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Netanyahu, el carnicero de Gaza

Por: Mario R. Caimacán



Satisfecho, Netanyahu traga su ovipara cena,

Escuchó en televisión que su plan bien opera,

Ya los niños en Gaza mueren de hambre y de mengua,

Sin saber que monstruo inhumano

A cruel muerte los condena.

Y el maldito se indigna sí con Hitler lo hermanan,

Aunque mil veces lo maldicen

Los Justos en la Tierra

Y las almas de millones de judíos inocentes

En el Holocausto Nazi asesinados.

"Nunca más", la Humanidad dijo con profunda pena y congoja,

Nunca más genocidios,

La mancha y la vergüenza eternas,

Y Netanyahu y Compañía al mundo manchan

Con otro genocidio que a todos espanta

Y los Justos condenan.

Los crímenes terroristas de Hamás son excusas,

Ya están desatadas las iras genocidas de las camadas malvadas,

Creen que el Holocausto sufrido por sus abuelos,

Para imitar a sus verdugos es licencia y escudo.

Los inocentes palestinos mueren hoy en Gaza

Como ayer murieron los inocentes judíos

En Auschwitz, Sosibor o Treblinka,

Por mandato genocida de Hitler y sus malditos nazis,

Todos criminales racistas,

Como tú Netanyahu

Y tus viles aliados, nacionales y extranjeros, todos infames,

Por eso impartiste la orden genocida

A tu poderosa maquinaria asesina:

"A los árabes de Palestina

En la Franja de Gaza ocupada,

Que no tenga pan ni nada,

Que mueran de hambre,

Que mueran de sed,

Que no tengan agua,

Que mueran de frío y de enfermedades,

Que no tengan médicos ni medicinas,

Corten la electricidad,

Todo combustible y energía,

Enciérrenlos en la Franja de Gaza,

Nuestro moderno Gueto de Varsovia,

Y maténlos a todos con bombas y balas,

Con tanques y artillería pesada,

Arrasen sus casas, sus talleres y sembradíos,

No respeten hospitales, escuelas, refugios ni nada

No les importe, mis fieros soldados,

Obedientes gustosos de mis órdenes homicidas,

Que sea gente inocente, civiles desarmados,

Desgranen sufrimiento y muerte,

No tengan compasión, misericordia ni piedad,

Maténlos a todos, es la orden dada.

No pueden defenderse, no tienen armas,

Son casi todos débiles mujeres, niños y ancianos.

Ustedes, mis fieros soldados,

No corren peligro.

Son árabes indefensos por el mundo olvidados,

Los sufridos palestinos

¿A quién en verdad les importa éstos desgraciados,

Que morirán de hambre o por bala?

Nadie vendrá a defenderlos,

Nadie detendrá la matanza,

Nadie juzgará nuestra cólera y venganza.

Que el mundo conozca nuestro poder impune,

Que no quede vivo niño, mujer ni anciano,

Que todo hombre sea asesinado",

Ordenaste cobarde, Benjamín Netanyahu,

Maldito desgraciado.

Si en el mundo no hay Justicia

Y no mueres ahorcado,

En la vil picota, tu lugar apropiado,

O en el muro de los fusilados,

Igual llegarás ante la Presencia Sagrada

De Dios, Yahvé, Jehová, Cristo, Alá

O como quieran llamarlo,

Y con tus criminales compañeros de causa

Y estirpe nazi, hitleriana,

Al ardiente Infierno serán arrojados,

Sufrirán el Castigo Divino,

Eternamente se quemarán

En las llamas de una Paila Infernal,

Y serán todos llamados,

No "Hijos de Dios",

Serán llamados "Hijos de Satán",

Seres inmundos, perversos,

Malvados, malditos,

Y sus descendientes los aborrecerán,

Hasta que el tiempo borre sus nombres,

El último el tuyo, Carnicero de Gaza,

Maldito por siempre, Benjamín Netanyahu.

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