Por: César Curvelo
Maquiavélica, oligárquica y pérfida es la oposición al gobierno en este preciso momento. Embiste a la topa tolondra, retacando por pinches minucias, aprovechando carajadas traídas por los cabellos.
De cualquier forma, es solo una choricera, engrudo o mezcolanza de oposiciones particulares lastradas por noticias falsas, teatrismos ridículos y argumentaciones de poca monta.
Podemos plantear que, de manera análoga y en su descomposición, es similar a lo que ocurre con la fenomenología de la crisis nacional, la cual puede verse como un conjunto de múltiples crisis económicas, sociales, institucionales y políticas.
Está, por ejemplo, la gravísima crisis de la inseguridad rampante con sus iracundos violentos, paracos incorregibles, subversivos dinosáuricos y toda una amplia gama de bandas criminales de fleteros, extorsionadores, apartamenteros, traficantes de drogas, chirretes saqueadores de ropa o cachivaches en patios y terrazas, entre otras tantas catervas de facinerosos. Otra crisis bien, pero bien aguda ―en específico para quienes la padecen―, es la del nefasto binomio desnutrición-hambre en el mayoritario estrato uno, los “pobres” y los “vulnerables”, según la jerga “tésnica” del DANE, heredada de un desgobierno anterior. Proseguimos con la referente a la deficiente prestación de servicios de salud en sectores populosos, que se trata de remediar con una reforma a la ley. Una más es la falta de cobertura total y calidad excelente en las instituciones de educación pública. Y así, existe un sinfín de crisis segmentadas que tú sabrás determinar si te pones a leer más.
Ahora sí veamos oposiciones dignas de comentarios, así sea en un encandilante flash, a vuelo de pájaro, en el sucinto payá y pacá de un pris pras (el espacio no da pa más, amigo Max).
Bacrim-oposición. Es la de las peligrosísimas bacrims. Mejor dicho, la de las malucas malosas mafias del bajo mundo, los conciertos para delinquir, las asociaciones de hampones, los grupúsculos infernales que han cometido mil pecados mortales. Entre ellas está la parac-oposición, con tendencia a la merma puesto que hubo cambio radical de comandante en jefe hace un año en el Estado, y hay nuevas directrices, menos laxas, en las fuerzas del orden.
Guerrill-oposición. Es la comunistoide sumatoria de la farc-oposición de las disidencias respectivas y la elen-oposición terca como una mula. Por el momento se encuentran en procesos de paz, lo que no quita que siga el reclutamiento de menores por parte de estas organizaciones ilegales, los encontronazos con el ejército y la policía, y los secuestros que son achacables a sus estructuras sueltas de madrina. Tratar de proyectar qué va a pasar con estas agrupaciones en el futuro inmediato es lo mismo que intentar adivinar el número del premio mayor de una lotería, o el día y la hora en que la gigante China invadirá Taiguán.
Ultragod-oposición. La de la propia derecha retrechera que, sin el menor sonrojo, enarbola la bandera del neoli-venalismo salvaje, el segregacionismo racial procaucásico, la misoginia, el cinismo, la hipocresía y la corrupción. La de las marchas con manifestantes pagados, que también podrían ser votantes comprados para las venideras elecciones de octubre. La de los medios de manipulación: Semala, El Destiemplo, ReChase la N, gluglú y dobliú reidios, Chacarol, El Despuertador y otros que sabemos.
Congres-oposición. La conforman los congresales de la corrupt-oposición que podrían iniciar la represada, amenazante y agazapada intentona de “golpe blando”. Aunque la Comisión de Investigaciones y Absolución ―… corrijo, Acusación― de nuestro parlamento jamás ha metido en cintura a ningún presidente en toda la historia patria.
Trasport-oposición. Con el congelamiento de tarifas y fletes, gremios de trasportistas y taxistas podrían irse a bloqueos que paralizarían el vital suministro de alimentos y otras mercancías. Y su-ministro de trasporte, señor gobierno, ¿qué puede hacer desde ya para prever este posible circunspecto acontecer?
Intra-oposición. La interna del gobierno. Benedetti vociferando con tremenda pea que millones de pesos se colaron a la campaña electoral del Pacto, según su vulgar balbuceo. Laura Sarabia, con su saraviado caso. Nicolás Petro, por aceptar fajos de te-vi-llegar de dudoso origen (dos para mí, uno para la campaña, ¡qué felicidad!). Irene Vélez, la exMinminas, que arrastra denuncias por tráfico de influencias y el nepótico-jugoso contrato del mariachi.
Glob-oposición. La poco visible y agazapada entre las bambalinas de la política internacional del globalismo imperial, azuzada por la voz facha-chapetónica-falangista de Vox ―partido que se desinfló como globo en los recientes comicios de España―, lo mismo que por las peroratas de los patrones de movimientos y medios neonazis de todo el orbe.
―Al respecto, ¿qué dices, Henríquez? Di algo.
―Algo.
―En serio, ¿hay otras?
―Sí. No es pa´ menos.
―Lo dije: tocará leer más, Max.
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