El procesador es considerado como el cerebro de nuestro ordenador, el que piensa y realiza los cálculos necesarios en el día a día. Ahora bien, en hardware podemos ver las especificaciones y saber qué modelos existen y su capacidad de cálculo. Pero ¿Qué pasaría si ponemos nuestro cerebro en la comparativa? ¿Qué potencia tendrá y a que CPU equivaldría?
Cuando estimamos la capacidad de cálculo de un ordenador, generalmente hacemos referencia a la CPU. No obstante, actualmente las GPU también pueden ser utilizadas para computación y cálculo, de forma individual o junto al procesador. Aun así, si nos referimos al núcleo o cerebro que hace que nuestro ordenador "piense" sin lugar a dudas todos apuntamos a la CPU como la causante. Así pues, pongamos a prueba nuestro propio cerebro para competir contra las CPU actuales y ver, en términos de potencia, en que posición quedaríamos.
Nuestro cerebro supera con creces a un Core i9
Hay que reconocer que nuestro propio cerebro impresiona, al menos en sus especificaciones teóricas. Tenemos así, una increíble capacidad de cálculo, medida en cálculos por segundo (CPS). La potencia del cerebro humano se estima en 10.000 billones de cálculos por segundo, algo que supera a algunos de los superordenadores actuales. De hecho, se estima que para conseguir esta capacidad de cálculo, habría que invertir cientos de millones de euros en crear una supercomputadora con esa potencia. Por supuesto, este valor humilla al Intel Core i9 tope de gama actual, el i9-12900KS. Esta increíble potencia de cálculo que supera a la CPU de Intel se consigue gracias a los 86.000 millones de neuronas que dispone nuestro cerebro.
Entre estas ocurren 10 billones de sinapsis, el momento donde se conectan nuestras neuronas, superando en número a la totalidad de células de nuestro cuerpo. Todo esto, con un consumo muy reducido, pues generalmente consumimos 25W de media, además del oxígeno de nuestro cuerpo. Lo increíble, es que nuestro cerebro puede funcionar con un consumo de 10W, algo irrisorio, dado que el cuerpo humano se estima que llega a consumir entre 70W y 300W de energía. Además, no solo es capaz de ejecutar operaciones de cálculo, sino también posee la capacidad de procesar distintas señales y pensar de forma abstracta.
En potencia de cálculo de coma flotante somos masacrados por una CPU como un i3
Sin embargo, somos superados en FLOPs o cálculos de coma flotante, pues en este aspecto quedamos por detrás de un Intel Core i3. No podemos decir que seamos especialmente rápidos a la hora de calcular complejos problemas matemáticos. De hecho, la CPU de un ordenador de gama de entrada como un i3 es mucho más rápida que nosotros en este aspecto.
Además, hay que tener en cuenta que los procesadores no tienen prácticamente errores de aritmética, funcionan 24 horas y 7 días a la semana sin fatiga y no envejecen tras los años. Así pues, aunque nosotros tengamos un cerebro con una gran capacidad de cálculo, tenemos una serie de desventajas que no nos hacen ser competentes en cierto tipo de tareas. Además, hay que tener en cuenta que, además del hardware, la inteligencia artificial y el software de nuestros ordenadores va avanzando. Gradualmente, llegará a un punto donde los ordenadores convencionales podrán alcanzar y superar la potencia de cálculo de nuestro cerebro y además sus CPU serán más eficientes.
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