En Colombia se registraron 615 agresiones graves contra niños y niñas entre el 1 de julio de 2021 y el 30 de junio de 2023, lo que supone un aumento del 61% respecto al periodo anterior (2019-2021), según la ONU.
A pesar de los avances en el Acuerdo Final de Paz, la reanudación de las negociaciones con el ELN y los diálogos con otros grupos armados, un nuevo informe del Secretario General de la ONU sobre niñez y conflictos armados señaló un aumento de las graves violaciones contra la niñez.
El reclutamiento y la explotación de 347 niños sigue siendo la violación más común, seguida de asesinatos, mutilaciones y secuestros, que afectan al 41% de los niños y niñas indígenas y afrocolombianos.
Estas comunidades en áreas rurales remotas enfrentan graves necesidades humanitarias y discriminación, mientras los grupos armados compiten por el control de ingresos ilícitos ligados a drogas, minería y recursos naturales.
La violencia sexual, los ataques a escuelas y hospitales y la denegación de acceso a la ayuda humanitaria también aumentaron con respecto al periodo del informe anterior sobre Colombia.
Las 615 violaciones graves contra la niñez incluyen: reclutamiento y utilización (232 niños y 115 niñas); casos de asesinato y mutilación (87 niños, 42 niñas y 4 de sexo desconocido); violencia sexual (3 niños y 30 niñas); secuestro (32 niños y 12 niñas); 41 ataques a escuelas y hospitales, y 16 denegaciones de acceso a la ayuda humanitaria.
“Hago un llamado a todas las partes para que cesen el reclutamiento y la utilización de niños y niñas. Pongan fin a la violencia sexual y respeten la inviolabilidad de escuelas y hospitales”, dijo Virginia Gamba, representante especial del Secretario General sobre la Niñez en los Conflictos Armados.
“Deben aplicarse medidas de protección para la niñez, en particular para las comunidades indígenas y afrocolombianas”, agregó.
El informe también destacó que los efectos persistentes y a largo plazo de la pandemia del COVID-19 sobre la pobreza y la educación, entre otros, contribuyeron a aumentar la vulnerabilidad y el riesgo de que los niños fueran reclutados por grupos armados, víctimas de trata y explotación sexual y de otras violaciones graves.
Además, resaltó avances en la protección de la niñez, como la implementación de la política de “paz total” y el respaldo gubernamental a la Declaración de Escuelas Seguras.
La reintegración de niños desvinculados de grupos armados sigue progresando, con 392 inscritos en programas especializados, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
“Los esfuerzos de prevención deben continuar para permitir que los niños y las niñas en Colombia se recuperen del impacto del conflicto armado y construyan su propio futuro”, concluyó Gamba. COLPRENSA
Comments