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Los barranquilleros le vamos a poner el ´tatequieto a los Char

Por: Edwin Jiménez Doria



Este año, la ciudadanía Barranquillera, tendrá la oportunidad de elegir entre sus mejores hombres y mujeres a quienes gobernaran el Distrito Especial, Industrial y Portuario de Barranquilla, 2024-2027. Después de dos décadas nefastas de administración de la ciudad, por las elites políticas y económicas, en el que, prevaleció el concepto de considerar al ciudadano y ciudadanas como sus clientes, por encima, del concepto universal de ser ciudadanos con derechos políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales.



Durante dos décadas las elites Barranquilleras impusieron el modelo de muerte, manteniendo al pueblo distraído y dormido con políticas de pan y circo, realitis, fútbol y cemento para que el pueblo no piense, mantenerlo en la ignorancia y la mediocridad, vulgar e inculto, a través de los medios de comunicación de su propiedad, la mala educación y la cultura del perrateo.


La ciudadanía que habita en Barranquilla debe reflexionar sobre dos modelos de ciudad, el modelo que ya conocimos durante veinte años, centrado en la alianza político-criminal-comercial, causante de la precariedad laboral, el rebusque, el desempleo, la informalidad, miseria, hambruna, mendicidad. La inseguridad ciudadana, masacres, violencias contra la población civil, sicariatos, macro y micro tráfico de drogas, violencia exacerbada contra las mujeres, feminicidios, "limpieza social" contra los jóvenes de sectores populares, delincuencia, fleteo, extorsión, vacunas económicas.


Las elites de la ciudad, no solo, se conformaron con dejarnos un estado de cosas asociado con el crimen, las mafias, la corrupción y los asesinatos diarios, sino, un estado financiero en rojo, empeñados con deudas contraídas con la banca por treinta años, las finanzas del distrito comprometidas en vigencias futuras, aprobadas por sus cómplices concejales que no están al servicio de las ciudadanías, sino, de sus empleadores que compran sus curules con dineros de nuestros impuestos y el narcotráfico. Una ciudad en riesgo de perder su patrimonio cultural, declarado por la Unesco, como Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Aquí podríamos pasarnos escribiendo cientos de páginas sobre los horrores que nos aquejan, producto del modelo de la política de la muerte.


Pero no, por suerte, existe otro modelo político, centrado en la cultura de la vida. Un política centrada en la defensa de la vida de todos los seres vivos. La política para la vida digna y el buen vivir. Una política construida colectivamente desde abajo, desde los sectores populares que aspiran a un mejor vivir para sus familias en la construcción de una sociedad decente, diversa, autónoma, educada, ética y con visión de ser otra ciudad posible, distinta a las ciudades ya conocidas, dónde hombres y mujeres caminemos juntos, sin temor y sin miedo a escoger a sus mejores líderes y lideresas para la gobernanza de la ciudad que soñamos



Solo invitarlos e invitarlas, a quienes se identifican con el modelo de ciudad centrado en la defensa de la vida, a qué nos unamos en medio de la diversidad, para acabar con veinte años de necropolitica, que no son nada, comparados con el Plan de Vida que construiremos a partir de ahora, entre todos y todas sin miedo a la libertad.

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