El Gobierno nacional ha expedido un decreto que elimina los subsidios al ACPM (diésel) para los grandes consumidores de combustible, quienes ahora deberán pagar precios más altos, alineados con el precio de paridad internacional. Esta medida afecta a compañías que consumen en promedio más de 20.000 galones al mes y que cuentan con su propia logística de abastecimiento.
A partir de ahora, estas compañías deberán pagar al productor un precio mínimo equivalente al precio de paridad internacional, lo que eleva el costo del galón de ACPM de un promedio de 9.500 pesos a cerca de 16.000 pesos. Esta política tiene como objetivo ahorrar aproximadamente 50.000 millones de pesos mensuales y unos 600.000 millones de pesos anuales, según estimaciones del Ministerio de Hacienda.
El incremento no afectará de inmediato a los consumidores que compran diésel en las estaciones de servicio para vehículos de carga y otros automotores. Sin embargo, el gobierno tiene planes para aumentar esos precios también en el corto plazo. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, destacó que estas decisiones buscan promover la equidad, incentivar la transición energética y mejorar la eficiencia del gasto fiscal.
El subsidio al precio del diésel podría costar al gobierno hasta 12 billones de pesos este año. La eliminación de subsidios para grandes consumidores forma parte de un esfuerzo más amplio para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que en 2022 costó 26 billones de pesos al Estado.
Durante meses, el gobierno ha mantenido mesas de trabajo con los transportadores de carga para intentar llegar a un acuerdo sobre los precios del diésel, pero no se ha logrado consenso. Los transportadores han amenazado con movilizaciones y protestas en respuesta a la falta de acuerdos.
En una entrevista con Néstor Morales en Mañanas Blu, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, explicó que la eliminación de subsidios forma parte de un plan para reducir el déficit fiscal del país, que incluye un recorte de 20 billones de pesos en el presupuesto nacional. Bonilla subrayó que el déficit del FEPC ha sido una carga significativa para las finanzas del Estado, y que las reformas tributarias recientes se han dirigido a cubrir este déficit.
El ministro Bonilla aclaró que el aumento en el precio del diésel no afectará a los sistemas de transporte masivo ni a las regiones aisladas que dependen del diésel. La medida está principalmente dirigida a grandes empresas del sector petrolero, del carbón y a aquellas que operan con grandes flotas de camiones.
Esta decisión marca un cambio significativo en la política de subsidios del gobierno y busca equilibrar las finanzas del país mientras se promueve una transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles. DATAIFX
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