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¿Cómo afecta a Duque la salida de Karen Abudinen de Mintic?



La renuncia de la ministra de las TIC, Karen Abudinen Abuchaibe, puso fin a varias semanas de intensa polémica por las irregularidades en el contrato para proveer internet a colegios de lugares apartados del país.


La trama de corrupción de la que hizo parte la Unión Temporal Centros Poblados, conformada por empresas sin experiencia suficiente para la ejecución del contrato, con garantías falsas y a las que por la falta de controles del Ministerio se entregó un anticipo por $70 mil millones, sin cumplir los requisitos para ello, hicieron que la permanencia de Abudinen en el cargo fuera insostenible.



Aunque la ministra manifestó siempre su intención de continuar en el cargo y tuvo hasta el último día el respaldo público del presidente Iván Duque, el panorama en la Cámara de Representantes, en donde la moción de censura en su contra se abrió paso luego de recibir el apoyo de la bancada del Partido Liberal, se hizo cada vez más oscuro, al punto de que la renuncia se hizo necesaria para evitar que prosperara la moción en su contra.


¿Qué efectos políticos tiene la salida de Abudinen para el presidente Duque? ¿Su renuncia pone fin al escándalo o el tsunami político que ha provocado continuará teniendo implicaciones para el mandatario? Lea: Presidente pide investigar a juez que suspendió caducidad de contrato de Mintic


Para el analista político Carlos Andrés Arias, la renuncia de Abudinen causará para empezar un aumento en la imagen negativa del presidente Duque, en especial, porque desde un comienzo apoyó a la ministra y nunca le reprochó públicamente los errores que cometió y que permitieron que por un acto de corrupción se perdieran los recursos destinados a romper la brecha tecnológica que afecta a los niños de los lugares más apartados del país.


“La sostuvo a pesar, no solamente de las críticas en la opinión pública, sino de todas las pruebas que confirman que la ministra cometió errores en este y en otros procesos y que más allá de este caso, nombró a una persona sin ningún tipo de conocimiento del sector para el cual fue designada”, afirma.


Para el columnista John Mario González, la situación evidencia un descrédito que además fortalece el discurso de la oposición frente al Gobierno por las notorias razones de la renuncia que evidencian participación de funcionarios del ministerio en este caso.


“La ministra desaprovechó el debate de moción de censura cuando aceptó que le dijeran corrupta, debió haber salido a enfrentar al representante Eduardo Abril Acero debido a que las normas parlamentarias no le da el derecho para decir lo que quiera, y Abril no fundamentó sus afirmaciones de corrupción y la ministra desaprovechó la oportunidad para mantenerse en el cargo”, destacó Gonzáles.


La sostuvo a pesar, no solamente de las críticas en la opinión pública, sino de todas las pruebas que confirman que la ministra cometió errores en este y en otros procesos”.

Carlos Andrés Arias, analista político.



Así mismo, afirmó que después de eso era insostenible que la ministra continuara en el cargo, porque el presidente no se podía arriesgar a que uno de sus ministros fuera el primero que saliera de su cargo por una moción de censura.


Aunque el entonces ministro de Defensa Guillermo Botero, estuvo también muy cerca de salir por otra moción de censura, renunció también antes de que se votara para evitar pasar a la historia con esa mancha. Abudinen enfrentaba una situación similar.


Cuál sea el futuro de la ministra es también un punto importante. Si el presidente la nombra en una embajada o en otro cargo como hizo con el exministro de hacienda Alberto Carrasquilla a quien designó como codirector del Banco de la República, se puede generar un mayor malestar en la opinión pública, que si Abudinen se retira a asuntos privados.


Para Arias es muy posible que la ministra asuma algún cargo en una embajada o consulado a finales o principios del próximo año, aunque aseguró que es más factible que se encuentre en la estructura electoral del clan Char de las próximas elecciones, no necesariamente las del 2024.


“A la ministra la tumba la opinión pública y un sector del partido político, liberal, que no aguanta la presión de su electorado con miras a las elecciones de congreso. La indignación que movilizó a muchos colombianos a las calles se empieza a reflejar en las decisiones de los representantes políticos”, afirmó el analista.


Para el columnista González, el Gobierno Nacional podría tener el acto de nombrarla en otro cargo pero considera que no tendría algún objeto en reencauchar a la ministra debido a la forma en la que salió Abudinen del cargo ya que tendrá que empezar a responder disciplinariamente por el acto cometido.


“No se puede descartar que en el mediano plazo se le habrán investigaciones de tipo fiscal y va a estar sumamente enredada, entonces hay una diferencia muy grande entre el tamaño de la conducta que se le reprocha a la ministra por omisión y fallas de su equipo, esto implicaría un desgaste en el Gobierno muy grande en ponerla en otro cargo”, destacó el analista.



Lo que es indiscutible es que de ahora en adelante a la ministra le queda mucho camino por recorrer para demostrar su inocencia. Para el catedrático Arias es muy poco probable que se vayan a hacer efectivos los derechos patrimoniales o el rescate de los $70.000 millones que perdieron los jóvenes de escasos recursos en la regiones para acceder a la educación y a oportunidades por intermedio de la conectividad digital.


Tanto Arias como González destacaron que aunque la imagen de Duque ha sido golpeada durante los últimos años, este acontecimiento no afecta grandemente pero sí incide en las diversas problemáticas en las que se han visto envueltos representantes de su Gobierno durante el mandato que ya cierra su ciclo el próximo mes de agosto del 2022. COLPRENSA

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