Barranquilla y Santo Domingo, la capital dominicana, serán en el año 2050 las ciudades más afectadas en Latinoamérica y el Caribe como consecuencia del Cambio Climático de acuerdo a las predicciones del Banco Mundial, nos recordó esta semana, en un interesante artículo, el profesor español Antonino Vidal, Doctor en Historia, especializado en Historia del Gran Caribe, autor de varios libros, ex -Director del Departamento de Historia de la Universidad del Norte y actual catedrático de la Pontificia Universidad Católica Madre Maestra, en República Dominicana.
Ya otros medios importantes como la prestigiosa revista “América Economía” y “El País” de España – el diario de mayor circulación de habla hispana en el mundo – habían dado cuenta de esta predicción en su momento, en el 2013. De hecho, el informe del Banco Mundial advierte que otras tres ciudades completan el Top 5 a nivel mundial: Alexandria (EEUU), Nápoles (Italia) y Sapporo (Japón) y sostiene que la erosión causada por el agua salada y las inundaciones de las zonas costeras serán sólo algunas de las consecuencias más graves de este fenómeno.
Esta vez, el artículo del profesor Vidal: “La subida del nivel del mar y nuestra inacción”, publicado en www.elcaribe.com.do, indica que en una reciente investigación de la Oficina Nacional de Océanos y Atmosfera de los EEUU – con la participación de 6 agencias estadounidenses, incluida la NASA – se recogió un enorme caudal de datos que “..confirma la ineludible subida del mar, en al menos 30 centímetros durante las dos próximas décadas… lo que provocará cambios considerables en las líneas costeras de todos los países del mundo, provocando un aumento de las inundaciones que serán recurrentes..”. Incluso “…El informe argumenta, con evidencias de peso, que si no frenamos la irracional quema de combustibles fósiles, para el año 2100 el nivel del mar aumentará entre uno y dos metros…”
Es muy diciente entonces que el mismo Banco Mundial haya aprobado hace 6 meses un préstamo a República Dominicana (cuya capital es Santo Domingo) por US$ 1.800 millones para apoyar, entre otros: “una mayor resiliencia al Cambio climático” y otro empréstito hace un año a Barranquilla por US$ 250 millones, que incluye: “avanzar en la apuesta ambiental de la urbe”.
Afortunadamente y de manera oportuna, en el caso nuestro el alcalde Jaime Pumarejo se ha trazado como meta convertir a Barranquilla en la primera “Biodiverciudad” del país, y en ese sentido está dando pasos seguros a través de diferentes planes (la Eco ciénaga de Mallorquín, el Gran Bosque Urbano en Miramar, la implementación de la Energía Solar en establecimientos públicos, etc.), lo cual, sin lugar a dudas, pone en el primer plano el tema de la lucha contra el cambio climático, pero creemos, que hace falta mucho más.
Ojalá las otras ciudades de nuestra región ubicadas sobre el mar Caribe comiencen a elaborar sus propios planes, pues de acuerdo a la reconocida organización “Climate Central”, que analiza e informa sobre el Cambio Climático, en ese 2050 el mar habrá devorado al Centro Histórico de Santa Marta, algunos sectores de Cartagena, como Prado y Esperanza, entre otros, y a la Ciénaga Grande, en el departamento del Magdalena.
Finalmente, un juicioso documento del Banco Mundial titulado: “Hacia la Construcción de una Sociedad Equitativa en Colombia”, publicado hace unos meses, establece la incidencia del Cambio Climático en las zonas más pobres del país (como nuestra región) y recomienda como políticas: Invertir en cadenas de valor agrícolas climáticamente inteligentes, fortalecer la capacidad de adaptación del sistema de protección social para garantizar la resiliencia y ampliar los precios del carbono.
¡Estamos advertidos!
@vherrera
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