Si compartes tu hogar y tu día a día con un perro, probablemente ya habrás podido observar que los perros suelen ladrar a algunas personas, mientras otras parecen no despertarles ni una pizca de interés. Si ya viviste esta situación al pasear con tu mejor amigo, probablemente te haces preguntas como: "¿por qué mi perro ladra a una sola persona?", "¿por qué mi perro ladra a desconocidos?" o "¿cómo evitar que mi perro ladre a las personas?".
Aquí te ayudamos a entender las posibles causas y el significado de los ladridos de tu peludo y por qué un perro puede ladrar a algunas personas y a otras no.
¿Por qué ladran los perros?
Para comprender por qué tu perro ladra a algunas personas y a otras no, primero debes saber por qué ladran los perros. Aunque nuestros peludos utilicen mayormente su lenguaje corporal para expresar sus estados de ánimo, emociones y percepciones sobre su entorno, los ladridos cumplen una función muy importante en su relación con las personas, con otros animales y con el ambiente que los rodea.
En su día a día, los canes ladran para comunicar las diferentes emociones y experiencias que viven, lo que depende mucho del ambiente en el que se encuentran y los estímulos que perciben. Al decir estímulos no nos referimos solo a ruidos, imágenes u olores, sino también a la presencia de otros individuos en su territorio (personas, perros, gatos u otros animales). Por ello, son muchos los posibles significados de los ladridos de los perros.
Para saber identificar qué quiere decir cada ladrido de nuestro peludo, debemos prestar atención a sus posturas, expresiones faciales y sus significados. Un perro estresado, además de ladrar, suele mostrar diferentes señales de estrés, como hiperactividad o nerviosismo, salivación excesiva, relamido, dificultad para concertarse, jadeo excesivo, etc. Un perro enfadado que se prepara para defenderse, nos comunicará su estado de ánimo con otras actitudes y posturas, como gruñir, enseñar los dientes, rascarse y olfatear el suelo, tener las pupilas muy dilatadas, permanecer inmóvil con el cuerpo notablemente rígido, entre otras. Si percibes estas señales en tu peludo, lo mejor es alejarse y respetar su espacio hasta que el animal se calme y recupere su comportamiento habitual. Luego, será esencial identificar qué está ocasionando estas emociones negativas en tu peludo para establecer un tratamiento eficaz.
Por ello, siempre es importante conocer la personalidad de tu perro para identificar fácilmente cualquier cambio en su comportamiento y saber cómo actuar para ayudarlo. Además, si observas que tu perro ladra excesivamente o que el carácter de tu perro ha cambiado, te recomendamos llevarlo al veterinario de tu confianza para verificar su estado de salud. Hay muchas enfermedades que pueden provocar dolor intenso e interferir en los sentidos de tu peludo, por ello, es clave descartar cualquier causa patológica asociada a los ladridos excesivos y otros problemas de comportamiento.
Ahora ya sabes que los perros pueden ladrar por distintos motivos y en diferentes circunstancias, por lo que tendremos que decirte que no existe una sola explicación para este comportamiento, por lo que resumiremos a continuación los principales motivos que pueden hacer que tu perro ladre a algunas personas y a otras no.
¿Los perros ladran a la gente por miedo?
El miedo está entre las principales causas de los ladridos en los perros. Por lo general, las conductas miedosas hacia las personas y otros perros están asociadas a una socialización deficiente. Por ello, si te haces la pregunta “cómo evitar que mi perro ladre a las personas”, la respuesta es: invirtiendo en su socialización temprana.
En los perros, el miedo es una emoción que aparece justo al concluir la etapa de socialización, que ocurre durante su infancia. Si durante este periodo, presentamos nuestros peludos a diferentes personas, perros, otros animales y estímulos diversos, conseguimos prevenir conductas miedosas o inseguras en su edad adulta. Aunque lo ideal sea empezar a socializar a un perro durante su infancia, también es posible llevar a cabo un exitoso proceso de socialización en los perros adultos, siempre contando con paciencia, cariño y la ayuda del refuerzo positivo.
Así, un perro que no ha sido correctamente socializado durante su infancia y no ha tenido la posibilidad de interactuar positivamente con otros individuos puede demostrar miedo frente a personas, perros y estímulos desconocidos.
¿Es cierto que los perros pueden oler el miedo de las personas?
Probablemente, ya escuchaste que los perros pueden oler nuestro miedo e inclusive pueden ladrar al identificar esta emoción en algunas personas. Aunque no exista una explicación 100% comprobada para esta capacidad de nuestros peludos, lo cierto es que ellos poseen unos sentidos mucho más desarrollados que los nuestros, en especial si hablamos del olfato y la audición. Y ello sería una de las posibles explicaciones para su capacidad de identificar una persona miedosa.
