Por: Edgar Uruburu
Cuando ya todo parecía perdido en la carrera ciclística de Egan, incluso al comenzar la competencia española donde no tuvo un buen comienza, el de Zipaquirá comenzó a ascender no sólo en las etapas montañosas sino en la clasificación general.
En la tercera etapa el colombiano sufrió en el ascenso, pero logró meterse entre los 10 primeros (noveno) pero a más de 3 minutos del líder Pogačar y detrás de otras grandes figuras del deporte de las bielas. Se mantuvo en esta posición en las siguientes y luego al llegar la etapa reina entre Berga y Queralt llegó en segundo lugar después de Pogačar y seguido de Michael Landa, alcanzó la tercera casilla en la general y a punto de lograr el podio en esta carrera de World Tour.
En la etapa final se hizo realidad el sueño del colombiano, quien después de tantos accidentes e incidentes que ha tenido en su carrera temporada. Para una gran cantidad de aficionados colombianos fue un trauma tremendo cuando Egan, en un entrenamiento en Colombia, se estrelló contra un bus intermunicipal. Incluso fue calificado por algunos medios como una conmoción nacional y es que en esos momentos era uno de los deportistas más queridos del país. En este accidente estuvo a punto de perder la vida, pero afortunadamente logró sobrevivir y poco a poco con terapias y mucha voluntad pudo volver a montarse en la bicicleta y comenzar sus entrenamientos.
Comentarios contra Petro como candidato y presidente
En las elecciones presidenciales de 2022 Bernal criticó desde diferentes puntos de vista al candidato del Pacto Histórico Gustavo Petro y en la segunda vuelta apoyo contundentemente a Rodolfo Hernández, hoy condenado por corrupción.
Luego en julio de 2023 volvió en ristre contra el gobierno de Petro diciendo “que todo va mal” y esto aumentó aún más que gran cantidad de aficionados dejaran de seguirlo y en todas las redes expresaban su desacuerdo con el deportista.
Una de las polémicas se dio porque Petro dijo que con sus compañeros del M 19 había ayudado a construir el barrio Bolívar 83, donde nació Egan. Comentarios y enfrentamientos que cualquier deportista debería evitar. Esto genera circunstancias de doble filo, porque si es cierto cada uno tiene su propia opinión política, no es bueno que un personaje nacional lo haga porque hiere la susceptibilidad de los seguidores u opositores, dependiendo de lo que diga u opine.
En este caso Bernal perdió socialmente lo que había ganado en las carreteras del mundo. Incluso se burló de quienes manifestaron que deberían dejar de seguirlo, por lo cual medios como el periódico El Colombiano manifestó que en su mayoría eran petristas.
Desconociendo que son muchas otras personas quienes también manifiestan su desacuerdo, porque el deporte no debería mezclarse con la política. En ese sentido James Rodríguez ha sido más reservado, esquivando preguntas tendenciosas y suspicaces como las de Vicky Dávila.
El sensacionalismo de los narradores
Uno de los problemas que más causa daño a cualquier deporte es el sensacionalismo. No ayuda mantener la calma ni la ecuanimidad. Los colombianos estábamos acostumbrados a los narradores con mucho conocimiento, voces magistrales y que llenaban de emoción y al mismo tiempo mantenían el respeto por los oyentes o televidentes y los mantenían a la expectativa y contentos.
Pioneros como Carlos Arturo Rueda C. (costarricense), el campeón, Gabriel Muñoz López, Julio Arrastria Bricca (argentino), Pastor Londoño Pasos, entre otros fueron narrando vuelta tras vuelta.
Luego llegaron otras épocas cuando los ciclistas comenzaron a tener relevancia y participación fuera del país. Así mismo aparecieron nuevas voces como las de Rubén Darío Arcila y otros. Y para seguir en la misma ruta trajeron narradores extranjeros como Mario Sábato y Goga Sandoval, quienes desafortunadamente, exageran en su gritería y volumen ensordecedor.
