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Vivir sub-jetivamente: la nueva prisión emocional

Por: Aecyro Machado C.


La dádiva más grande del mundo para un ser humano es su soberanía emocional. Hoy, en estos tiempos de la autopsia digital o normal es que quieras experimentar el modo virtual de todo lo que sucede a tu alrededor, el cerebro es un instrumento que está dotado de funciones químicas que se pueden verificar a través de la ciencia.


Lo cruel comienza cuando el primero que no sabe es el individuo que ha sido emancipado a través de la red. Inviertes tiempo que es un recurso renovable y energía que cada día te hará más difícil disfrutar en tiempo real, estás preso.



Si observas la naturaleza de cómo funciona la vida en nuestro planeta parece que los seres vivos del mundo vegetal y animal conservan sus hábitos más primarios para poder disfrutar del entorno.


Las emociones están determinadas por nuestra relación con el entorno. Nuestro mundo del condicionamiento social. Nos quiere hacer creer que tenemos años de prosperidad por vivir, cuando en la realidad es objetiva. La humanidad se des-humaniza, el lenguaje táctil que practican los animales ya no es real en el humano.


Es a través de la red que lo haces y eso es para no tener que expresarse de forma presencial. y no tener responsabilidad en tus relaciones con otros que comienza en el núcleo familiar y de ahí en adelante.



Victor Frank tiene en su libro: El hombre en busca del sentido último, que es lo que te hace humano, hay una edad en la que si no sabes quién eres, de dónde vienes y en donde estás, no puedes evitar convertirte en un neurótico. Lo creas o no, lo entiendas o no, en la prisión emocional el prisionero tiene la libertad de escoger.


Siempre será solo por hoy.

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