
Las últimas semanas han estado marcadas por una creciente tensión dentro del gobierno del presidente Gustavo Petro. Los escándalos han aumentado, en gran parte, debido a declaraciones de sus propios ministros y colaboradores cercanos, evidenciando conflictos internos como los roces en el Consejo de Ministros y el entramado de corrupción relacionado con alias Papá Pitufo en la DIAN.
El episodio más reciente involucra al ministro de Comercio, Luis Carlos Reyes, quien acusó al actual embajador de Colombia en el Reino Unido, Roy Barreras, de haberle solicitado la designación de personas en la DIAN en Buenaventura y Cali.
Según Reyes, en una conversación con Barreras, este le habría entregado hojas de vida para los cargos en las aduanas de ambas ciudades, utilizando una curiosa analogía para justificar su solicitud:
“Me dijo: Apreciado Luis Carlos, tú eres un tipo muy prometedor, eres como un futbolista. Imagínate lo feo que sería que a Messi le rompieran las piernas’”, declaró Reyes en una entrevista con La W Radio.
El ministro también aseguró que informó a la fiscal general, Luz Adriana Camargo, sobre el episodio. En la reunión estuvieron presentes la exesposa de Barreras y otra persona cuyo nombre no quiso revelar.
Además, Reyes reveló que el hermano del presidente, Juan Fernando Petro, lo visitó en su despacho junto con César Augusto Valencia, emisario de Diego Marín Buitrago, alias Papá Pitufo, para gestionar el nombramiento de un director seccional de la DIAN en Buenaventura.
Tras las declaraciones de Reyes, el embajador Roy Barreras rechazó enfáticamente las acusaciones y negó haber hecho solicitudes de ese tipo. "Jamás he usado ese ‘lenguaje mafioso’, ni he pedido nombramientos en la aduana de Buenaventura", afirmó el embajador de Colombia en el Reino Unido.
Además, lanzó una fuerte crítica contra Reyes y otros miembros del gobierno, insinuando que las denuncias hacen parte de una estrategia política en su contra:
“Falta una eternidad para las elecciones de 2026, y ya en las oscuras cuevas de los culpables y cómplices de la peor maldición de nuestra patria el narcotráfico y la corrupción han empezado a disparar contra quienes creen que pueden evitar su regreso al poder con su estela de sangre, mafia, extrema derecha y destrucción de la democracia”, escribió Barreras.
Divisiones en el gobierno Petro: una crisis cada vez más evidente
El enfrentamiento entre Reyes y Barreras es solo un capítulo más en la serie de disputas internas dentro del gobierno de Petro. Los conflictos entre funcionarios han expuesto profundas fracturas en el gabinete, debilitando la capacidad de articulación del Ejecutivo.
El Consejo de Ministros de hace dos semanas evidenció estas tensiones. Lejos de proyectar una imagen de cohesión y transparencia, el encuentro dejó al descubierto disputas internas que han afectado el cumplimiento de las metas gubernamentales.
Las diferencias también se han visto reflejadas en los cuestionados nombramientos de Armando Benedetti como jefe de gabinete y de Laura Sarabia como canciller, lo que llevó a la renuncia de ministros clave como Juan David Correa (Cultura) y Susana Muhamad (Ambiente).
A estos conflictos se suma el enfrentamiento entre Laura Sarabia y Gustavo Bolívar, director de Prosperidad Social, por la falta de asistencia a los colombianos deportados desde Estados Unidos.
“Funcionarios de Prosperidad estuvieron ahí, Laura Sarabia miente, presidente”, denunció Bolívar.
Incluso el propio Gustavo Petro reconoció la existencia de ”egos individuales y grupales” dentro de su gobierno y solicitó la renuncia de todos sus ministros para evaluar el futuro del gabinete.
“Un gabinete no debe ser una lucha por los votos del pueblo; eso daña al gobierno y al pueblo”, afirmó el mandatario.
El escándalo de corrupción de ‘Papá Pitufo’ y nuevas disputas internas
El caso de alias Papá Pitufo también ha generado enfrentamientos dentro del Ejecutivo. Augusto Rodríguez, director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), vinculó a Diego Marín Buitrago con la campaña de Gustavo Petro y señaló a Armando Benedetti como intermediario.
Rodríguez presentó una imagen en la que aparecen Benedetti y el empresario catalán Xavier Vendrell en la Casa de Nariño, apenas unos días antes del polémico Consejo de Ministros.
“Pocas horas después del televisado gabinete del 4 de febrero de 2025, mientras esperábamos para reunirnos con el presidente, Gustavo Bolívar y yo salimos por un café y nos encontramos con esta discreta escena”, reveló Rodríguez.
Lejos de esclarecer los hechos, Benedetti respondió con una denuncia penal contra Rodríguez por injuria y calumnia, además de acusarlo de extralimitación de funciones al adelantar investigaciones.
“Este es un hostigamiento inaceptable que genera serios cuestionamientos sobre el respeto a los derechos fundamentales y la utilización indebida de instituciones del Estado con fines personales y políticos”, afirmó Benedetti.
Impacto en la gobernabilidad y ejecución de políticas públicas
La falta de cohesión en el gobierno ha dificultado la implementación de políticas clave, afectando la credibilidad del Ejecutivo y generando incertidumbre en sectores estratégicos del país.
La continua exposición de disputas internas ha debilitado la confianza en el gobierno, afectando su imagen ante la opinión pública y disminuyendo su capacidad de acción en el Congreso.
Ante este panorama, expertos advierten que el presidente Petro deberá tomar medidas drásticas para restablecer el orden en su equipo de trabajo si quiere asegurar la estabilidad de su administración y recuperar la confianza ciudadana.
La reestructuración del gabinete, la implementación de mecanismos de control más estrictos y la mejora en la comunicación interna serán clave para evitar que la crisis interna continúe deteriorando su gestión.
¿Podrá el gobierno de Petro superar esta crisis?
Lejos de consolidarse como un equipo cohesionado, el gobierno de Gustavo Petro enfrenta cada semana nuevos escándalos y disputas internas que ponen en riesgo su estabilidad.
Las denuncias cruzadas, los constantes cambios en el gabinete y la falta de articulación entre entidades reflejan un Ejecutivo debilitado, donde la lucha por el poder interno parece opacar la ejecución de políticas públicas.
El futuro del gobierno de Petro dependerá de su capacidad para resolver estas diferencias y enfocar sus esfuerzos en gobernar de manera efectiva. Sin embargo, si los conflictos persisten, el panorama político podría volverse aún más incierto. COLPRENSA
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