¿Quiénes ganan y quiénes pierden con la caída del dólar en Colombia?
- Acta Diurna
- 6 jul
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Los ingresos por remesas en Colombia mantienen una tendencia de crecimiento sostenido. Según Lorena Moreno, Analista de Investigaciones Económicas en Acciones y Valores Western Union, “hasta mayo de 2025, las remesas suman 5.324 millones de dólares y acumulan un alza del 14 % anual, impulsadas principalmente por el buen desempeño del mercado laboral en países emisores como Estados Unidos y España”.
Este flujo creciente de divisas ha tenido un impacto en la tasa de cambio. “Estos flujos han contribuido a la caída de la tasa de cambio, que alcanza mínimos de un año”, explicó Moreno. El dólar ha pasado de niveles cercanos a 4.200 pesos a cifras por debajo de los 4.000 pesos por dólar.
Aunque las familias receptoras continúan recibiendo la misma cantidad en dólares, “el valor en pesos ha disminuido, lo que sin duda reduce el poder adquisitivo local de estas remesas y afecta el consumo de los hogares”, señaló la analista. Esta situación es especialmente relevante para las familias que dependen parcialmente de estos recursos para cubrir gastos básicos como alimentación, salud o educación.
Moreno también indicó que, desde una perspectiva agregada, “esta situación puede moderar el efecto expansivo que las remesas suelen tener sobre el consumo interno, particularmente en regiones donde estos ingresos representan una fuente importante de liquidez”.
Por otro lado, la apreciación del peso frente al dólar también genera efectos positivos. “Principalmente beneficia a los hogares o las empresas con obligaciones en dólares, que ahora enfrentan menores costos financieros al momento de pagar las deudas externas”, explicó Moreno. Esta dinámica, añadió, “mejora los flujos de caja, reduce los requerimientos de coberturas cambiarias y, en algunos casos, también reduce el riesgo de no pago por parte de estas entidades”.
La disminución de la tasa de cambio también alivia otros tipos de gastos. Según la analista, “reduce los gastos asociados al sostenimiento de estudiantes en el exterior o al envío de empleados en comisiones internacionales, lo cual alivia la carga para los presupuestos familiares, institucionales y corporativos”. Esto aplica para padres de familia, universidades, ONGs y entidades públicas que mantienen compromisos regulares en moneda extranjera, quienes “ven reducido el impacto presupuestal, permitiendo liberar recursos o aumentar la cobertura de sus programas”.
Moreno concluyó que, aunque la apreciación del peso disminuye el ingreso disponible para quienes dependen de las remesas, también representa un alivio para quienes tienen gastos o deudas en moneda extranjera. “Este contraste pone de manifiesto cómo los movimientos en la tasa de cambio no son neutros, redistribuyen los ingresos y presionan de forma diferenciada a hogares, empresas y entidades”, puntualizó. DATAIFX
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