Cuando sentimos miedo u otra emoción extrema (estrés, ansiedad, sobreexcitación), nuestro cuerpo libera algunas hormonas al torrente sanguíneo y a los fluidos corporales (orina, sudor, etc.), las cuales alteran nuestro olor corporal. Aunque estas substancias pueden pasar desapercibidas para otras personas, el poderoso olfato de los perros es capaz de identificar fácilmente la alteración del olor en el cuerpo de la persona que experimenta esta emoción. Además, cuando sentimos miedo, nuestro cuerpo también adopta ciertas posturas y expresiones faciales distintas a cuando experimentamos un estado de relajación o felicidad. Una persona que tiene miedo a los perros suele adoptar una postura defensiva o aprensiva cuando está en la presencia de este animal.
Como los perros utilizan principalmente el lenguaje corporal para comunicarse, también son capaces de percibir las alteraciones en nuestras posturas habituales e identificar algunas señales que indican este estado de tensión. Al identificar la postura defensiva o aprensiva en algunas personas, los perros pueden ladrar por también sentirse estresados o temerosos ante esta situación, o simplemente para ahuyentar y frustrar cualquier intento de ataque que podría nacer de esta persona en estado defensivo.
¿Los perros ladran a ciertas personas para llamar su atención?
Aunque solamos pensar que un perro ladra a quienes no les agradan, lo cierto es que nuestros peludos también pueden ladrar para captar la atención de las personas que quieren e invitarlas a jugar o recibir sus caricias. De hecho, son muchos los perros que ladran cuando están muy entusiasmados, ya sea por percibir la presencia de sus personas favoritas, por saber que es hora de pasear o porque su tutor coge su juguete favorito.
Si tu perro ladra a algunas personas para expresar su felicidad al verlas e invitarlas a jugar, podrás observar otros signos positivos y amigables en su lenguaje corporal. Por ejemplo, la clásica cola feliz, levantada y saludando con entusiasmo, expresiones faciales abiertas y amigables, o poner sus orejas hacia atrás cuando es acariciado o para pedir las caricias de esta persona.
¿Los perros ladran a algunas personas para defender su territorio?
Los perros son animales territoriales que pueden mostrarse muy protectores en relación a su hogar, sus tutores y sus objetos. La presencia de personas, perros u otros animales desconocidos en su casa, puede hacer a tu perro sentir que su territorio es invadido y sus recursos son amenazados, por lo que tendrá la natural necesidad de conservarlos y protegerlos de cualquier amenaza. No obstante, un perro posesivo suele recurrir a la agresividad y reaccionar de forma negativa incluso frente a personas conocidas por el miedo a perder sus juguetes, su comida o a su tutor.
La protección de recursos se trata de un comportamiento natural en los perros y en otros animales. No obstante, la sobreprotección en relación a personas y objetos suele perjudicar enormemente la vida social de nuestros peludos y la convivencia en nuestro hogar. Además, en el intento de conservar sus recursos, los perros pueden tener actitudes agresivas que resultan muy peligrosas para ellos mismos y para todos a su alrededor. Por ello, un perro posesivo necesita recibir un tratamiento adecuado para aprender a controlar sus reacciones negativas y a relacionarse de forma positiva con las personas, los animales y los estímulos que conforman su entorno.
¿Los perros ladran a algunas personas y a otras no por una mala educación?
El adiestramiento inconsciente es mucho más común de lo que te puedes imaginar. Diariamente, muchos tutores refuerzan conductas indeseadas en sus perros sin ni siquiera percibirlo, por ejemplo, al ofrecerles una golosina o mimarlos para cesar momentáneamente algunos comportamientos indeseados, como ladrar, llorar, etc. Justamente por ello este fenómeno se conoce como “adiestramiento inconsciente”.
Si para conseguir que tu perro se calle le ofreces siempre un snack, una caricia o le permites hacer cosas que normalmente están prohibidas (por ejemplo, subirse al sofá o a la cama), tu peludo probablemente asimilará el acto de ladrar con conseguir algo que es de su interés. Entonces, podrá empezar a ladrar excesivamente con la única motivación de llamar tu atención y conseguir lo que desea.
¿Los perros ladran a ciertas personas por experiencias traumáticas?
Desafortunadamente, muchos perros tienen un historial de abusos físicos o emocionales y han vivido experiencias traumáticas que dificultan su relación con las personas o con otros animales, pudiendo inclusive llevarlos a padecer fobias. No debemos confundir el miedo, que es una emoción fundamental para la supervivencia, con las fobias, las cuales se caracterizan como emociones desproporcionadas y exageradas frente a ciertos estímulos.
Si tu perro tiene miedo a ciertas personas, podrá ladrarles, intentar escapar y hasta reaccionar de forma agresiva para defenderse de un posible ataque. No obstante, si hablamos de una fobia, el perro reaccionará de forma exagerada e incontrolable, demostrando el estado de pánico que domina su cuerpo. Un diagnostico de fobia es complejo de tratar, requiere tiempo y mucha experiencia. Por ello, se hace imprescindible el trabajo con un especialista en comportamiento y educación canina para ayudar a un perro que sufre de fobias a recuperar su autoconfianza, reaprender lentamente a confiar en las personas y poder interactuar con ellas de forma positiva.
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