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El motor que dejará obsoletos los cohetes espaciales de Elon Musk



La NASA dice que con motores químicos no vamos a poder colonizar Marte ni el resto del sistema solar. Por eso va a comenzar un programa para crear naves con motores atómicos


Después de fantasear con la idea en los años 50, la NASA ha vuelto a poner los ojos en naves espaciales con motores nucleares. La agencia acaba de poner en marcha la fase inicial de un nuevo programa para la propulsión nuclear mientras rusos y chinos continúan los suyos a toda máquina.



“La NASA está liderando un esfuerzo, trabajando con el Departamento de Energía (DOE) para avanzar la tecnología nuclear en el espacio”, dice en su anuncio publicado ayer. “El equipo del gobierno ha seleccionado tres conceptos de diseño de reactor para un sistema de propulsión nuclear térmica”. Según la NASA, este reactor es el componente crítico para un motor nuclear térmico que utilice uranio como combustible.


El sueño de los motores nucleares en el espacio


La idea de utilizar explosiones controladas para impulsar cohetes no es nueva. De hecho, data de finales del siglo XIX, cuando fue originalmente propuesta por el experto en explosiones ruso Nikolai Kibalchich y el ingeniero alemán Hermann Ganswindt.


A mediados de los 40, los americanos hicieron los cálculos que confirmaban que se pueden usar explosiones nucleares para impulsar una nave. De hecho, se descubrió que una nave así sería mucho más eficiente y rápida que una impulsada por reacciones químicas o por motores de iones.


En los 50, el Gobierno de Estados Unidos intentó hacer realidad la idea de una nave atómica con el Proyecto Orión (que no tiene nada que ver con las naves Orión que llevarán a seres humanos a la Luna próximamente). La nave nuclear Orión hubiera utilizado propulsión por pulsos nucleares, eyectando una pequeña bomba nuclear por la popa de la nave para hacerla explotar y utilizar el impulso de su onda expansiva. La agencia espacial americana abandonó el proyecto por miedo a la posible caída de material radiactivo sobre la Tierra y la prohibición de no detonar bombas nucleares en el espacio impuesta por el tratado de no proliferación. Y. además, la NASA tenía delante el reto de llegar a la Luna antes que la Unión Soviética.



La nueva propulsión nuclear en el espacio


La idea de la NASA no es volver al Proyecto Orión, sino crear un sistema de propulsión nuclear que utiliza un reactor de fisión para calentar un líquido e impulsar una nave con mayor eficiencia y potencia que un cohete convencional o un motor de iones.


Los rusos y chinos también están trabajando en sistemas de impulso que utilizan reactores nucleares como fuente energética. Pero, en su caso, están desarrollando sistemas eléctricos para alimentar a motores de iones. Los chinos creen que podrán desarrollar un motor de iones con fuente de energía nuclear que los lleve a Marte en solo 39 días.


Los rusos dicen que su nave Zeus —desarrollada por el brazo armamentístico de la agencia espacial Roscomos— también usará un reactor de fisión para alimentar un motor de iones que les permitirá maniobrar en órbita terrestre para cazar naves enemigas en caso de guerra.


La idea de la NASA es diferente: quieren usar propulsión nuclear térmica. El sistema no genera electricidad para alimentar a un motor de iones. En vez de eso, genera calor que es transferido a un líquido que se transforma en gas. El gas sale a presión por las toberas traseras de la nave y genera un impulso que mueve la nave hacia adelante.



Comparado con los proyectos rusos y chinos, la idea de una nave a vapor parece bastante pedestre. Pero la NASA asegura que es la manera más eficiente y factible para viajar a gran velocidad en estos momentos. De hecho, parecen convencidos de que es la mejor manera de llevar tripulaciones y carga a Marte de forma continuada. Los motores de iones todavía no tienen la potencia necesaria para mover una nave espacial a gran velocidad. Por eso se usan sobre todo para maniobrar satélites o la nueva estación espacial china. }


La agencia norteamericana ha elegido ya a tres compañías privadas para la primera fase de desarrollo de su motor nuclear termal, que llega después de varios experimentos y análisis iniciales. Durante los próximos 12 meses, las tres compañías competirán para crear el primer diseño, que culminará en una evaluación para elegir el camino hacia el diseño final que dejará obsoletas a las naves Starship de Elon Musk en pocos años. CONFIDENCIAL

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