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Blackrock, la solución a la crisis del Canal de Panamá



La operación de venta de dos puertos en cada una de las bocas del el Canal de Panamá pertenecientes hasta ahora al conglomerado hongkonés CK Hutchison, con sede en Hong Kong, por unos 19.000 millones de dólares así como otras 41 instalaciones en 20 países al mayor gestor de activos del mundo, el inversor financiero estadounidense Blackrock, luego de que el nuevo Gobierno estadounidense adujera una supuesta influencia excesiva de China en el Canal de Panamá terminó siendo la solución a la crisis desatada por Donald Trump.

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El presidente estadounidenses celebró el acuerdo como un éxito propio durante su discurso sobre el Estado de la Unión en el Congreso de EE.UU., apenas unas horas después. "¡Estamos recuperando el canal! anunció Trump. (...)


Estados Unidos construyó y explotó inicialmente el canal desde finales del siglo XIX. Panamá no obtuvo la plena soberanía sobre la zona hasta el año 2000.



Para algunos historiadores, la movida trae recuerdos del poder que Wall Street tuvo alguna vez en América Latina. James Hudson, profesor de Historia y autor del libro Banqueros e imperio: cómo Wall Street colonizó el Caribe, opina que el pequeño Panamá ha perdido por completo ante la nueva política de Trump de 'America First'".


La cercanía entre Panamá y China


El rotativo suizo Neue Zürcher Zeitung analiza las condiciones en las que :


El acercamiento de Panamá a China ha supuesto que, además de la operación por CK Hutchinson de los dos principales puertos del Canal de Panamá, a partir de 2017 casi todos los grandes proyectos de construcción pública en el Estado caribeño hayan sido realizados por empresas estatales chinas. Por ejemplo, China ha erigido un gran centro de convenciones y un puerto para cruceros, y ha iniciado la construcción de un cuarto puente sobre el canal, que aún no se ha terminado.


Varios grandes proyectos previstos por los chinos fueron cancelados por incumplimiento de los términos del contrato, la oposición en Panamá y la presión estadounidense. Esto afecta en particular a tres grandes proyectos: la construcción de una línea ferroviaria de alta velocidad de 400 kilómetros entre Ciudad de Panamá y David, el establecimiento de una 'ciudad segura', vigilada electrónicamente, siguiendo el modelo de Shenzhen, en parte de la ciudad de Colón, y la construcción de una nueva gran embajada china en una isla situada directamente frente a la entrada sur del Canal de Panamá.


Los dos mayores puertos de contenedores situados directamente en las salidas norte y sur del canal son operados por la empresa de Hong Kong Hutchison Ports, uno de los principales operadores portuarios del mundo.


Hutchison recibió originalmente una concesión de Panamá a principios de 1997, cuando Hong Kong aún era independiente de Pekín: una concesión de 25 años para ambos puertos. En 2021, ambas concesiones se prorrogaron por otros 25 años. Con la expansión del control chino sobre Hong Kong tras la la supresión de las protestas por la democracia, Hutchison dejó de ser una empresa independiente internacionalmente activa.



La Ley de Seguridad Nacional de 2020 otorga a Pekín control total sobre todas las empresas de Hong Kong, por lo que si Pekín ordenaba a Hutchison que dejara de operar con buques estadounidenses, Hutchison tenía que dejar de hacerlo. De lo contrario, estaría violando la legislación china.


Mientras los buques mercantes suelen tener que transbordar al menos parte de sus contenedores en Panamá, los buques de guerra acostumbran a navegar directamente por el Canal y, por tanto, no dependen de los operadores portuarios.


El tránsito por el Canal está regulado por la autoridad canalera del Gobierno panameño, que opera con independencia de China. Los Tratados Torrijos-Carter de 1977 estipulan que todas las naciones deben recibir el mismo trato. En caso contrario, otorgan a Estados Unidos el derecho a utilizar medios militares para garantizar el libre paso". DW

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