Después de más de 20 intentos legislativos y 10 años para que fuera ley, Colombia está próxima a poner en vigencia una normatividad que ordenará bajar la producción y consumo de productos plásticos de un sólo uso.
La norma en tal sentido fue aprobada éste miércoles por la plenaria del Senado y pasa ahora a conciliación para luego sí esperar la sanción del presidente de la República.
La ponente de la iniciativa, Maritza Martínez, aseguró que “no se están prohibiendo todos los plásticos de un solo uso en este proyecto, solamente aquellos que presentan mayores inconvenientes en su disposición final, su uso es innecesario o el costo ambiental es demasiado alto”.
Por su parte, una de las autoras del proyecto, la senadora Angélica Lozano, aseguró “este es un proyecto de Ley admirable, porque tiene lo más difícil, es un proyecto de consenso. Este es el cuarto debate de un proyecto donde el Congreso se sentó con los gremios, con los fabricantes pequeños y multinacionales, con la academia y la sociedad civil, lo respaldo con el corazón”.
Destacó que fue un proyecto concertado con todos los partidos, con quienes se logró definir en 8 años el tiempo gradual para construir una transición en la producción que tiene que ir de la mano de la transformación de hábitos de consumo.
“Colombia entra a liderar en América Latina la transición de estos materiales plásticos que contaminan, tenemos que cambiar nuestros hábitos. Usar ese vaso o ese plato por dos minutos genera una contaminación enorme. Vamos a cambiar como ciudadanos, pero la industria también, no para mañana, son ocho años y con incentivos reales para nuevas tecnologías, se están usando ahora fibras a partir del plátano, la pepa del aguacate y además de toda clase innovaciones tecnológicas”, dijo.
Según Lozano, la prohibición será gradual para 14 tipos de plásticos que saldrán de circulación entre dos y ocho años y tendrán que adherirse a procesos de economía circular.
Por su parte, el congresista Juan Carlos Losada, otro de los autores, destacó que con proyectos como estos se da un paso más en beneficio de las fuentes hídricas del país.
“Esta es la ley más dura que me ha tocado sacar en el Congreso, pero sin duda una de las más importantes en favor del medio ambiente. Es prácticamente seguro que ya tenemos ley de prohibición de plásticos de un solo uso”, subrayó Losada, quien advirtió que próximamente pueden venir modificaciones que la pontencien aún más.
Los que se han opuesto
Pese a los aplausos de los ambientalistas y la mayoría de la población, no todos los sectores han estado de acuerdo. Desde un sector que aglutina a cerca de 150 empresas y 250.000 colaboladores ven con preocupación que ese proyecto de ley, pues consideran que “el problema no son los plásticos si no la disposición que le dan las personas a estos”, como argumenta Cristian Halaby Fernández, presidente de la Cámara Ambiental del Plástico.
“El proyecto de ley es visto de una manera unidireccional con una interpretación del plástico como un enemigo de la humanidad cuando este ha sido un colaborador de la vida del ser humano”, detalló Halaby.
Según Halaby Fernández, “el proyecto generaría el fin de una industria por completo”. Además, “la pérdida de 250.000 empleos formales directos, más los indirectos, más los de los recicladores de oficio y de los vendedores ambulantes que utilizan estos productos para vender café o comida”.
No obstante, el proyecto aprobado en el Congreso insiste en que deberá haber un largo plazo –estipulado en los 8 años– para que la industria se reacomode. COLPRENSA
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