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La ´Masacre´ de las Bananeras

Por: Victor Herrera M.


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La madrugada del 6 de diciembre de 1928 ocurrió un acontecimiento extraordinario que cambió la historia del país hasta el punto de significar un antes y un después en lo que se refiere a la reivindicación o reconocimiento de los derechos laborales, sociales, económicos y políticos, de lo cual aún hoy vemos sus efectos. Incluso reflejó un momento especial para la literatura mundial que tiene que ver con nuestro Nobel, como lo veremos más adelante.


Las nuevas generaciones deben conocerlo, aunque ocurrió hace 97 años.



Sucedió en Ciénaga, en el departamento del Magdalena, cuando los trabajadores de la Zona Bananera al servicio de la multinacional norteamericana United Fruit Company (UFC) se rebelaron y decidieron irse a la huelga buscando que sus condiciones laborales fueran cambiadas en asuntos como una mejor y más directa contratación, prestaciones sociales, seguro colectivo obligatorio, descanso remunerado los domingos, viviendas higiénicas, aumento de los jornales, pago en dinero y no en bonos y el acceso a servicios médicos, entre otros.


Esa madrugada el ejército, al mando del general Carlos Cortés, autorizado por el presidente conservador Miguel Abadía Méndez, disparó contra un grupo de trabajadores rebeldes reunidos en la plaza con sus familias.


Al respecto, hay una anécdota que cuenta que el general Cortés les dijo: “les doy un minuto para retirarse”, y alguien desde el grupo gritó: “le regalamos el minuto” —la misma frase de José Arcadio Segundo en Cien Años de Soledad ante el pelotón de fusilamiento—. Enseguida comenzaron los disparos mortales.


Este suceso trajo consigo cambios radicales en la historia del país. Veamos:


Dio origen a la lucha obrera y de la izquierda en Colombia con líderes como María Cano y el incipiente PSR (Partido Socialista Revolucionario), y Jorge Eliécer Gaitán con la UNIR (Unión Nacional de Izquierda Revolucionaria).


Nació el sindicalismo en Colombia como grupo en defensa de los trabajadores. Unos años más tarde se funda la CTC (Central de Trabajadores de Colombia), de orientación liberal.


Se consolidó la caída de la hegemonía de más de 30 años en el poder del partido conservador y empezaría a gobernar el partido liberal por 16 años, hasta que, dividido entre los simpatizantes de Gaitán y Gabriel Turbay, emerge el conservador Mariano Ospina Pérez. Dos años después, en 1948, caería asesinado el Caudillo, quien había sido clave justamente para adelantar el juicio contra Cortés y el gobierno conservador por la matanza de las bananeras.



Casi 40 años más tarde dio origen al fenómeno mediante el cual una obra literaria cambia la interpretación de la historia. En efecto, Gabriel García Márquez, impresionado por los relatos de sus mayores sobre el hecho, habla en su obra cumbre de 3.000 muertos (de boca de José Arcadio Segundo) y a partir de allí comienza a hablarse de la famosa “Masacre” de las bananeras. Varios historiadores y autores hablan, por el contrario, de un número cercano a los 8, 13 o 30, que no es menos importante, pero que no tiene la gran dimensión que le dio Gabo.


Sale del país la UFC, que había llevado a Colombia a ser el tercer exportador de banano del mundo, con base en el colonialismo y la explotación laboral. Curiosamente, con el paso de los años sufre varias metamorfosis hasta llegar a ser Chiquita Brand, que fue condenada en 2007 a pagar US$25 millones en EE. UU., y en el pasado septiembre un juzgado de Antioquia condenó a 7 de sus directivos a pagar hasta 13 años de cárcel por haber financiado a las AUC para proteger sus operaciones en Colombia.

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