Crece como la espuma la indignación y la protesta en la región Caribe por el alza desmesurada de las tarifas de energía, las más altas del país, a tal punto que el aumento en las facturas por la prestación de ese servicio por parte de los dos operadores Air-e y Afinia entre junio del año 2021 y junio de 2022 sobrepasó el 70%, cifra esta escandalosa. Como bien dice el Editorial de El Heraldo, “el progresivo incremento de las tarifas de energía en la región Caribe amenaza con convertirse en una bomba de relojería con potencial desestabilizador”. Así de grave y amenazador es el asunto.
A ello ha contribuido especialmente el cargo por pérdidas reconocidas (PR), que pasó de $41.49 por KWH a $247, en contraste con el promedio nacional de $50 por KWH. Y no es para menos, habida cuenta que mientras en el resto del país las PR son del orden de 12.75% dicho cargo en la fórmula tarifaria de la región Caribe es del 34.23% para Air-e y 30.68% para Afinia. Ello en razón de que no sólo se les reconocen las pérdidas técnicas sino aquellas atribuibles a robo de energía e instalaciones fraudulentas.
Afirma el viceministro de energía Miguel Lotero, para justificar las alzas de tarifas, que “la financiación de estas nuevas inversiones debía hacerse vía tarifa”. Es decir que, a diferencia de lo que se da en el resto del país, en donde a los operadores la CREG les reconocen y remuneran las inversiones ejecutadas en los últimos 5 años a través de la tarifa, en la región Caribe es al revés, somos los usuarios los que vía tarifas estamos financiándole a las empresas, como bien dijo el viceministro, las inversiones que ejecuten.
Por su parte el director ejecutivo de la CREG Jorge Valencia planteó ante el Congreso de la República como explicación de las alzas desproporcionadas de las tarifas de energía que el órgano regulador “debe velar por tarifas eficientes y servicios adecuados, pero también para que las empresas puedan recuperar los costos en que incurren”, cuando, como ya lo hemos visto, no han incurrido en ellos. Por ello, con toda razón, le respondió la directora de El Heraldo que “eso no es lo que ocurre con exactitud. La desazón de los usuarios en la Costa frente a los impagables valores de su factura demuestra que la CREG cumple su labor a medias”.
En medio de la controversia que se ha suscitado en torno a las tarifas, la Superintendente Natasha Avendaño terminó revelando el valor real que pagaron Air-e y Afinia por los activos que adquirieron, sólo pagaron $149.207 millones (¡!) y no $6.4 billones, como intentó hacer creer sumando peras con manzanas, al 1 Miembro de Número de la ACCE 2 pretender hacer pasar por “pago” los $5.7 billones a los que se comprometieron a invertir y la capitalización de sus propias empresas por valor de $567.862 millones que van a sus estados financieros y no al fisco nacional. No se puede hacer pasar gato por liebre para engañar a incautos. A otro perro con ese hueso.
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