Erika Fontalvo afirmó que "Gremios de Barranquilla y Atlántico se unen en duro reclamo a @MinTransporteCo por el negligente manejo de la crisis de calado en el canal de acceso. No han sido "ni ágiles ni eficientes...., dicen".
Más razones para una eficiente ocupación del ejecutivo, recortándole mandos y tareas; porque razón tiene quien dijo: "El que mucho abarca, poco aprieta". Y en calificativo de ineficientes, así ha sido éste gobierno central y todos los antecesores.
Mientras la figura presidencialista siga siendo la máxima instancia apetecida de poder y mando en la Nación; además de restarle poder constitucional para que sea menos importante y más eficaz, ¿alguien más encuentra otra fórmula para fumigar el conato de la visceral bronca política electoral que polariza al país, elección tras elección?
Y regionalmente acojamos fortalezas y desechemos debilidades: Porque hay regiones reconocidas pacíficas, como la Costa Caribe, por tomar un ejemplo, pero que son estigmatizadas y señaladas en un país de violentos, que no le permiten que su economía regional adquiera protagonismo y beneficios del turismo extranjero por un veto de peligro general internacional hacia todo el país.
Contrariamente, hay regiones en mayoría ciudadana objetivas, que a la hora de elegir al candidato presidencial con las mejores credenciales, se ven perjudicadas en la votación nacional, por otras regiones en connivencia del clientelismo local. La Costa Caribe, en detrimento democrático, moral y ético nacional.
Y al final de contar la historia de Colombia, la Impúdica negligencia se apodera de todo un país lleno de regiones con características ventajosas en su diversa geografía, pero que nadie ha podido lograr integrar mediante la fortaleza de sus líderes políticos y remar juntos hacia el desarrollo integral pacífico nacional.
Es por eso, que sería un despropósito de país armar rancho aparte pretendiendo un regionalismo-separatista, sabiendo que en cada región hay un potencial diverso con riquezas naturales conjuntamente con virtudes humanas que la otra no cuenta.
Metáfora. Si en el principio el verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros; ahora, en otro tiempo se dijo que: "Un pueblo unido jamás será vencido", y en semejanza, ¿ya será hora que lo segundo retórico se vuelva un verbo unificado nacional?
Vuelvo con el tema de elección presidencial. Hay quienes califican la precandidatura de Alejandro Gaviria, como alguien que le aporta civilidad y altura al debate nacional; independientemente de sus sombras como funcionario público y sus luces como catedrático, el mensaje debe trascender a la Comunidad Internacional.
Un mensaje que en medio del grito, la descalificación y la ofensa, como manera reiterada de hacer política y conquistar la mayoría de adeptos, también en Colombia vean que existe la decencia, incluso, la sabiduría para hacerse un paso al costado, si para convivir unidos y pacíficos, así lo amerite la contienda.
Y he aquí otro punto a mi favor de la propuesta de ir graduando a menor escala el protagonismo a la elección presidencialista, restándole importancia y responsabilidad a la rama ejecutiva en poder del presidente de la República, porque también se dijo una vez: "muerto el perro, se acaba la rabia".
Mensaje para la rama judicial. Porque debo "velar como proponente primario", por su inseguridad física, porque los jueces justos NO imparten justicia en el país de los "hermanitos de la caridad".
En semejanza, si en la ideología de este sistema capitalista, la fórmula mixta segura para crear empleo y desarrollo social-económico, es a través de lo público-privado; la seguridad también debe ser mixta, sobre lo terrenal-celestial.
Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. Salmo 117:1.