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Colombia es el segundo país más afectado por minas antipersona



Los Montes de María, una región que alguna vez fue un campo de batalla ensangrentado por las Farc y los paramilitares en los años 90, hoy celebra una nueva vida libre de minas antipersonales.


Este logro, alcanzado gracias a los desminadores que han trabajado incansablemente durante los últimos 15 años, marca un hito significativo en la reconstrucción de esta área devastada por la violencia.



Eider Orozco, un infante de Marina del Batallón de Desminado e Ingenieros Anfibios de la Armada de Colombia, describe su labor como una tarea de precisión comparable a la de un cirujano.


Viste un uniforme caqui sobre el que usa un chaleco azul fabricado con telas especiales y reforzado con láminas que lo protege de posibles explosiones de minas antipersonales y otros artefactos “sembrados” por grupos guerrilleros y paramilitares.


De su brazo, como una extensión, sale un detector de metales y su cara la protege un visor antiesquirlas. Nada de lo que lleva puesto se lo puede quitar, no importa que el termómetro marque más de 35 grados Celsius, la temperatura promedio de la región.


Colombia es, después de Afganistán, el país más afectado por las minas. De los 9,4 millones de personas inscritas en el Registro Único de Víctimas (RUV), hay 12.228 por Minas Antipersonal, Munición sin Explotar y Artefactos Explosivos Improvisados.


A pesar de los riesgos inherentes, Orozco se siente motivado al ver la alegría en los rostros de los lugareños, quienes ahora pueden moverse sin temor por estas tierras que antes estuvieron plagadas de minas.


La liberación de los Montes de María de estos artefactos explosivos representa un cambio radical para la región y sus habitantes. Irene Niño Cortés, una campesina de 67 años, relata cómo las minas afectaron a su familia y comunidad, agradeciendo el trabajo de los desminadores que han permitido que la región prospere sin el constante temor a las minas.



El caso de José Díaz Hoyos, víctima de una mina antipersonal en 2005, ejemplifica los peligros y las tragedias asociadas con estos artefactos.


Aunque los Montes de María han sido declarados libres de minas, aún persiste la preocupación por el uso continuado de minas por parte de grupos guerrilleros en otras partes del país. EFE

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