Sí, perdió 3-2 contra Francia, se vio muy superada en el primer tiempo, pero de puro amor propio, del sacrificio de Mayra Ramírez y de un talento que mezclado con entrega siempre es rendidor, hizo ver mal al anfitrión, al candidatazo al oro, y demostró que no se rinde nunca, pase lo que pase. Faltará suerte, pero no talento.
El plan era subir líneas y evitar el asedio en el área propia, pero apenas a los 6 minutos se desarmó: una pérdida de Linda Caicedo encontró a Jorelyn mal perfilada y así la superó fácilmente Marie Antoinette Katoto para definir sin problema ante la salida de Tapia. Duro golpe.
Se tomó un tiempo en reaccionar el equipo nacional y lo hizo siempre a fuerza del corazón que le puso Mayra Ramírez, un dolor de cabeza para Renard, una de las mejores defensoras del mundo.
La primera polémica llegaría cuando un centro por la derecha rebotó en la mano de una zaguera francesa pero ni siquiera se revisó. No se quedó ene so Mayra, quien intentó un remate cruzado exigente y luego estuvo en la serie de rebotes que acabó con un cabezazo al palo de Mayra.
Pero Francia es tan difícil que justo en ese mini partido en el que reaccionaban las colombianas, metió un remate que hizo rechazó de reflejo la arquera colombiana y presionó de nuevo por la banda izquierda para el centro en el que Tapia dejó el rebote frontal, ese que le quedó a Kenza Dali para soltar el remate que superó por arriba a la colombiana. Dos ataques, 2-0 la cuenta a favor de las locales.
Y toda Colombia era el corazón de Mayra: las faltas que acercaban el arco rival, la lucha cuerpo a cuerpo y el infortunio de la pelota que se le escapaba cuando llegaba, a los 32 minutos, abriendo camino para el rebote que desaprovechó Manuela Vanegas.
Pero de nuevo Francia pegaba y mandaba a la lona la ilusión nacional: a los 45 llegaba el doblete de Katoto, otra marca defectuosa y tora vez fusilada Tapia, ahora en el jeugo aéreo. Cien por ciento efectividad el dueño de casa, que iba al descanso con la cuenta 3-0.
Otra Colombia al complemento
La realidad de una ventaja larguísima no mermó a las colombianas y eso se aprovechó para recortar, lento pero seguro, el dominio rival. Eso y la entrada de Manuela Pavi por Montoya.
Porque el ataque se llenó de ideas y así le salió desviado el remate en una gran reacción a los 50 minutos, así, en la primera combinación con Linda sacando de carrera a Renard lo intentó la 9, y así fue como Mayra sufrió una falta clara de la portera, la que Cata Usme capitalizó con un cobro impecable, esperando a que se jugara la portera y corriendo no a celebrar sino a poner la pelota en el centro del campo. Era el 3-1 que devolvía al equipo al partido, al sueño olímpico.
Era el pico que había que aprovechar y así lo entendió Pavi, quien a los 64 metió un riflazo de derecha y dejó el marcador 3-2. A puro compromiso, amor propio, mística... dejando la vida se ilusionaba ahora el equipo nacional con el empate al menos.
El tema es que la suerte esta vez no tenía camiseta amarilla: se perdía la intención de Linda llegando a la raya para centrar, se desperdiciaba un tiro libre con Jorelyn, se batía Manuela tratando de retener a las francesas que ahora por fin reaccionaban, y llegaba el infortunio: a los 82, se le iba la mano y el pie a Mayra ayudando en al recuperación y, a instancias del VAR, salía expulsada. Ella que merecía un gol se iba ahora dejando a su equipo sin su enorme corazón para el próximo partido.
Y ya el reloj conspiró y el esfuerzo se agotó y no hubo manera de igualar la cuenta, pero sí que se demostró el equipo que no es menos que una potencia como Francia, que hay talento y hay físico y hay alternativas cuando las cosas van mal. No hubo puntos en el debut pero hizo ver mal por muchos momentos Colombia a Francia, super candidata al título. Vienen tiempos mejores. Nada se ha perdido todavía Colombia, habrá revancha. FUTBOLRED
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