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Exmilitares reconocieron ´falsos positivos´ en el Caribe



La Justicia Especial de Paz (JEP) y las víctimas se sentaron este lunes a escuchar a 12 exmilitares señalados de cometer falsos positivos en la región Caribe del país. Los comparecientes pertenecían al Batallón La Popa. Allí asesinaron a 127 civiles que fueron presentados como bajas en combate.



“Siempre me pregunto por qué se ensañaron contra él. ¿Por qué lo señalaron tan feo? Mi mamá sufre, él no tenía nada que ver con los grupos armados. A él lo único que le hizo falta fue tierra para trabajar, porque verraco si era, era agricultor. (...) Estuvo con nosotros hasta los 22 años. Se fue para Valledupar, allá fue humillado y masacrado por miembros del Ejército”, le comentó Delfina Bolaños, hermana de Joaquín Bolaños Fonseca, campesino asesinado por miembros del Ejército y luego presentado como una baja en combate.


Los hallazgos de la Sala de Reconocimiento de Verdad de la JEP indican que 127 personas fueron asesinadas y presentadas como bajas en combate entre enero de 2002 y julio de 2005 por los 12 imputados del Batallón La Popa. Entre las víctimas hay 12 indígenas de los pueblos kankuamo y wiwa de la Sierra Nevada, además de una niña de 13 años en embarazo.


Los señalados por la JEP como responsables de estas ejecuciones extrajudiciales son Alex José Mercado Sierra, Carlos Andrés Lora Cabrales, Eduart Gustavo Álvarez Mejía, Efraín Andrade Perea, Elkin Leonardo Burgos Suárez, Elkin Rojas, Guillermo Gutiérrez Riveros, Heber Hernán Gómez Naranjo, José de Jesús Rueda Quintero, Juan Carlos Soto Sepúlveda, Manuel Valentín Padilla y Yeris Andrés Gómez Coronel.


Los 12 imputados ya reconocieron su responsabilidad por escrito, hay otros tres militares que no reconocieron su responsabilidad y, de ser hallados culpables, podrán enfrentar una pena de hasta 20 años de cárcel.



“Vengo a reconocer los crímenes que cometí siendo miembro del Ejército Nacional (...) Acepto mi responsabilidad en asesinar a personas protegidas y de cometer desaparición forzada. Fui encubridor de los paramilitares. Hice parte de un grupo que se convirtió en una organización criminal dentro del Ejército, eran personas que no hacían parte del conflicto armado. Siempre obedecí órdenes de mis superiores, nunca las cuestioné y hoy reconozco que destruí sueños y proyectos de vida”, reconoció el soldado profesional Yeris Andrés Gómez Coronel.


Y añadió que: “No soy merecedor de su perdón, porque personas con su nobleza no merecen pasar por este inmenso dolor. Ningún ser humano lo merece. Lamento causar tanto daño. Muchas madres le dijeron adiós muy pronto a sus hijos”. COLPRENSA

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