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Nuestro microbioma puede influir en tendencia a la depresión



Nuestro microbioma, el conjunto de miles de millones de microorganismos que viven dentro y sobre nuestro cuerpo, influye sobre muchas funciones corporales importantes, incluidas las de nuestro cerebro. Teniendo en cuenta esto último, cabe preguntarse hasta qué punto la composición del microbioma de una persona puede influir en su nivel de riesgo de sufrir depresión. Dos estudios recientes sobre el tema han encontrado algunas respuestas para esta cuestión.



Entre estos investigadores, figuran Djawad Radjabzadeh, del Centro Médico Erasmus en Rotterdam, y Jos A. Bosch, de la Universidad de Ámsterdam, ambas entidades en los Países Bajos.


Los resultados de ambos estudios aportan la evidencia más extensa hasta la fecha de la existencia de una relación entre la composición del microbioma de la persona y su tendencia a la depresión.


Un microbioma con bacterias menos diversas, o en el que determinadas especies bacterianas están infrarrepresentadas, se asoció a padecer depresión o más síntomas depresivos de lo normal. Esta asociación era tan fuerte como la de factores de riesgo bien conocidos y demostrados para la depresión como son el tabaquismo, el consumo de alcohol, la falta de ejercicio físico y el sobrepeso.


A juzgar por los resultados de los nuevos estudios, los microbios que viven en nosotros influyen en nuestra tendencia a la depresión más de lo que se creía.


Uno de los estudios confirmó una asociación entre doce grupos de bacterias y la incidencia de la depresión, y se ha encontrado la explicación para ello. Estos doce grupos bacterianos producen sustancias como el glutamato, el butirato, la serotonina y el ácido gamma amino butírico (GABA). Se trata de neurotransmisores que desempeñan un papel importante en regular la tendencia a la depresión. La cantidad de cada uno de ellos presente en nuestro organismo puede determinar en buena medida cuál tenderá a ser nuestro estado de ánimo.


En el otro estudio, los investigadores han analizado la microbiota fecal de más de 3.000 personas con depresión. Y lo han hecho, además, en personas de distintas etnias. Porque se sabe que "tanto el microbioma como el grado de la depresión varían sustancialmente entre los distintos grupos étnicos".


Hicieron un mapa genómico de los microorganismos presentes en su microbiota, estudiando en concreto las bacterias. Y constataron que existe una relación entre la diversidad y la composición de la microbiota y los síntomas depresivos. Independientemente de la etnia. "Los resultados muestran que la microbiota intestinal está relacionada con los síntomas depresivos, y que esta asociación se generaliza en todos los grupos étnicos".



Por tanto, influir en el microbioma puede ser una vía importante para el tratamiento de la depresión.


Ambos estudios se han publicado en la revista académica Nature Communications. NCYT

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