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El acuerdo de paz sigue siendo la hoja de ruta para consolidar la paz: ONU


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El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha enfatizado una vez más que el Acuerdo de Paz de 2016 continúa siendo la "hoja de ruta vigente" para consolidar la paz en Colombia. En su informe más reciente sobre la Misión de Verificación de la ONU en el país, que cubre el período del 27 de marzo al 26 de junio de 2025, Guterres instó a "redoblar los esfuerzos para implementar el Acuerdo", especialmente en aquellas disposiciones de largo plazo que buscan superar las causas estructurales del conflicto.


El líder de la ONU destacó la determinación de los colombianos para construir una paz duradera y subrayó la necesidad de un continuo y firme apoyo de la comunidad internacional. A poco más de un año de finalizar el mandato de la actual administración, Guterres hizo un llamado a "aprovechar plenamente este tiempo para impulsar la implementación".



Preocupación por la violencia


A pesar del optimismo, el Secretario General expresó profunda preocupación por la persistente violencia que afecta a la población civil en varias regiones de Colombia. Particularmente vulnerables son las comunidades indígenas y afrocolombianas, los niños reclutados por grupos armados, los excombatientes y los líderes sociales. Guterres instó a los grupos armados a cesar toda amenaza y violencia, y al Estado a reforzar la seguridad, combatir las economías ilegales y proteger a las comunidades afectadas.


En el período cubierto por el informe, diez exmiembros de las FARC-EP fueron asesinados, elevando la cifra a 470 firmantes del Acuerdo de Paz asesinados desde su firma. Aunque la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos registró una disminución en las denuncias de homicidios contra defensores de derechos humanos (34 frente a 40 del informe anterior) y masacres (13 frente a 22), la violencia sigue siendo una preocupación central.


Ante el inminente período electoral, que podría exacerbar las divisiones políticas, Guterres confía en que el trabajo por la paz avance con un espíritu de cooperación en todo el espectro político. Celebró la condena unánime de los líderes colombianos a la reciente violencia política, reafirmando que eliminar la violencia de la política y promover la participación inclusiva son objetivos centrales del Acuerdo.



Avances y desafíos en la implementación


El informe destaca la formalización del Programa de Protección Integral para excombatientes mediante un decreto gubernamental, que incluye la creación de la Instancia Tripartita de Protección y Seguridad (ITPS) para abordar la seguridad de los excombatientes.


Sin embargo, la situación de desplazamiento interno sigue siendo alarmante. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó 67.800 personas víctimas de desplazamiento forzado masivo entre enero y el 19 de junio de 2025, un aumento del 107% en comparación con el mismo período de 2024, y 98.700 víctimas de confinamiento.



En cuanto a la reincorporación, el informe señala progresos significativos: el 95% de los 11.166 excombatientes activos en el proceso han concluido sus planes individuales, con un 30% de estos dedicados a la formación en reincorporación política, lo que subraya su compromiso con la construcción de paz. También se reconoce la instalación formal del Sistema Nacional de Reincorporación, que coordina a más de 30 entidades.


La reforma rural integral avanza en la adjudicación y formalización de tierras, con 40.000 hectáreas adjudicadas y 86.000 hectáreas formalizadas en el período del informe. No obstante, el ritmo se ve afectado por restricciones financieras y riesgos de seguridad para los funcionarios en terreno. Las hectáreas adjudicadas representan solo el 7% del objetivo de 3 millones fijado en el Acuerdo, mientras que las formalizadas alcanzan el 47% del objetivo de 7 millones.


Justicia transicional y autonomías indígenas


Las próximas sanciones propias de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) fueron resaltadas por Guterres como un instrumento novedoso para la justicia transicional, y enfatizó la necesidad de acelerar los preparativos para su implementación. Hizo un llamado a todos los actores a mantener sus compromisos con la paz y a cumplir con sus obligaciones ante la justicia, las víctimas y la sociedad colombiana.


Un logro significativo es la promulgación de decretos y lineamientos gubernamentales para hacer efectiva la autonomía de las organizaciones indígenas, largamente esperada desde su consagración en la Constitución de 1991. Estos facilitan la implementación del Capítulo Étnico del Acuerdo, permitiendo la participación de autoridades indígenas en asuntos como el catastro multipropósito y la jurisdicción especial indígena.


El Plan de Acción Nacional sobre la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad sobre mujer, paz y seguridad, aunque aún pendiente de un decreto de adopción oficial, ha visto avances con la aprobación de su reglamento interno y planes de trabajo y estratégico por parte de la mesa interinstitucional.



Finalmente, António Guterres reiteró que el diálogo, junto con una estrategia de seguridad sólida, es clave para la paz en Colombia. Este diálogo debe centrarse en el bienestar de las poblaciones locales y en la consecución de resultados tangibles con aquellos actores armados que demuestren el compromiso necesario. El apoyo internacional y la presencia de la Misión de Verificación de la ONU siguen siendo vitales para este proceso liderado por Colombia.


El informe completo será presentado en Nueva York el 18 de julio por Carlos Ruiz Massieu, Representante Especial del Secretario General y Jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Colombia.


Vea aquí una infografía sobre el informe:


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