Por Mariana Orozco Blanco*
¡Llegó el día! ¡Me dijeron feminazi en X! ¡Salud!
Mi columna sobre por qué no debemos decirles niñas a las mujeres adultas al parecer molestó tanto a un usuario de esta red, que se despachó a hacer comentarios despectivos sobre mí, no una, sino seis veces en el enlace publicado por Radio Guatapurí y por su director.
¿Por qué nos dicen feminazis a las feministas?
El término lo utilizó por primera vez lo usó el locutor estadounidense Rush Limbaugh para referirse a las mujeres feministas que se manifestaban por el derecho al aborto en los 70. (Silvia Lorente, 2022).
Para Limbaugh la feminazi era “aquella feminista para quien lo importante en la vida es asegurarse de que haya el mayor número de abortos posible”, comparando así el Holocausto de Hitler con la lucha feminista por el derecho al aborto (Medina-Vicent, 2024).
Durante la llamada cuarta ola feminista, el término se ha acuñado de manera peyorativa para referirse a las feministas más radicales. Me resulta un poco exagerado que por una columna en la que solo explico por qué no debemos llamar niñas a las mujeres, este usuario me considere una feminista radical.
Seguir hablando de feminismo, a pesar de los ataques.
Voy a referirme a cada uno de esos 6 comentarios, no porque quiera enfrentarme a este detractor, que se sintió tan afectado por mi columna (lo último que me interesa es continuar un fuego cruzado con una persona que poco interés tiene en tratar de entender mis posiciones), sino porque me parece que en cada uno de ellos hay lecciones que aprender y sobretodo reflexiones qué hacer. Y no pienso dejar pasar esta oportunidad de seguir hablando sobre feminismo porque entonces tendría que devolver mi recién otorgado carnet de feminazi.
El primer comentario es en el que usa esa palabra para referirse a mí. Dice:
“Discrepo contigo Andres. Si vas a ser condescendiente con Mariana solo porque está escribiendo una Columna (sic) estás siendo machista según su propia hipótesis. o sea, analiza bien lo q dice en su columna porque se nos está volviendo es una feminazi la amiga....”
En este punto se asume que el director del medio me hace un cumplido para ser condescendiente conmigo y no porque mi escritura o mis argumentos sean buenos y que, por lo tanto, esa condescendencia es machista. Es un razonamiento algo complicado de seguir, pero entiendo a lo que se refiere. A las mujeres constantemente se les trata con condescendencia precisamente porque son consideradas un ser inferior. Sin embargo, en este caso el comentario de Andrés resaltaba mi escritura creo que de forma sincera y sintetizaba el mensaje de la columna. No hay nada de malo en ello y en este contexto no había condescendencia. Él quiere hacer parecer que sí porque así demerita los argumentos que expongo al pedir que dejen de infantilizar a las mujeres adultas en Valledupar y concluye como ya vimos, que eso me hace una feminazi.
En el segundo comentario que tiene 2 partes, dice el usuario:
“El patriarcado no existe, si tienes alguna experiencia familiar es personal. Todo está, reglado y normado en Colombia, no creo q en tu casa t hayan negado nada para hacer lo que eres, de hecho estudiaste lo mismo que tus padres para seguir con el negocio...
Y adoctrinada jamasss, no creo q un mello hayan permitido eso!!”
Hay varios problemas con esta apreciación. El primero es que insinúa que para que una mujer sea feminista, tiene que tener alguna experiencia familiar que la haya afectado emocional o psicológicamente de una manera negativa. Es decir que todas las feministas tendríamos que tener algún trauma familiar. Una persona “sana” no puede ser feminista.
Lo segundo que se insinúa es que a las feministas tuvieron que haberles negado algo en su juventud, en términos al parecer económicos, para que estas se hayan convertido en estos seres tan horribles. En este caso en particular se saca a relucir la profesión que escogí para según él, continuar con el negocio familiar. Esto implica que las feministas o las feminazis son personas a las que se les negaron las oportunidades o que necesariamente son de una clase social baja. En otras palabras, resentidas sociales. Si eres una persona con ciertos privilegios y educación no puedes ser feminista.
Por último, manifiesta que no cree que un Mello, refiriéndose a mi padre, haya permitido que yo fuese adoctrinada. Es decir, la mujer no puede por sí sola emanciparse hacia el pensamiento y movimiento feminista, es necesario un adoctrinamiento permitido por el padre. Una mujer a la que le permitieron la libertad de pensamiento, no puede ser feminista.
Todo esto lo hace de una manera bastante inocente mientras que con vehemencia niega la existencia del patriarcado.
En el tercer comentario escribe:
Es una lástima que por querer apoyar una causa loable que es el maltrato al género, t dejes consumir de una ideología que dista mucho del verdadero papel de la mujer, dicho por uds mismas...
Afortunadamente en Valledupar, la mujer sigue siendo mujer y manda en su casa...
Aquí podemos ver como esta persona de sexo masculino, se considera conocedor del “verdadero papel de la mujer” que según él fue determinado por nosotras mismas. ¿Cuál es ese verdadero papel? ¿Sólo podemos ser una sola cosa? ¿Sólo tenemos derecho a cumplir un único rol en la sociedad?
