En una diligencia reservada por el juicio que se sigue en contra de Aída Victoria Merlano y el odontólogo Guillermo Cely por la fuga de Aída Merlano, la excongresista salió en defensa del profesional de la salud.
Merlano aseguró que nunca solicitó ningún tipo de ayuda de Cely y que este no conocía de sus planes, además reveló que cuando terminó el tratamiento tuvo que estar muy pendiente de que este no descubriera una cuerda roja que había escondido en la basura.
“Si él llevaba la basura al carro se iba a dar cuenta de que había una cuerda adentro de la basura, por eso yo me apresuré y le dije 'tranquilo doctor yo se la boto' y se la arrebaté prácticamente de las manos y simulé que la iba a botar pero la escondí en mi camisa mientras él volteaba a otro lado y yo después me deshice de esa basura”, dijo en la audiencia.
Dentro de su declaración Merlano reconstruyó además como fue el día en que se fugó. Según su relato desde un día antes estaba preparada con los elementos que iba a utilizar en la fuga.
Al día siguiente y ya en el centro médico dijo que fue al baño y el dragoneante que estaba con ella la acompañó, “y cuando me acompañó entendí que por ahí no podía tirarme porque él me estaba acompañando hasta la puerta del baño. Pero cuando yo entré, él se sentó y fue ahí que yo me despojé de todos los elementos que tenía conmigo“, explicó.
Luego y tras una serie de preparativos Merlano contó que aprovechó un descuido de su familia y del odontólogo para sacar una cuerda roja que se usa para jalar los carros que venía lista con un torniquete.
“Se supone que yo lo debía usar del otro lado pero no había forma porque el vigilante me veía, entonces después comencé a mirar y cuando me asomé, me di cuenta que el consultorio tenía vista a la calle del lado del parqueadero, pero la ventana era muy angosta; igual yo presioné mi cabeza y entró, y yo dije 'si entra mi cabeza, entra mi cuerpo', y fue cuando se me ocurrió que yo me iba a tirar por ahí“, aseveró Merlano.
Merlano se fugó en octubre del 2019 tras escapar de su guardia en un consultorio médico en Bogotá. COLPRENSA
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