Una profunda crisis en el sector de los trabajadores de la salud se podría experimentar en los próximos años en Colombia, debido a condiciones de desprotección laboral, asegura un estudio adelantado por la Corporación para el Desarrollo de la Seguridad Social, Codess, entidad sin ánimo de lucro, y la Universidad del Rosario.
El informe evidencia inestabilidad y precariedad laboral, diferencias salariales, exposición a riesgos en el desarrollo de sus actividades y sobrecarga laboral entre las razones por las que auxiliares y enfermeras en Colombia han acelerado la migración a otros países.
También advierte diferencias salariales como brechas de género, pues a pesar de que el sector es fuertemente ocupado por mujeres (80 % para el personal de enfermería), los hombres tienen ingresos laborales en promedio más altos que ellas.
El personal de enfermería obtiene ingresos promedio mensuales entre 2 y 2,8 millones de pesos, mientras que el personal médico gana en promedio 6 millones o más.
Frente a la inestabilidad y precariedad laboral, los resultados apuntan a reducir la alta rotación de personal que se presenta en el sector, lo que beneficiaría directamente la calidad en la atención a los pacientes, pues existe una oferta insuficiente de trabajadores de la salud, las enfermeras atienden hasta 25 personas por día y son ellas quienes tienen mayor probabilidad de estar en condiciones precarias que el personal médico, que por su parte atiende hasta 23 pacientes en el día, aunque lo recomendado por la OCDE son máximo 15 atenciones diarias.
Por otra parte, frente a la sobrecarga laboral se reveló que durante los últimos dos años el personal ocupado creció significativamente como respuesta a la emergencia por la pandemia del COVID-19 (4,5% para enfermería y 16,6% para medicina), sin embargo, fue insuficiente para atender la emergencia sanitaria.
Otro de los hallazgos sobre la situación actual del personal de la salud en el país pone de manifiesto los aumentos constantes en las horas trabajadas semanalmente, que se han venido presentando desde 2018, donde en promedio se trabajan 47 horas semanales para ambos tipos de población. Además, los tiempos de descanso prácticamente son inexistentes.
También evidencia las diferencias de salarios regionales, por ejemplo, desde 2019 en Bogotá ha disminuido el salario del personal de enfermería y en ciudades como Cartagena, se han presentado las mayores reducciones salariales para los médicos.
“La falta de condiciones óptimas laborales ha generado que el personal en enfermería migre a otros países. Esto se ve reflejado en que no se encuentra una disponibilidad suficiente de personal de la salud en el país que logre cubrir la oferta laboral existente”, dice el estudio.
Entre los riesgos a los que están expuestos los trabajadores de la salud, se advierte falta de lugares que permitan el descanso adecuado del personal de enfermería, pues solo el 10% de los encuestados disfruta de estos espacios.
Así como la importancia de prestar atención en salud mental a los trabajadores del cuidado de la salud que resultaron afectados por el trabajo intensivo durante la pandemia, pues el 27% de los encuestados contó con acompañamiento psicológico. COLPRENSA
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