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¿Cuán rápido muta el virus de la gripe?



El factor de mutación del virus de la gripe se traduce en los fenómenos de deriva antigénica y salto antigénico que obligan a actualizar cada año la formulación de la vacuna y configuran el riesgo de futuras pandemias.


Concretamente, el factor de mutación o tasa de mutación expresa el número de cambios en la secuencia genética que se producen por sitio nucleotídico cada vez que el virus se replica.


Como otros virus de ARN, los de la gripe carecen de actividad correctora (proofreading) en su ácido ribonucleico polimerasa, lo que conlleva una fidelidad extremadamente baja en la copia de su genoma de ocho segmentos.



Ello hace, según estudios de secuenciación y pruebas de fluctuación, que la tasa de mutación se sitúe entre 2,7 × 10⁻⁶ y 3,0 × 10⁻⁵ sustituciones por nucleótido por cadena copiada.


En el gen que codifica la hemaglutinina (HA), clave para la entrada viral, se han estimado valores de hasta 2 × 10⁻³ sustituciones por base por generación viral, reflejo de presiones inmunológicas intensas.


Y otras investigaciones describen rangos más amplios, de 2,0 × 10⁻⁶ a 2,0 × 10⁻⁴ para los virus tipo A frente a tasas menores en tipo B.


Estos frecuentes errores de copia nutren dos procesos claves:

Deriva antigénica (antigenic drift)


Son cambios puntuales sucesivos en los genes de las glicoproteínas de superficie (HA y NA) que acumulan mutaciones menores, permitiendo al virus evadir parcialmente anticuerpos preexistentes en la población.


Salto antigénico (antigenic shift)


Ocurre cuando se produce una recombinación abrupta de segmentos genómicos entre distintas cepas de gripe A (por ejemplo, humano y aviar), generando un subtipo completamente nuevo frente al cual la población carece de inmunidad.

Implicaciones para la salud pública


Debido a la deriva antigénica, la Organización Mundial de la Salud recomienda cada año dos formulaciones —una para cada hemisferio— basadas en predicciones de las cepas con mayor probabilidad de circulación, lo que mitiga, pero no elimina, el desajuste vacunal.


Las mutaciones que facilitan el salto antigénico pueden desencadenar pandemias —como la de 1918–1919 (H1N1) o la de 2009 (H1N1pdm09)— si encuentran un huésped humano sin inmunidad previa, con consecuencias devastadoras.



Tecnologías de monitoreo y vigilancia


-Secuenciación genómica de próxima generación (NGS) permite mapear en tiempo real las mutaciones emergentes en muestras clínicas y aviares.


-Modelos computacionales y algoritmos de predicción antigenica ayudan a anticipar variantes con potencial de escape inmunológico.


-Redes globales de colaboración (WHO GISRS) integran datos de múltiples laboratorios para tomar decisiones de salud pública.


El factor de mutación del virus de la gripe, potenciado por su replicación de baja fidelidad, es pues la base molecular de la deriva y el salto antigénico que hacen de este un patógeno siempre cambiante. Comprender sus tasas y mecanismos de mutación es esencial para optimizar la vigilancia genómica, mejorar las predicciones vacunales y prepararnos mejor ante el riesgo inminente de nuevas pandemias. La investigación continua y la cooperación internacional serán claves para anticipar y neutralizar las variantes más peligrosas. NCYT

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