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Periodistas del caribe apremian a gobernadores para que funcione la RAP



En Casa Loma, corregimiento de Chorrera, municipio de Juan de Acosta, periodistas del Caribe colombiano, acompañados por un grupo de expertos en políticas públicas y planificación del desarrollo regional y urbano, se reencontraron los días 6, 7 y 8 de abril de 2022 con el propósito de plantear una ruta de compromiso con el Caribe colombiano.



Tras intervenciones y conversaciones durante 43 horas, en un ambiente de naturaleza amable, acerca del desarrollo económico, social, institucional, ambiental y político de la región, con la participación de Adolfo Meisel, Elvia Mejía, Amylkar Acosta, Jairo Parada Corrales, Antonio Hernández Gamarra, Wilder Guerra Curvelo, Gabriel Orozco, Jorge Elías, Matilde Eljach, Eduardo Verano de la Rosa, Horacio Brieva y Mauricio Vasco, entre otros, y mediante una discusión en torno al rol del periodismo considerando la teoría del derecho al desarrollo, la calidad y la responsabilidad periodística, se estableció la importancia de retomar la senda de la integración regional y de impulsar, como principal acción estratégica la puesta en marcha de la Región Administrativa y de Planificación (RAP) Caribe, ya creada desde 2017 pero aún inactiva para fines prácticos.


El encuentro tuvo el apoyo institucional de la Universidad del Magdalena y operativo del restaurante y ecohostal Casa Loma. Tres universidades de la región (Uninorte, Simón Bolívar y Tecnológica de Bolívar) estuvieron como observadores hacia una posible alianza entre periodistas y academia regional.


La RAP Caribe ha sido, hasta ahora, un ente ineficiente desde su creación en 2017 porque los gobernadores que asumieron en enero de 2020 no le han dado importancia en sus agendas, con graves riegos para el desarrollo sostenible del conjunto de los departamentos que históricamente han estado unidos en un proceso de autonomía y desarrollo. Ni siquiera por el drama de la pandemia se han reunido en el desarrollo de la tragedia de los dos últimos años. Ni siquiera para conversar sobre acciones conjuntas frente a la pandemia. Es paradójico e inexplicable. Además, de importantes riesgos para la región Caribe en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Paradójico que el Caribe colombiano haya sido motor para generar una nueva institucionalidad de gestión del territorio y del desarrollo en Colombia, a través del impulso a la ley 76 de 1985, origen del CORPES de la Costa Atlántica y de estructuras similares en todo el país. Como resultado de esta experiencia, el Caribe colombiano dejó una huella profunda, y especialmente huella constitucional, a través de la inclusión en la Constitución Política de 1991 de las figuras de Región Administrativa y de Planificación (RAP) y de Región Entidad Territorial (RET), en los artículos constitucionales 306 Y 307.


El Caribe colombiano es, así, por eso mismo, ineficiente en sus instituciones de autonomía y desarrollo por omisión o fractura en sus mandatarios departamentales actuales, mientras el país empieza a vibrar nuevamente con el ímpetu regional a partir de la expedición de la ley 1962 de 2019 que decreta normas de fortalecimiento de las Regiones Administrativas y de Planificación y permite acceso a recursos muy significativos para la estructuración y ejecución de proyectos de dimensión regional. La omisión o pereza integracionista de los gobernadores es de cuidado. Deben reunirse. Si no están unidos, por lo menos que estén reunidos. Esto es una primera conclusión de la inmersión de periodistas y expertos en desarrollo durante tres días en Casa Loma

En este contexto, se pone de presente la importancia de plantear a los gobernadores de los siete departamentos de la región (Guajira, Magdalena, Cesar, Atlántico, Bolívar, Sucre y Córdoba), la necesidad de poner en marcha la RAP, como herramienta para abordar y dar solución a las graves y profundas situaciones de atraso económico y social de la región y encaminar para ello proyectos de alcance regional.



Para tales efectos, con el mismo espíritu que animó la movilización regional que con altos y bajos ya lleva cien años, desde la Liga Costeña, desde Casa Loma en Juan de Acosta se acuerda poner en marcha una iniciativa pro región Caribe para convocar a fuerzas públicas y privadas en torno al propósito de activar la institucionalidad regional, tarea que es responsabilidad de los gobernadores de la región.

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