La bolsa de valores de Estados Unidos, Elon Muskás Tesla, bancos y bitcoin, irrumpieron en alza el miércoles, mientras los inversores miraban favorablemente en unas elecciones suaves y Trump regresando a la Casa Blanca. En su segundo mandato, Trump ha prometido perseguir una agenda centrada en remodelación dramáticamente del gobierno federal y perseguir la retribución contra sus enemigos percibidos.

Los resultados limitan una temporada electoral históricamente tumultuosa y competitiva que incluyó dos intentos de asesinato contra Trump y un cambio a un nuevo candidato demócrata justo un mes antes de la convención del partido. Trump heredará una serie de desafíos cuando asuma el cargo en enero. 20, incluyendo una mayor polarización política y crisis globales que están poniendo a prueba la influencia de Estados Unidos en el extranjero.

Su victoria contra Harris, la primera mujer de color en liderar un boleto de partido importante, marca la segunda vez que ha derrotado a una rival femenina en unas elecciones generales. Harris, el actual vicepresidente, subió a la cima del boleto después de en medio de la alarma sobre su avanzada edad. A pesar de una oleada inicial de energía en torno a su campaña, luchó durante una cronoged crono comprimida para convencer a los votantes desilusionados de que representaba una ruptura de una administración impopular.

El vicepresidente no ha aparecido públicamente desde que se convocó la carrera, pero se esperaba que hablara a última hora del miércoles.

Trump es el primer expresidente en volver al poder desde que Grover Cleveland recuperó la Casa Blanca en las elecciones de 1892. Es la primera persona condenada por un delito grave que ha sido elegido presidente y, a sus 78 años, es la persona de más edad elegida para el cargo. Su vicepresidente, senador de Ohio, de 40 años. JD Vance, se convertirá en el miembro de más alto rango de la generación milenaria en el gobierno de Estados Unidos.

Habrá muchos menos controles sobre Trump cuando regrese a la Casa Blanca. Tiene planes de promulgar rápidamente una agenda amplia que transformaría casi todos los aspectos del gobierno estadounidense. Sus críticos del Partido Republicano en el Congreso han sido derrotados o retirados. Los tribunales federales están ahora llenos de jueces que nombró. UU. La Corte Suprema, que incluye a tres jueces nombrados por Trump, emitió un fallo este año otorgando a los presidentes una amplia inmunidad de procesamiento.

El lenguaje y el comportamiento de Trump durante la campaña desató crecientes advertencias de demócratas y algunos republicanos sobre los choques a la democracia que traería su regreso al poder. Elogió repetidamente a los líderes de los hombres fuertes, advirtió que desplegaría a los militares para atacar a los oponentes políticos que etiquetaba el enemigo desde dentro, amenazó con tomar medidas contra las organizaciones de noticias por una cobertura desfavorable y sugirió suspender la Constitución.

Algunos que sirvieron en su Casa Blanca, incluyendo al vicepresidente Mike Pence y John Kelly, el jefe de gabinete más longevo de Trump, o bien se negaron a apoyarlo o lanzaron terribles advertencias públicas sobre su regreso.

Mientras Harris centraba gran parte de su mensaje inicial en torno a temas de alegría, Trump canalizó una poderosa sensación de ira y resentimiento entre los votantes.

Aprovechó las frustraciones por los altos precios y los temores sobre la delincuencia y los migrantes que entraron ilegalmente al país bajo la vigilancia de Bidens. También destacó las guerras en el Medio Oriente y la invasión de Rusia por Ucrania para echar a los demócratas como presidente y alentar a un mundo en el caos.

Era una fórmula que Trump perfeccionó en 2016, cuando se lanzó como la única persona que podía arreglar los problemas del país, a menudo tomando prestado el lenguaje de los dictadores.

En 2016, declaré que soy tu voz. Hoy añado: Soy tu guerrero. Soy tu justicia. Y para aquellos que han sido agraviados y traiados, yo soy tu retribución, dijo en marzo de 2023.

Esta campaña a menudo se desvió hacia lo absurdo, con Trump amplificando extraños y refutando los rumores de que los migrantes estaban robando y comiendo gatos y perros mascotas en una ciudad de Ohio. En un momento, inició un mitin con una historia detallada sobre el legendario golfista Arnold Palmer en la que elogió sus genitales.

Un momento decisivo llegó en julio cuando un pistolero abrió fuego en un mitin de Trump en Butler, Pensilvania. Una bala rozó la oreja de Trump y mató a un partidario. Su cara rayada de sangre, Trump se puso de pie y levantó el puño en el aire, gritando. Lucha. Lucha. Semanas después, un segundo intento de asesinato se flojó después de que un agente del Servicio Secreto divisara el cañón de una pistola asombro mientras Trump jugaba al golf.

