A finales de abril hubo conmoción en Barranquilla luego de que la Policía revelara la captura de Liliana Margarita Monsalve Mejía, la rectora de un jardín infantil acusada de vender droga para el grupo criminal de los Pepes Mafiosos, conocido también por cometer extorsiones en toda el área metropolitana de la ciudad.
En la tarde del jueves 2 de mayo, durante una de las audiencias de imputación de cargos, la Fiscalía reveló una serie de comunicaciones interceptadas a la rectora y a su hermano, en las que queda en evidencia cómo funcionaba el negocio de venta de droga.
En los audios se oye a los hermanos Liliana Margarita y Sebastián Monsalve Mejía, junto a otros individuos, negociando la droga y exponiendo la calidad de la misma ante compradores, a los que les vendían al por mayor.
En una de las conversaciones interceptadas se oye una negociación entre Sebastián Monsalve y un cliente sobre el precio y la cantidad de del tussi que ofrecían, detallando las condiciones de venta y discutiendo aspectos específicos del producto, lo cual evidencia la naturaleza y el alcance de las operaciones ilícitas de la organización.
Desde el comienzo de la audiencia, la Fiscalía expresó su intención de solicitar con urgencia el encarcelamiento preventivo de varios miembros clave de la red, incluyendo a los mencionados hermanos Monsalve Mejía y figuras como Pablo Enrique Roncallo Beltrán, alias Pablito; Juan David Vergara Quiroga, alias Juancho; Fred Enrique Taboada Tapias, alias Fred; María Fernanda Fernández Olivares, alias Mafe; Luis Miguel Fray Palencia, alias el Gordo; y Alberto Mario Visbal Torres, alias Beto.
Por otro lado, Luigi Andrés Rossi Acuña, alias Luigi, y Lithzay Johana Mendoza Logreira, alias Isa, quienes aceptaron su participación en el cargo de concierto para delinquir, enfrentan una solicitud de medida de aseguramiento domiciliario.
La Fiscalía se concentró especialmente en las comunicaciones interceptadas a Liliana Margarita, conocida en el bajo mundo como alias Lili, a quien acusó de asesorar a Sebastián Monsalve en la adquisición de drogas al por mayor, usando un lenguaje codificado que incluía términos como “Cilantro”, “Blanco” y “Rosado” para referirse a distintos tipos de sustancias ilícitas, como la marihuana, la cocaína y tussi o cocaína rosada.
Además, se señaló una conversación entre los hermanos Monsalve sobre la necesidad de adoptar precauciones extremas para evitar la detección por parte de las autoridades, resaltando el nivel de paranoia y las medidas de seguridad adoptadas por la red ante la creciente presión policial.
La Fiscalía también destacó la iniciativa de una segunda fase en la investigación, la cual apunta a desenmascarar la colaboración de ciertos miembros de la Policía Metropolitana de Barranquilla y de la Sijín, quienes habrían facilitado las actividades delictivas de los Pepes Mafiosos, permitiendo que la red operase con un grado significativo de impunidad.