Por: Aníbal Arévalo R.
El general Rafael Uribe Uribe fue un abogado brillante, político con ideas liberales, periodista y profesor universitario. Su personalidad lo hace como un líder avezado, convencido que la Colombia que se debe construir es la de los trabajadores, es por ello que su lucha se basó en reconocer los derechos de los trabajadores, puesto que vivían en un estado de explotación y analfabetismo que alcanzaba el 70 por ciento y el 30 por ciento restante solo sabían leer y escribir.
Es por ello que su vida se basó en defender las ideas liberales, condiciones tales que lo llevarían a tener enfrentamientos con el obispo de Pasto, por aquel entonces, Ezequiel Moreno Díaz, quien en sus prédicas afirmaba que ser liberal era pecado y que no era pecado matar liberales. Sin embargo, afirmaba que, a pesar de ser enemigo del dogmatismo religioso, no era ateo, lo que buscaba era la separación del Estado con la iglesia. Su lucha se orientó a lograr un país católico en lo religioso, autoritario en lo político y proteccionista en lo económico.
Participó en los dos periodos de la Guerra Civil y la Guerra de los Mil Días, en los que resultó derrotado. Pero también fue protagonista en promover una paz estable y duradera entre los partidos Liberal y Conservador. Se afirma que Gabriel García Márquez se basó en la vida del General Rafael Uribe Uribe para crear el personaje del coronel Aureliano Buendía, caracterizado por la lucha permanente en contra del gobierno, sin obtener los mejores resultados.
Su ideario político giraba en torno a la instauración de un socialismo de carácter corporativo y sindicalista, así como su labor diplomática en favor de los cafeteros. Trabajaba hombro a hombro en los cafetales de su finca Gualanday en Fredonia, Antioquia. Mientras se desempeñó como embajador en Brasil introdujo al país unas especies agrícolas y unos pastos de gran tamaño, que los campesinos le denominaron el pasto Uribe.
Estuvo vinculado con la literatura y el periodismo con la publicación de varios libros y la incursión en el periodismo lo llevó a ser el cofundador del periódico El Espectador junto con don Fidel Cano.
Se le considera el precursor del Código Laboral Colombiano por su lucha en favor de los derechos laborales, se apersonó por la lucha de los obreros por condiciones más justas; se preocupó por la seguridad social, el incremento salarial y la educación de las masas proletarias.
Esto llevó a que se le acusara de desestabilizar el país por parte de hacendados, tanto conservadores como liberales. Empezó una persecución en su contra, a tal punto que se fijaban carteles en las paredes de ciudades y pueblos, acusando al general de culpable de la mala situación del país. Esto conllevó a su asesinato a hachazos en plena Plaza de Bolívar, en la escalinata del Congreso, donde se dirigía a radicar una ley en favor de las condiciones laborales y los accidentes de trabajo.
Los asesinos -dos humildes campesinos- de nombre Leovigildo Galarza y Diego Carvajal, estaban en estado de embriaguez, luego de que estuvieran bebiendo en una chichería cercana, y, en medio de su embriaguez, decidieron darle muerte a Uribe, a quien culpaban de sus problemas económicos. El proyecto de ley a favor de los trabajadores quedó por el suelo.
Algo va de Uribe Uribe a Gustavo Petro. Petro es el primer gobernante alternativo en la historia del país que quiere hacer importantes reformas que favorecen a los trabajadores: la laboral, la pensional y la de salud. Es plenamente cierto que, de aprobarse, se lograría detener la rampante corrupción del sector privado y público en los servicios de salud, prestado actualmente por las EPS; la pensional que busca favorecer a los trabajadores de menores ingresos para que se afilien al fondo público de Colpensiones; y la laboral que busca que se brinden mejores garantías laborales como el reconocimiento del tiempo nocturno o el pago de horas extras. En últimas, el de Petro es un gobierno de los trabajadores, como la lucha emprendida por Uribe Uribe. Por eso buscan desestabilizarlo con golpes blandos. De ahí la propaganda soterrada en contra de Petro; y la reacción es exacerbar los ánimos para culpabilizarlo. Y no falta aquel ignorante que dice que hay que cortarle la cabeza; como lo hicieron con el general Rafael Uribe Uribe.
Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliécer Gaitán y Luis Carlos Galán Sarmiento son los tres dirigentes liberales que quisieron hacer cambios drásticos en el país, y sus vidas fueron segadas por mentes retorcidas que pedían sus cabezas y las mafias en el poder.
Gustavo Petro está siendo reconocido como uno de los líderes más importantes del país y del mundo por su lucha por mitigar el cambio climático, la promoción de Colombia ante el mundo y su proyecto de Paz Total. Un diputado noruego los postuló al Premio Nobel de Paz. El país no puede seguir ciego al saber que tenemos en vida un dirigente de las calidades del general Uribe Uribe.
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