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¡Ahora, los Panamericanos!



En junio del 2014 tuvimos el privilegio de asistir en Veracruz, México –junto con un selecto grupo de colegas periodistas, dirigentes gremiales y deportivos, encabezados por la alcaldesa Elsa Noguera y su Secretario de Deportes Joao Herrera Olaya– a la obtención de la sede para Barranquilla de los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe.


Barranquilla se enfrentó a la moderna ciudad de Panamá y a la rica y petrolera Puerto de la Cruz, en Venezuela, a pesar de no tener los escenarios requeridos y de que los recursos para las justas provendrían de un gobierno nacional en la incertidumbre, pues 5 días después era la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia y Juan Manuel Santos, que quería reelegirse, había perdido la primera vuelta con Oscar Iván Zuluaga. Al final Dios y la Odecabe le dieron el triunfo a Barranquilla. Allí comenzó todo.



Posteriormente el alcalde Alex Char decidió invertir la mayoría de los recursos necesarios para construir los 13 escenarios deportivos y organizar la logística de los juegos que han sido calificados como los mejores en toda su historia y que sirvió de base para que ahora le fuera asignada por aclamación a la ciudad la sede de los XX Juegos Panamericanos del 2027.


En contraste con los hermosos escenarios deportivos construidos las participaciones del departamento del Atlántico en los últimos juegos nacionales han sido vergonzosas.


En efecto, Atlántico, que en otras épocas disputaba los primeros lugares, siempre ha tenido como referencia regional a Bolívar. Veamos: en los Juegos Nacionales del 2015 los bolivarenses obtuvieron el cuarto lugar con 36 medallas de oro (de 97en total) los atlanticenses consiguieron el puesto 14 con 4 preseas doradas (de 31 en total). En 2019 en Cartagena los locales repitieron el cuarto lugar con 57 medallas de oro (de 147 en total) y nosotros en el puesto 9 con 11 preseas doradas (de 44 en total).


Para completar, la participación de Colombia en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio fue de las más pobres y de peores resultados en los últimos 20 años. Por eso hay que comenzar a trabajar desde ya.


Los próximos compromisos del Ciclo Olímpico se inician en junio del 2022 en Valledupar con los Juegos Bolivarianos y en octubre siguen los Juegos Suramericanos en Paraguay. En mayo del 2023 serán los Juegos Centroamericanos y del Caribe en El Salvador y 6 meses más tarde los juegos Nacionales en el Eje Cafetero y el Valle del Cauca (con 49 disciplinas) y los Panamericanos en Chile. En 2024 los Juegos Olímpicos de Paris.


El significativo empuje que le están dando a la Educación tanto el alcalde Jaime Pumarejo como la gobernadora Elsa Noguera debería hacer énfasis ahora en la práctica y competición deportiva en los colegios oficiales e, incluso, en los privados de todo el departamento para lo cual hay que realizar, durante este y los próximos años, unos robustos juegos Intercolegiados de los que salgan deportistas de primera línea.


En cuanto a las ligas deportivas, la exigencia sobre los resultados concretos en función de la asignación de recursos debe ser mayor por parte del director de Indeportes, Armando Segovia, que ha sido director técnico de los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2006 en Cartagena y del 2018 en Barranquilla.



Y en los barrios hay que aprovechar la infraestructura deportiva de los numerosos parques de la ciudad y los municipios para implementar una verdadera masificación del deporte.


¡Ya tenemos construidos los mejores escenarios para los Panamericanos del 2027, ahora debemos formar los mejores deportistas para presentarlos allí!


@vherreram

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