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Foto del escritorActa Diurna

Militares colombianos enseñarán a Ucranianos a cómo desminar tierras



Muchos años jugándose la vida con artefactos explosivos improvisados, ocultos y unidos con alambres, tubos o incluso incrustados en revistas o libros, serán la enseñanza que 11 ingenieros militares colombianos llevarán a Europa para compartir con las tropas de Ucrania que ahora quieren desminar a su país tras la sangrienta invasión de Rusia.


De hecho, el gobierno ucraniano ha acusado a los soldados rusos de haber minado casi 80.000 kilómetros cuadrados de su territorio. Se trata de una superficie que se asemeja a la del departamento del Meta, en Colombia.



Los seleccionados para el desminado, con más de 10 años de experiencia, son cuatro oficiales, cuatro suboficiales y tres soldados profesionales. Viajarán a un país europeo cercano a Ucrania, que por razones de seguridad no se puede mencionar, en donde permanecerán entre cinco y ocho meses compartiendo sus conocimientos y experiencia.


Los militares hacen parte del Centro Internacional de Desminado (CIDES), ubicado en el Fuerte Militar de Tolemaida, que ofrece capacitación y entrenamiento a miembros y socios de la OTAN sobre desminado.


Que Colombia sea el único socio global de esa organización en Latinoamérica –y la sobrada experiencia de los militares colombianos en desminado tras más de cinco décadas de conflicto– muestra por qué los escogieron justamente a ellos para esta tarea.


“Es una experiencia nacida en el campo de combate. Litros de sangre, soldados que han entregado sus vidas y muchas partes de sus cuerpos, para entender cómo funcionan los artefactos explosivos”, dice el mayor Camilo Diago, director del CIDES desde las instalaciones de este centro.


Por eso y en nombre de todas las personas que han caído por estos artefactos, Diago explica que este asesoramiento es una oportunidad para llevar la bandera de Colombia “y decirles lo que nosotros ya sabemos y lo que podemos enseñarles para que no repitan nuestra amarga experiencia”.

¿Quiénes son?


Por razones de seguridad no se pueden dar a conocer las identidades de estos militares que viajarán, pero Colprensa conoció algunos de sus perfiles profesionales.


Entre el grupo de viajeros se encuentran dos capitanes y un mayor que son versados en el inglés y el francés, con experiencia en grupos de desminado internacional y educación académica en cursos de la OTAN.



También los acompañarán un teniente y un subteniente que tienen conocimiento práctico en el empleo de explosivos y desminado. Estos han sido comandantes de compañías de explosivos, comandantes de pelotón y líderes de unidades de desminado humanitario.


En el grupo también se encuentran cuatro suboficiales. Un sargento primero y un sargento viceprimero con experiencia profesional en más de 18 años en desminado operacional y un sargento segundo y un cabo primero con experiencia como comandantes de grupos EXDE, EXDE DELTA y líderes en desminado humanitario –componente de monitoreo externo OEA–.


Por último, se encuentran tres soldados profesionales que se han desempeñado como desminadores en unidades de desminado humanitario o integrantes de equipos EXDE o EXDE DELTA, con habilidades, experiencia y técnicas para poder identificar, localizar y destruir artefactos explosivos en áreas contaminadas.


¿Por qué Ucrania?


El ministro de Defensa, Diego Molano, explicó en su momento, que las conversaciones para definir este apoyo comenzaron el pasado mes de mayo, cuando se reunió en Estados Unidos con el secretario de Defensa, Lloyd J. Austin III. Él le hizo una invitación a Colombia a participar en una reunión virtual con el llamado Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania.


Colombia es socio global de la OTAN, y es en el marco de esta alianza que les prestaría el apoyo a los ucranianos.


“Colombia como siempre comprometida con los valores de la libertad y de derechos humanos y en este caso haciendo un aporte concreto como miembro y país socio global de la OTAN, a esta iniciativa y a este requerimiento” precisó Molano.


Además, de acuerdo con el Ejército, el país también ha sufrido en su historia a cuatro generaciones distintas de artefactos explosivos improvisados.



La primera de las generaciones se desarrolló entre 1993 a 1998 y se caracterizó por elementos metálicos; la segunda, es lo que se conoció como la estrategia 80- 20, lo que quiere decir que el 80% eran acciones con minas; la tercera, se desarrolló entre 2003 a 2008 con la activación de artefactos a través de teléfonos celulares; y la última, que se denominó las trampas “cazabobos”, es decir revistas o termos que en realidad tenían minas en su interior.


En todo caso, estos once uniformados –debido a su trayectoria y experticia– serán claves para que Ucrania, que lleva 113 días resistiendo el embate del Gobierno de Vladimir Putin– pueda limpiar parte de sus tierras. COLPRENSA

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