En un año en el que los indicadores de violencia en Colombia como el homicidio y las víctimas por minas antipersona bajaron, las de violencia no tan visible como los secuestros y las extorsiones se proyectan al alza, según un informe presentado este martes por la Fundación Paz y Reconciliación (Pares).
Según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), entre enero y junio de 2023 se produjeron 124 secuestros a población civil en Colombia, cifra que este año se encuentra en 169.
“Tenemos muchos más secuestros en 2024, son cifras que igualan las de 2019, antes de la pandemia”, dijo la subdirectora de Pares, Laura Bonilla, durante la presentación del informe ‘¿Plomo (bala) es lo que viene?’ en la sede de la Embajada de Canadá en Colombia, en Bogotá.
El documento, de casi 160 páginas, es un repaso de los dos años del proceso de ‘Paz Total’ con foco en el aumento significativo de la presencia de grupos armados como el Clan del Golfo, y las guerrillas del Ejército de Liberación Nacional (Eln y el Estado Mayor Central (EMC).
De la misma manera, los ataques catalogados como “control social”, entre los que se encuentran toques de queda, códigos de conducta o manuales de convivencia, subieron de 8.049 a 25.578 eventos.
“Pese a que hay grandes indicadores de violencia que bajan en las subregiones, toda la gente de los pueblos nos dice que no se sienten seguros (...) por la afectación focalizada en medidas como confinamientos y restricciones a la movilidad”, añadió Bonilla.
Aclaró que “no es que la gente esté viviendo mejor, sino que la violencia no es homicida directamente como la que se vivió en el antiguo ciclo de actos violentos del país”.
En Colombia hay activos varios grupos armados organizados, con especial incidencia del Ejército Gaitanista de Colombia (EGC), más conocido como el Clan del Golfo, el mayor grupo que tiene presencia en 316 municipios de los 1.101 que tiene el país, y que vivió un aumento de su influencia en un 17 % en comparación con su expansión de 2023, según el informe de Pares.
El Clan tiene miles de hombres en varias regiones de Colombia, principalmente en la costa del Atlántico, el Pacífico, el Urabá y el Catatumbo: “No hemos logrado dimensionar su alcance, es el grupo más exitoso de toda América Latina”, dijo la directiva.
El Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las extintas guerrillas de las FARC, fue el que más creció en el territorio, pues pasó de 166 municipios en 2023 a 209 en 2024, un aumento del 25 % de su presencia.
El segundo grupo que tiene más influencia es el Ejército de Liberación Nacional (ELN) que abarca 231 municipios en 20 departamentos.
Desde Pares, se mostraron convencidos de que la semilla de la violencia masiva contra civiles no está en los combates, sino en la “necesidad de expansión de estos grupos armados y su necesidad de financiación”, que suplen con extorsión.
Es por ello que lo más inmediato debería localizarse en el fortalecimiento del “monopolio de la fuerza, la fuerza pública debe recuperar el control territorial”, añadieron de la Fundación.
Además, agregaron que las fuerzas públicas están mejorando su imagen en los territorios: “Las autoridades locales necesitan estar involucradas”.
Instaron a que la fuerza pública se siente con los actores armados para detener la violencia contra civiles: “En Pares creemos que la paz vale la pena y no puede ser plomo (bala) todo lo que venga”, en referencia a la frase pronunciada durante el Gobierno de Iván Duque (2018-2022). EFE
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