Estados Unidos suspendió el informe anual de monitoreo de cultivos de coca en Colombia, país aliado en la lucha contra las drogas. Fuentes oficiales de la Casa Blanca y el Departamento de Estado confirmaron que el monitoreo se interrumpió hace meses y aún no se ha reanudado.
Esta decisión sorprende, especialmente después de que Estados Unidos informara el año pasado sobre el descubrimiento de aproximadamente 234,000 hectáreas de cultivos ilícitos en Colombia, la segunda cifra más alta en la historia del país.
Entre las razones citadas por Estados Unidos para suspender el monitoreo se encuentra su interés en enfocar esfuerzos en el combate de otras drogas que afectan su territorio, como el fentanilo.
Según cifras oficiales, el fentanilo cobra la vida de alrededor de 100,000 estadounidenses cada año. Por lo tanto, la producción de coca pasaría a un segundo plano en su agenda.
Se ha revelado que la decisión también se basó en los costos elevados de llevar a cabo este estudio, que implica la participación de instituciones como la CIA, además del uso de equipos satelitales para inspeccionar las regiones de Colombia y comparar los cultivos detectados con los resultados del año anterior para determinar el aumento o disminución de las hectáreas ilícitas.
Aunque la ONU realiza un estudio similar, Estados Unidos ha decidido no tenerlo en cuenta a la hora de tomar decisiones e implementar estrategias, prefiriendo confiar en sus propias evaluaciones. Además, el Congreso estadounidense solo validaba las estadísticas emitidas por la CIA para aprobar los fondos anuales destinados a la erradicación de los cultivos de coca en Colombia.
La decisión de Estados Unidos ha generado preocupación en las relaciones con Colombia. Recientemente, Mario Díaz-Balart, presidente del subcomité de apropiaciones para operaciones en el extranjero del Congreso de Estados Unidos, solicitó congelar la ayuda al país debido a lo que considera un desempeño deficiente en la lucha contra las drogas. Además, esto podría tensar las relaciones diplomáticas entre las administraciones de Biden y Petro, ya que el presidente colombiano ha expresado abiertamente que el desempeño del país no debería medirse únicamente en función de las hectáreas ilícitas cultivadas.
En consecuencia, según informes del diario El Tiempo, Estados Unidos seguirá el monitoreo realizado por la ONU mientras actualiza sus sistemas de observación, que se han vuelto obsoletos y requieren una importante inversión de recursos. Por su parte, Kevin Whitaker, alto asesor para el Atlantic Council y exembajador de Estados Unidos en Colombia, considera que esta decisión puede ser considerada un error por parte de la Casa Blanca en su lucha contra las drogas.
“Actualmente, en materia de seguridad y salud pública, el fentanilo es más peligroso que la coca, la coca en Colombia ha traído más violencia e inestabilidad”, indicó el funcionario en una entrevista. De igual forma, aseguró que “los informes de la ONU son de buena calidad, pero se hacen distinto. La ONU lo hace yendo al país y buscando donde hay coca, mientras que el que hacía Estados Unidos está basado en fotografías satelitales y eso abarca más áreas del país de forma eficiente y rápida, ya que pasar por todas las veredas es casi imposible”.
Hasta el momento, no se ha revelado si el monitoreo realizado por el Gobierno de Estados Unidos se reanudará en algún momento, ni cuándo podría ocurrir. Lo que se sabe es que no se emitirá un informe sobre los cultivos para 2022 y existe incertidumbre sobre la realización de un estudio de cultivos en 2023. Además, las implicaciones que esta decisión pueda tener en las relaciones y ayudas internacionales entre los países que han sido aliados en la lucha contra las drogas ilícitas aún no se conocen. Sin embargo, el exembajador Whitaker opina que la persecución de narcotraficantes y las extradiciones no se verán afectadas.
Colombia se pronuncia
Por medio de un comunicado, la embajada de Colombia en Estados Unidos afirmó que las dos naciones continúan siendo aliados estratégicos en la búsqueda de soluciones al problema de las drogas y hacia la construcción de paz.
“Colombia y Estados Unidos abordan el impacto negativo de la economía de las drogas ilegales desde un amplio espectro que comprende el daño causado por el consumo y los eslabones del tráfico en su totalidad”, detalló la embajada.
Agregan que el presidente Gustavo Petro propone una nueva política de drogas en Colombia, que busca reducir las vulnerabilidades asociadas a la producción y uso de sustancias psicoactivas, así como las capacidades de las organizaciones multicrimen
“Bajo el principio de responsabilidad compartida, se están redoblando esfuerzos para desarticular las redes criminales relacionadas con el tráfico de drogas ilícitas fomentando la seguridad, el desarrollo social inclusivo y la protección del medioambiente”, puntualizó la embajada de Colombia.
Comunicado de la embajada de Colombia en Estados Unidos:
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