El regreso de Trump a la Casa Blanca parecía poco probable cuando salió de Washington a principios de 2021, ya que una cifra disminuida cuyas mentiras sobre su derrota provocaron . Estaba tan aislado entonces que pocos fuera de su familia se molestaron en asistir a la despedir que él mismo organizó en la Base Andrews de la Fuerza Aérea, con un saludo de 21 cañones.

Los demócratas que controlaban la Cámara lo despidió rápidamente , lo que lo convierte en el único presidente en ser desbloqueado dos veces. Fue absuelto por el Senado, donde muchos republicanos argumentaron que ya no representaba una amenaza porque había dejado el cargo.

Pero desde su resort de Mar-a-Lago en Florida, Trump, ayudado por algunos republicanos electos, trabajó para mantener su relevancia política. Rep. Kevin McCarthy, el republicano de California que luego dirigió su partido en Estados Unidos. House, visitó Trump poco después de dejar el cargo, validando esencialmente su continuo papel en el partido.

A medida que se acercaba la elección intermedia de 2022, Trump utilizó el poder de su respaldo para afirmarse como el líder incuestionable del partido. Sus candidatos preferidos casi siempre ganaron sus primarias, pero algunos pasaron a derrotar en unas elecciones que los republicanos consideraron a su alcance. Esos resultados decepcionantes fueron impulsados en parte por una reacción al fallo de la Corte Suprema que revocó el derecho constitucional de una mujer a un aborto, una decisión ayudada por jueces nombrados por Trump. La elección de mitad de período suscitó preguntas dentro del Partido Republicano sobre si Trump debería seguir siendo el líder del partido.

Pero si el futuro de Trump estaba en duda, eso cambió en 2023 cuando se enfrentó a una ola de acusaciones estatales y federales por su papel en la insurrección, su manejo de la información clasificada y la interferencia electoral. Usó los cargos para retratarse a sí mismo como la víctima de un gobierno exatropello, un argumento que resonó con una base del Partido Republicano que era cada vez más escéptico, si no hostil, a las instituciones y estructuras de poder establecidas.

Florida Gov. Ron DeSantis, quien desafió a Trump por la nominación republicana, lamentó que las acusaciones chuparan todo el oxígeno de las primarias del Partido Republicano. Trump capturó fácilmente la nominación de su partido sin participar en un debate contra DeSantis u otros candidatos del Partido Republicano.

Con Trump dominando la contienda republicana, un jurado de Nueva York lo declaró culpable en mayo de 34 cargos por delitos graves en un plan para influir ilegalmente en las elecciones de 2016 a través de un pago de dinero silencioso a un actor porno que dijo que ambos tuvieron relaciones sexuales. Se enfrenta a la sentencia este mes, aunque su victoria plantea serias dudas sobre si alguna vez enfrentará castigo.

También ha sido hallado responsable en otros dos casos civiles de Nueva York: uno por inflar sus bienes y otro por abusar sexualmente del columnista de consejos E. Jean Carroll en 1996.

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Trump está sujeto a cargos criminales adicionales en un caso de interferencia electoral en Georgia que se ha estanco. A nivel federal, fue acusado por su papel en tratar de anular los resultados de las elecciones de 2020 y manejar indebidamente material clasificado. Cuando se convierta en presidente, Trump podría nombrar a un fiscal general que borraría los cargos federales.

Mientras se prepara para regresar a la Casa Blanca, Trump ha prometido promulgar rápidamente una agenda radical que transformaría casi todos los aspectos del gobierno estadounidense. Eso incluye planes para lanzar el mayor esfuerzo de deportación en la historia de la nación, usar el Departamento de Justicia para castigar a sus enemigos, expandir dramáticamente el uso de aranceles y continuar de nuevo con un enfoque de suma cero a la política exterior que amenaza con poner en peligro alianzas extranjeras de larga data, incluyendo el pacto de la OTAN.

Cuando llegó a Washington 2017, Trump sabía poco de las palancas del poder federal. Su agenda fue bloqueada por el Congreso y los tribunales, así como por altos funcionarios que se ocuparon de servir como barriles de guardia.

Esta vez, Trump ha dicho que se rodearía de leales que promulgarán su agenda, sin preguntas y quién llegará con cientos de proyectos de órdenes ejecutivas, propuestas legislativas y documentos de política en profundidad. AP