Este martes una decisión del Tribunal Superior de Bogotá destrabó el juicio al expresidente, Álvaro Uribe. El magistrado Manuel Antonio Merchán rechazó la solicitud de nulidad de la acusación formulada por la Fiscalía en contra del exmandatario. Como resultado, el proceso penal continúa en su fase preparatoria.
El pasado 24 de mayo, Uribe fue acusado de tres delitos: fraude procesal, soborno y soborno en actuación penal. Sin embargo, la defensa alegó que durante la formulación de la acusación, el delegado de la Fiscalía incurrió en irregularidades y violó el derecho al debido proceso al modificar “el núcleo fáctico de la imputación, pasando de dolo eventual a dolo directo.” Por ello, solicitaban anular esa etapa del proceso.
En su momento, la juez 44 de conocimiento de Bogotá rechazó la nulidad y remitió la decisión final al Tribunal Superior como instancia superior. Allí, el magistrado Merchán tomó la determinación de confirmar la decisión de la juez, argumentando que no se hallaron elementos que indicaran una vulneración del debido proceso.
“Al no haberse demostrado y validado los fundamentos de derecho que, a la vez, permitieran la revisión de los fundamentos de derecho que refiere la defensa en uso del recurso de apelación para constatar una afectación del debido proceso en las garantías de los derechos de defensa y contradicción, exime el tribunal acreditar el estudio de la nulidad y, por ende, aparece como efecto lógico que se confirme la decisión de primer grado en lo que fue en materia de apelación”, leyó el magistrado.
En su fallo, ordenó “devolver la actuación de manera inmediata para que continúe el trámite procesal correspondiente”. Con esta parálisis superada, la juez tiene vía libre para convocar a las partes y proseguir con la audiencia preparatoria del juicio.
Álvaro Uribe, primer expresidente de Colombia en ser llevado a juicio, se defiende por presuntamente haber pagado a exparamilitares para que rindieran testimonio a su favor, en un lío jurídico con el senador, Iván Cepeda.
El proceso, abierto desde 2018, indica que Uribe presuntamente buscó que exparamilitares cambiaran el testimonio que lo vinculan a él con el paramilitarismo en Antioquia.
Uno de los personajes claves en este proceso es Juan Guillermo Monsalve, un privado de la libertad. En febrero de 2018 fue visitado –por Diego Cadena, entonces abogado de Uribe– para convencerlo de retractarse en sus declaraciones.
La maniobra pretendía que Monsalve se retractara. Además, buscaba que el exparamilitar acusara al senador Iván Cepeda de ofrecer beneficios legales a cambio de testimonios que inculparan a Uribe Vélez. La estrategia no resultó.
Para entonces el exmandatario era senador y su caso –por competencias– fue asumido por la Corte Suprema de Justicia. El alto tribunal, incluso, le alcanzó a dictar medida de aseguramiento en prisión domiciliaria. El expresidente renunció al Legislativo para que su caso fuera asumido por la Fiscalía.
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