Primero fue la exministra de Minas y Energía, Irene Vélez, quien afirmó categóricamente en marzo de este año que “no tenemos un riesgo de racionamiento de energía eléctrica, esa es una información falsa que no tiene sustento técnico. No hay necesidad de generar este tipo de alarmas”. La razón esgrimida por la ministra para descartarlo fue tajante: “los embalses del país están por encima del promedio de hace dos décadas”.
En su momento, frente a estas afirmaciones de la ministra, hicimos la salvedad de que, si bien no estábamos ante el riesgo inminente de un racionamiento, sí estábamos ante un riesgo inmanente del mismo, en razón de que el 68% de la capacidad instalada de generación es hídrica y al depender esta del nivel de los embalses, ello constituía una gran vulnerabilidad ante la ocurrencia de un fenómeno de El Niño.
A poco andar XM, que es la empresa que opera el sistema interconectado nacional y administra el mercado mayorista, informa sobre la imposibilidad de garantizar en forma segura el abastecimiento de energía en la región Caribe y el Chocó. Ello, debido “al agotamiento de la red de transmisión”, a causa del atraso de la ejecución de los proyectos de expansión de la misma, lo que se traduce en una “demanda no atendida”, que es como llama XM eufemísticamente el racionamiento.
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Y más recientemente, XM revela que estaba a punto de darse un efecto dominó que podría llevar al colapso a 36 empresas del sector que podría derivar en el temido apagón. Ello a consecuencia de la acumulación de una deuda contraída por los usuarios por cuenta de la opción y cuyo saldo supera ya los $5 billones.
En un primer momento el novel ministro de minas y energía, Omar Andrés Camacho, desestimó la alerta de XM y estuvo a punto de estallarle en sus manos esta bomba de tiempo. Pues bien, Air – e, una de las empresas con problemas de flujo de caja, ante la imposibilidad de pagarle a las empresas comercializadoras y generadoras a las que les compra la energía, les envió una comunicación a estas declarándose en insolvencia. Ante el riesgo de entrar en limitación de suministro, esto es que le dejaran de despachar la energía, lo cual la habría llevado a la intervención de la Superintendencia de servicios, le tocó al ministro expedir en volandas la resolución 40611 para conjurar dicho riesgo. Concomitantemente, se apresuró el Gobierno a expedir el decreto 1637, mediante el cual se dispuso de una línea de crédito en Findeter por $1 billón para solventar la crisis financiera de las empresas.
Como si lo anterior fuera poco, aunque el ministro niegue la gravedad de la crisis del sector eléctrico y afirme que “no estamos viendo un apagón en términos de energía, estamos viendo unas dificultades económicas y financieras de las empresas”, XM emitió una nueva alerta, esta vez debido a que el precio de la energía en Bolsa había superado el precio de escasez, lo cual, según XM, “genera una señal de que hay una situación crítica en el sistema”. Lo que pasa es que al ministro, como en la paradoja de Huidobro, los árboles no le dejan ver el bosque, de allí su negacionismo de la crisis!
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