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Los beneficios que traería la reforma pensional de Petro



La reforma pensional sigue desafiando los esfuerzos del gobierno por verla materializada, pues tres veces ha sido postergado su debate, convirtiendo al Congreso una vez más en el epicentro de una intensa batalla legislativa con un reloj averiado que parece incapaz de avanzar.


Y mientras la oposición continúa rompiendo el quórum y en las calles resuenan voces que desaprueban la administración actual y esperan que se hunda este proyecto –y el de la salud también– , el presidente Petro continúa argumentando que esta es la mejor opción para que gran parte de los colombianos tengan derecho a una vejez digna.


En su más reciente discurso, desde Turbo (Antioquia), el mandatario aseguró que “si el gobierno deja de subsidiar a los fondos privados de pensiones, podríamos tener los recursos para garantizar que tres millones de adultos mayores tengan el derecho a pensionarse”. Lea aquí: Mujeres son mayoría en la fuerza laboral del Estado colombiano

A su vez, con ocasión de la conmemoración del Día de la Mujer, afirmó que “si se aprueba esa reforma pensional cada mujer que hoy es ama de casa, por el hecho de trabajar en su hogar, pese a que no se le reconoce salarialmente en esta sociedad machista, va a tener el derecho a una pensión”.



Con el ánimo de indagar sobre estos posibles beneficios y los demás que se plantean en el proyecto, Colprensa contactó a distintos expertos.


Para Carlos Prieto, profesor del Departamento de Derecho Laboral de la Universidad Javeriana, uno de los más notables sería la ampliación de la cobertura del sistema pensional.


“Tal vez el beneficio directo que habría sería el de la ampliación de la cobertura, pero igual sigue estando amarrado a la formalidad laboral. Quedaríamos pendientes de que hubiese un verdadero estímulo al establecimiento de circuitos laborales formales con salarios que, por lo menos, fueran el mínimo legal mensual y cotizaciones efectivas”, aseguró.


Y si bien la reforma modificaría el modo de reconocer las pensiones en el futuro, sus efectos tangibles no se sentirán hasta dentro de 15 a 20 años, similar al periodo de transición de la Ley 100 de 1994 que duró hasta el 2014. Lo que se dice es que sin una reforma constitucional, este régimen de transición habría continuado indefinidamente.


“La población colombiana está siendo más vieja. Hay menos jóvenes. El modo de generación de ingresos de las personas ya no es preponderantemente el de la relación laboral subordinada formal. Entonces, todo eso afecta necesariamente al modelo que se está proponiendo, que en mi opinión no es nada distinto a la repotenciación del modelo tradicional”, agregó Prieto.


Todo cambio conlleva riesgos


Desde la perspectiva de Javier Almanza, director del Área Laboral del Consultorio Jurídico de la Universidad del Rosario, la propuesta es ambiciosa en cuanto a la ampliación de la cobertura del sistema pensional. Sin embargo, hizo énfasis en que esta ampliación también conlleva riesgos, especialmente en un contexto donde las expectativas del mercado laboral pueden no cumplirse.


“Creo que la gran capacidad que puede tener el sistema de abordar al mayor número de personas es lo más notable eventualmente dentro del sistema pensional, más no las modalidades ni tampoco la tasa o la cobertura que están pidiendo que es la discusión entre los diferentes proyectos alternos que se presentan”, dijo Almanza.


Con la posibilidad de aumentar el umbral para la inclusión en los sistemas de pensiones, si el umbral se eleva, podría ser más fácil para las personas ingresar al sistema de pensiones, aunque esto podría desembocar en menor financiamiento.



Por otro lado, Adriana Camacho, profesora de Derecho Laboral de la Universidad del Rosario, destacó la posibilidad de considerar los ahorros voluntarios para la pensión obligatoria, convirtiendo ese dinero en semanas cotizadas en caso de no alcanzar el mínimo exigido por la ley.


“Esto es relevante dado que muchas personas afiliadas al RAIS no cotizan de manera activa, están inactivas o han cotizado muy poco a lo largo de su vida laboral”, agregó Camacho.


Si bien se destaca la ambición de ampliar la cobertura del sistema y considerar opciones como los ahorros voluntarios para la pensión obligatoria, existen preocupaciones sobre la viabilidad y los impactos a largo plazo de las propuestas que se espera que sean discutidas, y todavía resulta necesario reflexionar sobre cómo enfrentar los desafíos derivados del envejecimiento de la población y los cambios en el mercado laboral, por ejemplo. COLPRENSA

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