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Descubren 5 nuevas especies de víboras en Colombia y Ecuador



En rincones frondosos de América Central y del Sur, allí donde la vegetación es salvaje y la fauna abundante, habita una especie de serpiente de la familia de los vipéridos, animales altamente venenosos: la bocaracá​ o crótalo cornudo de Schlegel (Bothriechis schlegelii).


También conocida como víbora de pestañas por las diminutas escamas en forma de cuernos que sobresalen encima de sus ojos, una peculiaridad que la distingue de otras especies, la bocaracá se caracteriza también por sus vistosos y atractivos colores, convirtiéndola en una de las serpientes más bellas del mundo.


Ahora, un grupo de científicos e investigadores de la Fundación Khamai ha descubierto que este género podría ser mucho mas amplio de lo que se creía. Mediante un nuevo estudio de una década de duración han podido identificar 5 nuevas especies de víboras de pestañas en las selvas tropicales de Colombia y Ecuador, muestra de la gran biodiversidad escondida en estas zonas.



Impulsados por un encuentro desafortunado


El primer indicio de que había más tipos de víbora de pestañas de los que se creía llegó por un encuentro desafortunado con uno de ellos. En 2013, uno de los propios autores del estudio, Lucas Bustamante, fue mordido por una serpiente que inicialmente se identificó erróneamente.


Sin embargo, los investigadores observaron variaciones en las "pestañas" de algunas de estas serpientes, pudiendo ser más largas o cortas, más finas o robustas. Este hecho los llevó a la plantear la existencia de especies no reconocidas.


Entonces empezó una larga investigación que tenía el objetivo de explorar estos territorios de América Latina en busca de especies todavía por identificar. El resultado es precisamente el descubrimiento de estas 5 nuevas especies y alguna subespecie mas, endémicas de distintos puntos del continente que varían entre las cordilleras, bosques nubosos y plantaciones de café.


El estudio ha destacado también la importancia de su conservación, dado que algunas de estas especies se encuentran en alto riesgo de extinción debido a la destrucción de su hábitat, que ha reducido significativamente su área de distribución geográfica a un 30-50% del territorio originalmente ocupado.


Además, su belleza exótica atrae a los cazadores furtivos, quienes las capturan para su distribución en el comercio ilegal de animales salvajes para su uso como mascota. La Fundación Khamai trabaja actualmente en la creación de una reserva natural para proteger estas y otras especies no mencionadas en el estudio.


Bothriechis Rahimi



Forma amarilla-rosada de la víbora de pestañas de Rahim (Bothriechis rahimi). destaca por encontrarse en selvas tropicales remotas y prístinas actualmente controladas por los cárteles de la droga en la frontera entre Ecuador y Colombia.

Serpiente bothriechis hussaini1


Bothriechis Hussaini



Forma negra y amarilla de la víbora de pestañas de Hussain (Bothriechis hussaini).

Serpiente bothriechis rasikusumorum1


Bothriechis Rasikusumorum



Forma marrón de la víbora de pestañas del Shah (Bothriechis rasikusumorum). Es endémica del departamento de Huila en el sureste de Colombia, donde habita bosques nubosos montanos y plantaciones de café.


Bothriechis Klebbai



Morfología “café” de Bothriechis klebbai, endémica de la Cordillera Oriental en el oriente de Colombia.


Bothriechis Nigroadspersus



Forma vino tinto de la víbora de pestañas centroamericana (Bothriechis nigroadspersus), fotografiada en la isla caribeña Escudo de Veraguas, frente a la costa de Panamá.


Bothriechis Nitidus



Forma turquesa de la víbora de pestañas ecuatoriana (Bothriechis nitidus). Esta especie es endémica de la selva tropical del Chocó en el centro-oeste de Ecuador.


Tamaño pequeño, aspecto feroz


Las serpientes de la família Bothriechis no solo son muy venenosas, sino que además tienen uno de los mejores aparatos inoculadores de todas las serpientes: sus colmillos son largos y huecos, y su mandíbula es móvil, permitiendo que cada mordida sea potente y actúe como una aguja hipodérmica.



Suelen habitar en selvas tropicales, donde su amplia variedad de colores les permite camuflarse en distintas ubicaciones: desde el suelo o las ramas, hasta el musgo o algunas flores.


Y es que estas pequeñas serpientes son policromáticas: tienen una serie de colores que pueden variar incluso en cada individuo de una misma especie. El motivo exacto es todavía un misterio para los investigadores. No obstante, como también ocurre con otros reptiles, anfibios, arácnidos y más, los colores llamativos suelen ser, por otra parte, un aviso de su letalidad.


El estudio también ha puesto de manifiesto la importancia de estudiar los componentes del veneno de estas nuevas especies, que permitirá crear antídotos y será una gran ayuda para las comunidades locales que tienen que convivir con ellas y, finalmente, ayudará también a su conservación. NAT GEO

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