La frase con la que remata, es una usada con mucha frecuencia por quienes niegan la existencia del patriarcado. Ya lo hizo Carlos Vives en esa triste entrevista a finales del año pasado. Sin embargo, esto se cae por su propio peso al preguntarle a nuestras abuelas e incluso a nuestras madres si tuvieron el derecho de escoger a su esposo, si tuvieron la oportunidad de estudiar, si se les permitía hacer algo diferente a maternar y ser amas de casa. Hace menos de un siglo las mujeres en América Latina no podían votar o tener propiedad. Ni siquiera podían abrir una cuenta bancaria sin el acompañamiento de un hombre. Incluso hoy las mujeres que “mandan en su casa” con frecuencia refuerzan el machismo, imponiendo las tareas domésticas a las hijas mientras los hijos descansan o recalcando la importancia de preservar la virginidad de estas mientras incitan a la exploración sexual de aquellos.
El patriarcado no es algo que simplemente establece quien manda en la casa, es un sistema social construido para perpetuar los privilegios de unos seres humanos sobre otros, basándose en el sexo, la raza y la clase social.
Hubo un cuarto comentario, en el que solo dice "Verbo y gracia" en el que no me detendré. En el quinto comentario escribe:
Si el patriarcado existiera, y la brecha salarial fuese culpa de los hombres, las empresas y las fábricas estuvieran full de mujeres trabajando por ser mano de obra más barata. Es matemática pura...
Estas viendo mucha novela europea y mucho Netflix...
La verdad me queda muy difícil en una columna explicar la brecha salarial. Pero si quiero aclarar que nadie ha dicho que esta sea culpa de los hombres. Personalmente en otras ocasiones he manifestado que los hombres también son víctimas del sistema patriarcal. No estamos buscando un culpable sino tratando de cambiar una realidad. Ahora bien, para entender por qué la brecha salarial si existe, hay que leer los informes de ONU Mujeres, del Parlamento Europeo o del DANE. Es un tema complejo que merece que se le dedique tiempo para entenderlo.
La última frase de este comentario, es particularmente despectiva hacia mis opiniones. Para esta persona mis reflexiones no son producto de lectura juiciosa y analítica y de la experiencia encarnada de una mujer en Valledupar, sino de pasarme horas viendo series y novelas en Netflix. ¿No es esto una muestra de lo que tanto se empeña en negar? Solo un orgulloso hijo del patriarcado se siente con el derecho y la autoridad de emitir un juicio de valor sobre una mujer sin siquiera conocerla.
Por último, en su sexto comentario, el usuario me hace una pregunta:
Y t hago una pregunta pa q la contestes con honestidad; Cuantas mujeres estudiaron contigo en tu profesión? T aseguró q fueron más hombres q mujeres...
Eso es pa q tengas una idea de q el patriarcado se lo inventaron... A la mayoría de las mujeres les encanta serlo...
Infortunadamente no le puedo responder esa pregunta a mi hostil juez porque honestamente nunca me puse a contar cuantas mujeres cursábamos la carrera. Tenía otras preocupaciones, pero me parece recordar que estábamos bastante parejos. Lo que si recuerdo con mucha claridad es que era la única costeña. Pero no sé si esa información le sirve para el análisis que está intentando hacer, que, dicho sea de paso, no logro entender cuál es, tal vez por mi condición de mujer embrutecida por Netflix y feminazi.
Lo primero es al menos intentar entender el feminismo
Lo que es una verdadera lástima es que esta persona sin conocerme se refiera a mí en esos términos y diga que me dejo consumir de una ideología. Yo no me caso con ideologías, pero si leo mucho, observo y analizo lo que sucede a mi alrededor. Que me llame feminazi demuestra en cambio una antipatía de su parte hacia las opiniones femeninas y feministas. Si estuviera menos predispuesto seguramente podríamos hablar con respeto de lo que lo que él considera que es ser una feminazi. Con estos antecedentes creo que será difícil.
Lo que sí puedo y deseo hacer con la esperanza de que esta persona y muchas otras lo vean, es recomendar 3 libros relativamente cortos para al menos intentar comprender el feminismo:
El feminismo es para todos de Bell Hooks.
Todos deberíamos ser feministas de Chimamanda Ngozi Adichie
Feminista por accidente de Salome Gomez Upegui (este lo recomiendo muy especialmente)
También invito ampliamente a la lectura del libro ya no tan corto, de la barranquillera Silvana Paternostro “En la tierra de Dios y del hombre”.
Pero a estas lecturas no hay que llegar prevenidos sino con la mente dispuesta a cuestionarse. Quien sabe, tal vez después de leer esos libros y de ese diálogo improbable con mi impasible crítico, hasta él se convierta en un aliado de la causa feminista, porque lo cierto es que en esta lucha, necesitamos a los hombres de nuestro lado.
* La autora es arquitecta U. de Los Andes. MSc Sustainable Energy and entrepreneurship U. of Nottingham Especialista en Mercadeo U. del Norte.
@mcorozco129
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