Una minoría de banqueros, terratenientes, clase emergente y clanes políticos corruptos están iracundos, sin razón aparente, por las reformas impulsadas por el Jefe de Estado Gustavo Petro. Sin razón aparente, porque las reformas no son contradictorias al capitalismo.
Las reformas permiten el desarrollo interno del capitalismo. El capitalismo tiene fases y facetas. Las facetas son caras de un mismo sistema, modelos productivos que le sirven al capitalismo, en un momento dado, para la acumulación y concentración de riquezas. El capitalismo salvaje y rentista en Colombia es obsoleto. Pero este puñado de “pica piedras” siguen anclados en el pasado. La aparente razón de sus berrinches es porque a ellos les va muy bien y no les importa que a la inmensa mayoría de colombianos les vaya muy mal.
"La economía va bien, pero el país va mal”, dijo, en su momento (1981), Fabio Echeverri, presidente de la ANDI, y furibundo uribista. Pero esa narco-economía naciente (bonanza marimbera, bonanza cocalera, ventanilla siniestra del Banco de la República, etc.) también nos condujo al abismo y, hoy, estamos tocado fondo.
Son riquezas obtenidas fácilmente. Es la ley del menor esfuerzo. ¿Le conviene a Sarmiento Angulo y al Grupo Empresarial Antioqueño dejar de manejar a su antojo los ahorros de los trabajadores colombianos depositados en sus fondos de pensiones (Porvenir y Protección)? ¿Les conviene a los capos del narcotráfico y del micro tráfico dejar de recibir las rentas del lavado de activos provenientes de ese comercio ilegal?, ¿Los clanes políticos dejarían de robar al erario a través de contratos y mega contratos? ¿Dejarían esas mafias politiqueras los carteles de la contratación?, llamados también carruseles de la contratación. ¿Por qué dejarían de cometer delitos contra la administración pública si esos "políticos" parásitos no saben hacer otra actividad diferente? Tanto dinero fácil y malversado da cuenta que la Primera Dama de la Nación María Juliana Ruiz, esposa del ex presidente Duque, estuvo durante el día (30 de enero de 2020) en el evento musical Hay Festival (se celebra Cartagena) y regresó a Bogotá en el avión presidencial FAC 002 para cambiarse de ropa y cucos y retornar a las 8 p.m. a La Heroica para asistir a una cena que ofreció la canciller Claudia Blum en la sede alterna de la cancillería ubicada en el centro histórico de Cartagena.
¿Por qué dejar el negocio de "engorde" de tierras, el robo de tierras baldías y espacios públicos del Estado para continuar implementando una errada ganadería extensiva y complejos inmobiliarios rentables? ¿"Mujer fácil, polvo gratis"?
Están rabiosos por culpa de su ceguera y no hay nada más irritante para los ciegos que el brillo de la luz. Intentan seguir manejando al país desde la oscuridad de sus mentes sesgadas, desde las penumbras en donde sobresalen las enormes sombras de sus egos. Desde allí conspiran para dar un golpe blando contra el presidente de la República.
No es un golpe blando contra Petro, es un golpe ciego con bastones para invidentes. Es un golpe ciego y sordo porque no escuchan que los cambios no son contra ellos sino en favor de ellos. Es la modernización interna del modelo económico capitalista. El presidente Petro lo que intenta es hacerle un gran favor al capitalismo mundial. Petro sabe que el mercado sigue siendo útil pero interpreta que el modelo librecambista en "Locombia" atraviesa por una crisis y hay que revalidar, mientras se oxigena el capitalismo, la expresión francesa: "Laissez faire et laissez passer, le monde va de lui même", usada por primera vez por Vincent de Gournay, fisiócrata del siglo XVIII contra el intervencionismo del gobierno en la economía, que significa: "Dejen hacer y dejen pasar, el mundo va solo". El mundo no va solo. Asistimos a la globalización. A la Era de las comunicaciones en donde según “palabras proféticas” de Marshall McLuhan: el mundo es "la aldea global”.
Lo único que tienen que hacer es adaptarse (imposible los ladrones de “cuello blanco”) y modernizar sus negocios aprendiendo, aplicando los saberes de la ciencia y la tecnología. ¡Por favor señores de la oposición ya no se necesitan los tambores para comunicarnos! ¿Es demasiado esfuerzo? ¿No son tan inteligentes? ¿No estudiaron? ¿No estudian? ¿Son analfabetos?
Golpe mudo, además. Bueno, ni tan mudo. Golpe de boquinetos. Golpe de los labios leporinos. No se les entiende lo que hablan. Son incoherentes sus propuestas.
Es un golpe ruidoso, estridente cuando lo amplifican por la multiplicidad de sus parlantes de comunicación utilizando a unos muy bien entrenados "periodistas" parlanchines deformadores de opinión que haciendo uso de grandes bodegas de desinformación, manipulan a las masas embrutecidas que fácilmente asumen posturas fanáticas sobre temas que no entienden.
No entienden que el tiempo se detuvo en Colombia. Que somos el vagón de cola del tren capitalista, cada vez más veloz. ¡Que vergüenza es Colombia en el plano internacional! ¡Qué parásitos sinvergüenzas, flojos y brutos!