La filosofía de vida que hizo de José ´Pepe´ Mujica un ícono global
- Acta Diurna
- hace 3 días
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Por: Aníbal Arévalo Rosero

José Alberto Mujica Cordano fue la sensación de la política al conocerse que en la República Oriental del Uruguay gobernaba un hombre portador de una sencillez pasmosa. Donó el 90 por ciento de su salario para beneficio de los más pobres. Nunca usó traje ni corbata, andaba sereno con su pelo blanco y desordenado, como si apenas acabase de levantarse. Eso no era propio de un mandatario nacional, pero en el caso de Pepe era normal.
Repetía siempre: “Yo no soy un hombre pobre, yo soy un hombre austero, que es diferente”. La sociedad del mundo entero atrajo admiración por ser un abuelito que despertaba ternura. Lo novedoso era que no tenía nietos ni tampoco hijos; no tuvo tiempo por ocuparse en asuntos de la revolución. Vivía con su mujer, Lucía Topolansky, quien también se desempeñó como senadora.
Su forma de transportarse era de las más simples de imaginarse; así como lo hizo el papa Francisco que renunció a todas las comodidades de rey. Mientras que el papa lo hacía en un pequeño automóvil sin lujos ni de alta gama, Mujica lo hacía en un viejo Volkswagen de los años 50. Asombraba por su sencillez, para algunos se pasaba.
Era un filósofo que interpretaba el mundo actual cuestionando la practicas neoliberales de algunos gobernantes de la extrema derecha que eran tan pobres que lo único que sabían capitalizar era dinero, creyendo que esa era la fuente, la felicidad. Las personas que están por los 20 o 30 años creen que acumular cosas les hace felices, luego cuando llegan a los 50 descubren que la felicidad proviene de otras fuentes y no de esclavizarse en la acumulación.
El pensamiento de Mujica se basaba en argumentar que lo que te pagan por un trabajo, no es por otra cosa que por la parte de la vida que le entregaste al patrón: “No puedes ir al supermercado a comprar más vida. Tu vida se te va sin que puedas hacer algo por detenerla.” Tu tiempo de sacrificio es vida lo que entregaste y la fuente de la felicidad no puede estar en propiedades que te esclavizan.
Pepe Mujica fue militante de una guerrilla izquierdista, el Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros MLN-T, una organización que adoptó los símbolos de José Artigas. Los Tupamaros habían adoptado su nombre en la sublevación indígena que había ocurrido en el Virreinato del Perú, encabezada por el líder indígena José Gabriel Condorcanqui, Tupac Amaru II, y que fue reprimida con dureza por los españoles.
Mujica llega a la Presidencia del Uruguay en un momento en que se producen profundos cambios en América Latina con los triunfos por la vía electoral de muchos líderes izquierdistas: Evo Morales, Hugo Chaves, Luiz Inácio Lula da Silva, Rafael Correa. Hizo una amistad extraordinaria con el presidente de Colombia, el también exguerrillero, Gustavo Petro, a quien le sirvió de faro para continuar la lucha de trasformar a Colombia.
Fue un obsesivo motivador de los acuerdos de paz y negociaciones con las Farc. Fue un analítico cuestionador del genocidio de la Unión Patriótica con 5.000 muertes en una persecución descarnada que ocasionó el crimen del senador Manuel Cepeda Vargas por paramilitares dirigidos por Carlos Castaño Gil o el exilio en Francia de la actual Senadora de la República Aida Avella Esquivel por más de 20 años. Circunstancias en las que también asesinaron a dos candidatos presidenciales por la UP: Bernardo Jaramillo Ossa y Jaime Pardo Leal, los dos extraordinarios oradores.
Mujica consciente de su cáncer de esófago muy avanzado, sabía que tenía que dejar este mundo, por lo tanto, se despidió de seguidores y amigos. El presidente Petro le rindió un importante homenaje como reconocimiento para alcanzar la paz en el mundo. Le colocó una banda presidencial y le dio un abrazo eterno.
Pepe Mujica con el movimiento de Los Tupamaros no lograron la victoria por la vía armada, pero lograron pactar acuerdos y unirse con otros movimientos con los que avanzaron en la pacificación de la República Oriental del Uruguay. Cayó preso, pero su lucha lo llevó a ser presidente, Igual que Gustavo Petro.
Nuestros corazones lloran de pena por la partida de este hombre tan querido, un abuelo con la ternura de un niño. El mundo debe aprender del legado del Pepe. Se nos fueron a la vez dos hombres con ejemplos de humildad, el papa Francisco o papa Pacho y José Mujica o presidente Pepe Mujica.
¡Hasta siempre, Pepe Mujica!