El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) presentó su informe de inflación para el mes de julio de 2022. La entidad destacó que la cifra anual presentó una variación de 10,21%; la cifra mensual de 0,81% y año corrido 7,96%.
La variación anual rompió la barrera de los dos dígitos, un evento que no se vía desde abril del 2000, cuando el país presentó una inflación de 10%. “la inflación de julio está mandando un hito histórico, es un retroceso de más de 22 años”, precisó Juan Daniel Oviedo, director del Dane.
Los alimentos continuaron siendo los que más contribuyeron al Índice de Precios al Consumidor (IPC), a julio su variación llegó al 24,61%.
Como contribución al IPC, Alimentos y bebidas fue el rubro que más aportó al crecimiento de los precios anuales, 4,15 puntos porcentuales; seguido por la división de alojamiento, agua y electricidad, que representó una contribución de 2,00 puntos porcentuales, que a su vez, tuvo un alza en sus precios de 6,13%; después se ubicó restaurantes y hoteles con 1,48 p.p y transporte, 1,16 p.p.
En cuanto a variaciones, Oviedo explicó que el corrientazo y los productos de aseo para el hogar presentaron incrementos anuales de 15,20% y 13,58% en julio de 2022, respectivamente, mientras que Alimentos y bebidas, una vez más, lideró con 24,61%.
Para julio de 2022 la variación anual del Índice de Precios al Consumidor fue 10,21 % y la variación mensual 0,81%.
“La inflación anual se debe a una sobreinflación de alimentos y a un impacto muy importante en la división de electricidad, esta inflación de 0,81% mensual llega a ser más de cinco veces la inflación promedio de junio y la inflación de alimentos, sobre todo pollos, carnes, productos asociados con hortalizas como habichuelas, pan, el azucar y las lentejas están teniendo una presión inflacionaria fuerte y que fuese casi 10 veces la inflación promedio que veíamos en el país”, dijo Oviedo.
En la variación año corrido, de 7,94%, vemos una convergencia de los hogares pobres y vulnerables 8,97%, los hogares de clase media se acercan a esta situación, el peso de la división de arriendo y servicios públicos es un poco más inflexible, como vemos frente a la tarifa de electricidad, que cuando vamos al análisis de electricidad por ciudades vemos que hay una inflación de 22% con una concentración de hogares en la Costa y el Nororiente, la convergencia de clase media a tener una inflación cercana, el peso o la progresividad de la tarifa de electricidad en las diferentes clases sociales es menos flexible y golpea de forma significativa a la clase media.
El comportamiento mensual
Para la cifra mensual, el reporte mostró que fue hasta cinco veces más fuerte que el promedio histórico de una inflación para julio; mientras que la de alimentos fue casi 10 veces más que el promedio histórico. Asimismo, según explicó Oviedo, el patrón de comportamiento que lleva la inflación anual hizo que el resultado anual volviese a dos dígitos.
Al revisar las divisiones de gasto que tuvieron mayor variación mensual prendas y vestir y calzado se ubica en primer lugar con 3,6%, lo que para el director del Dane es “el retorno a la normalidad después de los efectos del día sin IVA”; le sigue la división de alimentos y bebidas no alcohólicas con 1,17% y en tercer lugar transporte con 0,96%.
Para la contribución mensual, alimentos y bebidas aportó 0,22 puntos porcentuales; alojamiento, agua, electricidad y gas, 0,18 p.p. y transporte, prendas de vestir y calzado, 0,12 puntos porcentuales cada uno.
“El servicio público de electricidad es el que más está influyendo en ese comportamiento de la división de arrendamiento y servicios públicos domiciliarios. En el caso del transporte, es fundamentalmente el ajuste en el promedio de $150 del precio de los combustibles vigente a partir de julio, está aportando 5 puntos básicos y otros 5 por el vehículo particular”, comentó Oviedo.
La carne de ave y la carne de res y derivados, fueron los dos productos que tuvieron las mayores contribuciones a la variación mensual con 0,03 p.p cada una; mientras que el tomate y las papas con cifras negativas de 0,05% y 0,03% respectivamente se encargaron de frenar una mayor escalada.
“Algo que es importante resaltar, es que hay un patrón como no lo habíamos visto en muchos años: 15 subclases, cada una de ellas está aportando un punto básico, con lo que tenemos una transmisión generalizada en alimentos, asociada a costos de producción y por primera vez en mucho tiempo, estamos viendo que los fritos y paquetes están explicando un punto básico, tenemos una presión extensiva de los canales inflacionarios”, comentó el director del Dane. COLPRENSA
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