Los sobrenombres que tenían los ciclistas anteriormente no se comparaban con los de hoy en día como son: “Nairoman” Quintana, “Superman López”, “el Monster” Higuita, que lo que hacen es crear falsas expectativas para muchos de los oyentes, que se van más por el significado y entonces los consideran imbatibles y máxime con narraciones como las de Mario Sábato, que se desguargüera gritando que: “este niño maravilla es un prodigio, es algo sensacional, etc., etc.
Reflexiones
Si bien en junio de 2022 escribí acerca de los comentarios de Egan e hice parte de sus críticos y dejó de interesarme su vida, tanto deportiva como personal, en estos momentos debo reconocer que en la vuelta a Cataluña cumplió con un excelente trabajo y demostró que cuando se tienen fuerza y voluntad se llega a lo más alto.
Si bien no fue el campeón logró estar en el podio, con un honroso tercer lugar, que nadie, ni siquiera él mismo esperaba. Esta labor hay que aplaudirla y esperar que en las demás pruebas en las que va a participar tenga un excelente desempeño.
Al mismo tiempo recomendarle al “niño maravilla” que esa misma fuerza que tuvo en sus piernas y esa mentalidad ganadora de su mente la lleve a su cerebro para que reflexione en la importancia de una sociedad con más derechos y, por lo tanto, prime la justicia social, como lo expresó el Papa francisco recientemente. Recordarle que él, en sus comienzos, pedía ayuda por Facebook para reunir el dinero necesario para poder participar en competencias. Estar del lado del pueblo y no de los políticos corruptos (Rodolfo Hernández y Fico) lo haría más digno y más grande; eso sí sería una maravilla.
A los exagerados como Mario Sábato (argentino) y Goga (mejicana, quien ahora es un poco más moderada) pedirles que no sean tan sensacionalistas porque para una sociedad como la actual, endiosar a los deportistas no les hace bien ni a ellos ni a sus seguidores. Recuerden que a “Nairoman” lo amenazaron por no ganar un Tour de Francia porque en radio, prensa y televisión lo habían dado como el más seguro campeón. Afortunadamente los comentaristas son quienes sacan la cara por la moderación, la imparcialidad y el buen juicio. En este sentido es destacable la labor de Santiago Botero (ex campeón mundial de contra reloj), John Jairo Osorio, Ricardo Orrego en Caracol y de Mónica Jaramillo y Juan Charry en RCN.
¿Ustedes se imaginan si Pogačar no hubiera sido esloveno sino colombiano? La gritería de Sábato sería insoportable. Hay que buscar el equilibrio para que esos momentos inolvidables los disfruten tanto quienes les gusta ese tipo de gritones y quienes prefieren a los mesurados.
Ojalá “el niño maravilla” madure y pueda estar al lado de la mujer Maravilla (quien lucha en favor del bien y de la paz) y se dedique a llegar muy alto tanto en el ciclismo y en la vida real. Que no olvide que nació y creció en un barrio pobre, que debe ser humilde, sabio en pensamiento y palabra, para recuperar a los seguidores que perdió cuando se burló de ellos y así vuelva a ser uno de los ídolos más queridos de Colombia y el mundo.
Vencer al esloveno Tadeg Pogačar y a al danés Jonas Vingegaard es casi un imposible, pero como en el fútbol, nada está escrito y si llegase a ser campeón en la vuelta a España, el Giro de Italia o el Tour de Francia sería una de las hazañas deportivas más grandes del ciclismo colombiano.
Buena suerte Egan Bernal, a quien han debido bautizar no como “el niño maravilla” sino como el Rey de Zipaquirá, o el Zipa Bernal, en homenaje al indomable Zipa Forero, el primer campeón de la vuelta a Colombia.
Cabe anotar que el Zipa era la máxima autoridad de nuestros ancestros los Muiscas. Más acordes fueron los sobrenombres de Rafael Antonio Niño, “el niño de Cucaita”, Carlitos Montoya, el “monarca del Valle” y el gran Lucho Herrera, “el jardinerito de Fusagasugá” y de muchos otros y tal vez por ello fueron más humildes, no olvidaron sus orígenes y, por lo tanto, no se les subieron los humos a sus cabezas, como sí les sucedió a Egan y a Nairo Quintana.
Que ojalá sigan montando y triunfando con los “caballitos de acero” y no con los caballistas del Ubérrimo.
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