Por: Dario Hidalgo
Como borregos que somos, criticamos o apoyamos la reforma a la salud propuesta por Petro simplemente por lo que nos dicen los líderes de izquierda o de derecha sin saber a ciencia cierta que es realmente lo que están tramitando.
En una búsqueda intensiva en internet no he encontrado hasta el día de hoy ningún documento oficial donde se recopile lo aprobado por la cámara de representantes que se presentara próximamente a discusión en el senado.
La salud es un tema que de alguna u otra forma nos toca a todos, pobres y ricos, en cuerpo propio o a nuestros familiares más queridos. Nadie está exento de una enfermedad, algunas de ellas tan costosas en su tratamiento que pueden dejar en la ruina al paciente o sus familiares por más dinero que tengan.
He sido testigo directo de dos situaciones dramáticas que me ponen con sentimientos encontrados respecto al sistema actual de salud y su posible reforma.
En la primera una familiar murió a causa de un cáncer que tenía tratamiento, pero por la negligencia y lentitud en la atención por parte de la EPS y el hospital no se hizo lo suficiente y mi familiar murió atormentada por los peores dolores que pueda sufrir un ser humano simplemente porque los que la atendían no aplicaron los analgésicos adecuados para el nivel de dolor que sufria mi familiar.
En el segundo una amiga muy cercana tuvo acceso a través del régimen subsidiado (lo que llamamos Sisben) a un tratamiento completo para detectar y tratar una enfermedad rara en su oído que amenazaba con invadir su cerebro y causarle daños fatales. Mi amiga fue remitida a un sub especialista que detecto la causa de su enfermedad y le hizo la intervención qué requirió dos cirugías para tratarle una especie de tumor que se formaba constantemente en su oído. Esta persona ni en sueños hubiera podido costear su tratamiento con plata de su bolsillo.
Por otro lado también recuerdo hace muchos años, cuando no existian las EPS's, las enormes filas y la ineptitud de los funcionarios del instituto de seguros sociales que dejaban morir a los pacientes antes de lograr que sean atendidos. Para los que tenemos memoria es innegable que ha habido un avance en la atención médica si nos comparamos con aquellas épocas oscuras cuando la gente pobre tenía que resignarse a morir o ser tratada por curanderos y charlatanes y los últimos avances de la ciencia de la salud eran reservados para la gente de plata.
No puedo decir si la reforma a la salud es buena o mala para el ciudadano común. Desconfío totalmente de lo que nos digan los líderes políticos de izquierda o de derecha en cabeza de Perro y Uribe. Ellos anteponen sus ideales, los intereses propios, su bolsillo, al bienestar general de la ciudadanía.
Ojo señores, están jugando con las vidas de millones de seres humanos, sean responsables porque si existe alguna justicia divina, tendrán que responder ante ella por lo que hicieron en este momento o dejaron de hacer.
La ciudadanía no puede ser indiferente ante el momento crucial que se vive en el Congreso, debemos estar vigilantes para no perder lo ganado y mejorar lo que ya se tiene.
Aquí no es una cuestión de si gana Petro o los mamertos, o si gana Uribe, Semana, Vicky Dávila, o los uribistas. El que en definitiva gana o pierde es el ciudadano del común.
Hay que revisar a profundidad que es lo que están aprobando en el Congreso. Si alguien tiene el acceso al texto del borrador aprobado en cámara les agradezco me lo compartan junto con sus insultos en los comentarios de Diquis de esta nota, prometo hacerle un análisis lo más imparcial posible y alejado de posturas políticas en una próxima nota.
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