Así es como Benedetti acomoda las fichas del progresismo para 2026
- Acta Diurna
- 30false13 GMT+0000 (Coordinated Universal Time)
- 2 Min. de lectura
Por: Luz Acevedo

En política, como en el ajedrez, las piezas rara vez se mueven al azar. Cada guiño, palabra o entrevista forma parte de una estrategia. La más reciente aparición de Armando Benedetti en Semana confirma que el ministro del Interior está jugando una partida con miras al 2026.
Benedetti enumeró a los que, según él, son los “mejores candidatos presidenciales”: Roy Barreras, Daniel Quintero, Iván Cepeda, Juan Carlos Pinzón, Vicky Dávila y Claudia López. La lista llamó más la atención por lo que dejó por fuera que por los nombres mencionados.
Quintero, el alfil versátil
El ministro elogió especialmente a Daniel Quintero y Roy Barreras, destacándolos como aspirantes sólidos porque “conocen el Estado” y no generan temor ni en la izquierda ni en la derecha. Pero Quintero se mueve como un alfil: un día independiente, otro con la izquierda; ayer pro-Israel, hoy pro-Palestina. Con gestos de cercanía popular, busca proyectarse como outsider, aunque detrás exista un ejército de asesores de marketing afinando su imagen.
La jugada del caballo
La gran omisión fue Carolina Corcho, pese a figurar en encuestas y conversaciones políticas. Para el ciudadano que escribe, esta exclusión no es casualidad. Benedetti, que se mueve como un caballo, habría decidido bloquear su avance para despejar el camino al verdadero “rey blanco”: Roy Barreras.
El tablero del progresismo
Las versiones que circulan refuerzan esta percepción: rumores de que Corcho se bajará para apoyar a Cepeda o que renunciará en favor de la “unidad”. Mientras tanto, Benedetti distrae con declaraciones y Quintero corre por diagonales ideológicas.
Las demás precandidatas progresistas enfrentan un dilema: arriesgar su curul en el Senado por una aspiración presidencial incierta o plegarse al bloque dominante. Muchas, en nombre de la unidad, terminarían sacrificadas.
Conclusión
Para el autor, la entrevista de Benedetti fue menos un análisis que un movimiento calculado: posicionar a Quintero y Cepeda, invisibilizar a Corcho y proteger a Barreras, el “rey” que espera su momento. En este ajedrez político, el verdadero juego estará entre ese rey paciente y la reina que sigue recorriendo el país, arrastrando pasiones y temores.