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Bacterias que crecen en Colombia podrían vivir en Marte



Unos científicos han identificado bacterias endolíticas (microorganismos que viven en rocas) capaces de crecer en tres tipos de minerales (cuarzo, feldespato y calcita) en dos puntos de Colombia que se parecen mucho en ciertos aspectos a algunas regiones de Marte, en las que también se ha registrado la presencia de estos minerales.


Esos sitios de Colombia son Villa de Leyva (Boyacá) y Pescadero (Santander).


“Aunque Marte tiene zonas mucho más secas y una mayor radiación de rayos ultravioleta, las zonas de estudio en Colombia son semiáridas y con un flujo de radiación relativamente alto, lo que quiere decir que si aquí en la Tierra esos microorganismos pueden crecer dentro de la roca donde tienen protección ultravioleta, muy posiblemente también se puedan detectar en el Planeta Rojo”.



Así lo asegura el geólogo Julián Andreas Corzo Acosta, magíster en Ciencias–Geología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), quien siempre ha estado interesado en relacionar los aspectos geológicos con los biológicos, y vio en la investigación un aporte para entender si estamos o no solos en el universo.


Según el investigador, este hallazgo ayudaría a las próximas misiones espaciales que buscan vida en ese planeta, a localizar lugares donde haya concentraciones de estos minerales.


Agrega que “desde mi trabajo de pregrado quise saber si en tres tipos de rocas del área de Villa de Leyva, que es árida, podían sobrevivir bacterias endolíticas. Allí vimos que había una gran cantidad de bacterias cultivables que habitan en esos sustratos rocosos”.


Ya en su trabajo de maestría, quiso restringir la disponibilidad de elementos químicos en las rocas, por lo que se dedicó a estudiar los tres minerales más comunes en toda la Tierra (cuarzo, feldespato alcalino y calcita) para asegurarse de que las bacterias que habitan allí, de alguna manera, se alimentaran de esos elementos como su única fuente de nutrientes.


“Se encontraron bacterias cultivables que podían crecer dentro de esos minerales, y aunque aún es una incógnita saber si se alimentan de ellos o no, es interesante saber que tres minerales puros con elementos químicos muy restringidos (carbonato de calcio para la calcita, aluminio, silicio y potasio para el feldespato alcalino, y silicio para el cuarzo) podían de alguna manera permitir el crecimiento de bacterias que viven dentro de estos tres minerales”, subraya.


Las bacterias endolíticas son microorganismos muy importantes a nivel de metabolismo, ya que algunos de ellos se pueden alimentar de los elementos que contienen los minerales y las rocas.


Por ejemplo, algunas bacterias pueden oxidar el hierro y obtener de allí una fuente de energía; otras pueden aprovechar la materia orgánica dentro de los minerales, y otras simplemente optan por alojarse en rocas traslúcidas que permiten el paso de los rayos del Sol para hacer fotosíntesis.


“Aunque los estudios sobre posibles usos industriales de estas bacterias aún se encuentran en desarrollo, se ha detectado, por ejemplo, que algunas de estas son capaces de capturar una gran cantidad de dióxido de carbono, algo que se ha planteado como una solución localizada para el cambio climático, pues en regiones con grandes cantidades de dióxido de carbono estas bacterias podrían capturarlo, metabolizarlo y dejar el carbono orgánico en la tierra”, detalla el magíster de la UNAL.


En el laboratorio se realizó una técnica de cultivo de bacterias, en el cual se observó cómo es su metabolismo, qué condiciones pueden tolerar, qué tan adaptables son al estar expuestas en el laboratorio, entre otros factores.



“Realizamos unos análisis geológicos para saber de qué estaban hechos los minerales. Para esto hice una sección delgada, que es un procedimiento mediante el cual se corta la roca o el mineral de forma que quede muy fina, se coloca en un microscopio petrográfico y ahí se pueden ver las propiedades de la roca o el mineral, según la cantidad y agrupación de minerales que forman la roca”, describe el magíster.


Agrega que “también se usó un método de fluorescencia de rayos X, que permite identificar los elementos mayores que tienen los minerales, y con el que se pudo determinar que, por ejemplo, la calcita estaba hecha en un 99% de carbonato de calcio, que el feldespato alcalino tenía en su mayor proporción silicio, aluminio y potasio, y que el cuarzo tenía un 97 % de silicio y tasas menores de otros elementos. NCYT

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