Por: Jorge Vergara Carbó
En el mes de abril, escribimos cuatro artículos sobre el posible negocio que se daría entre Aire y Afinia con el gobierno nacional, para que asumieran el mercado del Caribe colombiano. En esos cuatro artículos titulados “primera, segunda, tercera y cuarta parte del documento “Peor es el Remedio que la Enfermedad” expusimos con anticipación lo que sucedería con la adjudicación a la empresa Aire del mercado de los Departamentos del Atlántico, Guajira y Magdalena, dado los antecedentes en el sector del señor Alberto Ríos Velilla, en el manejo del contrato de las basuras en Bogotá, pero principalmente por la forma en que se hizo propietario en compañía de los señores Alex Char, y los primos Nule, de la empresa de energía de Tolima, negociación que lograron con un préstamo ilegal por parte del DNE al señor Alex Char por $30.000 millones, y la utilización de los recursos del contrato “Autopista Bogotá -Girardot” para hacer esa negociación, y después terminaron apropiándose de Enerpereira, empresa que hoy es la dueña de Aire.
En las cuatro entregas, las cuales publicaremos en la página Web jvc política pública, demostramos que el señor Alberto Ríos, no cumplía con el 100%, de los requisitos exigidos en el pliego de condiciones (tercera parte) y tampoco tenía el musculo financiero adecuado para asumir ese mercado, por ello no cumplía con otro requisito como era el de garantizar la compra de energía en bloque, para no tener que exponerse en bolsa, tal como lo ha hecho.
Ocho(8)años, después se repite la historia de Electricaribe, ahora con la empresa AIRE, y se vuelve a insistir en lo mismo “Intervengan la empresa”, lo viene persiguiendo hace meses el señor Alberto Ríos, con su abogado Jaime Lombana , mediante distintas estrategias, como la de demandar a los generadores, presionar al gobierno para que asuma la deuda de la opción tarifaria y acelere el pago de los subsidios, y buscando financiación subsidiada del gobierno nacional y parece ser que la estrategia le funciono, tal como le funciono hace 8 años, a los señores de Electricaribe que contaron con la colaboración de los gremios del Atlántico, Parlamentarios, gobernadores, alcaldes y por supuesto del super intendente de esa época “José Miguel Mendoza,, que le pedían a gritos que interviniera la empresa. Hoy le piden lo mismo.
Hace 8 años, nos opusimos a esa intervención, por una sencilla razón: Electricaribe estaba en quiebra, por ello afirmábamos esperemos a que se declare en quiebra, y le entreguen la empresa al gobierno sin necesidad de tener que pagarle peso alguno.
Que hicimos, la intervenimos y eso 0les dio pie a los españoles, para demandar ante la CIADI aduciendo que los habíamos expropiado. Para defenderse ante esa demanda el gobierno se vio obligado a reconocer en la CIADI, que Electricaribe no había sido expropiado, sino intervenido, y en el momento de lograr vender esos activos, los recursos se le entregarían a Electricaribe como efectivamente sucedió. Le entregamos la plata que recibimos de Alberto Ríos y de EPM, aproximadamente unos $600.000 millones.
Hoy, el señor Alberto Ríos, con su abogado Jaime Lombana y sus antiguos socios e influencia política, piensa hacer lo mismo, en el gobierno del cambio, y en forma extraña porque no le corresponde a la CREG, que no decide nada hace dos años, decidir en un dos por tres, intervenir a la empresa Aire (Creg dio luz verde para intervenir a Air-e: sin plata para operar en la Costa Caribe).
Vuelve y juega “intervención”, no pueden esperar que los propietarios de Aire se declaren en quiebra, hay es que intervenirlos para favorecerlos.
Esa es la doble moral, con la que el sector privado juega, socializar las pérdidas y quedarse con las ganancias. Acaso el señor Ríos Velilla, no sabía con antelación en el negocio que se estaba montando. Ustedes no se preguntan, como no se preguntaron el presidente Duque, la señora Avendaño el porque si este era tan buen negocio, no participaron empresas multinacionales del sector eléctrico en este negocio, y porque Celsia decidió no participar, porque sabían tal como lo planteamos en nuestros escritos que el negocio no era bueno, prueba de ello, los 23 años, en manos de los privados extranjeros, no fueron suficientes para consolidar a Electricaribe, menos lo iba a ser el señor Alberto Ríos, que no tenía la experticia para este tipo de mercado, ni el musculo financiero necesario. Esto es tan cierto, que el caso de Afinia es diferente, porque esta manejado por una empresa que sabe del negocio y que cuenta con personal capacitado y con recursos financieros y técnicos para apoyarlos, tal como lo viene haciendo. Afinia es una empresa que arroja utilidades financieras, que tiene problemas de liquidez, pero que viene haciendo las inversiones necesarias para mejorar el servicio.
Aire, entro al negocio y el señor Alberto Ríos Velilla y sus socios, deben responder, intervenirlos es darle más regalos, de los que el presidente Duque les dio. Aire Pagó por el mercado $285.000 millones, y a cambio recibió:
El pago del pasivo pensional $1.5 billones (Aire-Afinia)
La cartera de Electricaribe en liquidación por $1.5 billones
La facturación de 20 días de septiembre de 2020, $150.000 millones
Las inversiones después de toma por $2.2 billones
Por concepto de sobre precio de pérdida de energía y comercialización han facturado del 2021 a julio del 2024, la suma de $3.8 billones, cifra superior a los $2.6 billones que tenían que invertir.
Por opción tarifaria de febrero a agosto del 2024, ha facturado $715.600 millones, de una posible deuda de $850.500 millones
Finalmente, en la cuarta parte del documento “Peor el remedio que a enfermedad concluimos con lo siguiente:” Ahora es “Peor el remedio que la enfermedad” terminamos regalándole Caribe Sol a un privado, por US$73 millones, por una empresa que le invertimos en tres años, US$1.676.2, millones y que hace 22 años, esa misma empresa la vendimos en US$800 millones. Le vendimos al consorcio Energía de la Costa, que no garantiza la prestación de un buen servicio por no tener musculo financiero, ni experiencia técnica. Lo más probable es que en dos o tres años, tiren la toalla, no hagan inversión alguna y terminen en quiebra, lo que obligara al gobierno a volverla a intervenir quedando en una peor situación que la actual”.
Al igual, que con el proyecto TEBSA y TERMOFLORES vaticinamos la quiebra de Corelca, hace cuatro años (abril 2020) dijimos lo mismo sobre la quiebra de AIRE, acertamos en ambas predicciones.
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